Zapatero ha tratado de explicar por qué el Gobierno anuncia la recuperación se pidan sacrificios y "esfuerzos muy considerables": "Es ahora cuando más lo necesitamos para mantener entre nosotros a los inversores y mantener imagen de estabilidad. No es fácil dirigirse así a los ciudadanos", informa Fernando Garea desde el Congreso de los Diputados. En el principio de su intervención, Zapatero ha insistido en que "padecemos las consecuencias de una economía financiera global insuficientemente gobernada".
En la segunda intervención y en respuesta al resto de partidos, Zapatero no ha descartado subir los impuestos a las rentas más altas durante 2011, una medida que parte de una petición de ICV. El presidente también ha asegurado que este paquete de recortes ha intentado no afectar a la inversiones porque son las que generan empleo y dinamizan la economía.
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha utilizado su intervención para atacar duramente al presidente del Gobierno a quien ha acusado de convertir el país en "un protectorado" y al dictado de las exigencias de la Unión Europea y del presidente de EE UU, Barack Obama, que precisamente ayer llamó a Zapatero para exhortarlo a adoptar medidas más severas y estructurales contra el déficit de las cuentas públicas. "Usted ha hecho un recorte de derechos sociales, contradiciendo lo que lleva diciendo en los últimos años", subraya Rajoy.
"Todo esto no hubiera ocurrido si hubiera hecho caso a tiempo", ha asegurado Rajoy, quien ha añadido que al presidente "Le han fijado plazos" y "le han hecho ver la luz". Rajoy propone reducir ministerios y fusionar otros para reducir gastos.
Las propuestas tampoco han tardado en recibir la respuesta de los sindicatos, que denuncian lo que consideran un duro plan de ajuste. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha denunciado una "quiebra del discurso" de Zapatero que supone "un cambio de escenario en las relaciones con las organizaciones sindicales". En todo caso, Méndez espera que el diálogo social no se vea afectado, pero lo ve "muy difícil" por "el conflicto social" que genera este plan.
Por su parte, el líder de IU, Cayo Lara, también ha criticado al Gobierno y asegura que "se ha pasado una raya roja".
En contraste con las críticas de sindicatos y oposición, el comisario de Competencia de la UE, Joaquín Almunia, que ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de reformas estructurales, considera "un paso lógico" las medidas ante la "presión de los mercados". Almunia confía en que los ajustes "estrictamente necesarios" puedan reflotar las previsiones de crecimiento de la economía española, que, como Grecia, Italia y Portugal, no es la única de la eurozona que atraviesa "serias" dificultades.
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