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lunes, 10 de mayo de 2010

El partido Nacional recuperó Treinta y Tres, un histórico bastión blanco

Al conseguir una victoria que se preveía difícil, el Partido Nacional recuperó Treinta y Tres, uno de sus bastiones más tradicionales. El nuevo intendente es Dardo Sánchez quien venció al frenteamplista y aspirante a la reelección, Gerardo Amaral.

El espíritu triunfalista de los nacionalistas al conocerse los primeros resultados extraoficiales, dio paso a un festejo generalizado en la capital olimareña: tras cinco años de gobierno del Frente Amplio, Treinta y Tres volvía a ser blanca.

Cuando la tendencia se hizo inevitable, el ahora intendente electo recibió el saludo de dirigentes del Frente Amplio, entre ellos el otro diputado departamental, Hermes Toledo, según indicó el propio Sánchez a la radio local FM Conquistador. Uno de los candidatos colorados, Alejandro Pinho, también reconoció la derrota y fue de los primeros en saludar a Sánchez.

Los datos de escrutinio que daban a conocer en forma extraoficial las emisoras locales hablaban de una victoria nacionalista por unos ocho puntos porcentuales de ventaja.

Los blancos sólo habían perdido dos veces en elecciones en Treinta y Tres. En mayo de 2005, la victoria del Frente Amplio (atribuida más a errores de la anterior administración blanca más que a méritos propios) se definió tras el conteo de los observados, por sólo 396 votos.

El triunfo se cimentó en una labor de la bancada nacionalista y en particular de los ediles de la agrupación en la Junta Departamental, desde donde se realizó una frontal oposición a la gestión de Amaral, denunciando presuntas situaciones irregulares que motivaron investigaciones, aún en curso, en el propio deliberativo.

Otro de los pilares fue una importante ingeniería de propaganda electoral, que tuvo la ciudad cubierta de pasacalles desde varios meses antes de la elección interna y que intensificó a medida que se acercaba la instancia electoral.

Uno de los puntos más fuertes del discurso de la agrupación liderada por Sánchez fue la defensa de los funcionarios municipales, pese a que el Frente Amplio insistió durante la campaña en que hubo una importante recuperación salarial en el quinquenio.

En una situación de aparente paridad, en las últimas semanas hubo un episodio que marcó un quiebre en la campaña: que fue una solicitud de debate que planteó el Frente Amplio al respecto de la política de compras de la comuna en este y el anterior período.

Lejos de disputas políticas, los blancos ganaron las calles de Treinta y Tres con sus banderas, cornetas, fuegos artificiales, en moto, en auto, a pie. Cuando se empezó a vislumbrar un resultado más o menos firme, se desató la fiesta entre los cientos de militantes que aguardaron afuera del comité. El propio intendente electo encabezaba una caravana que llenó de bocinazos la ciudad.

Fue un final acorde a un departamento con mucha intensidad una campaña electoral que todo indicaba iba a ser de las más parejas de todo el país.

La capital departamental se vistió con colores electorales durante todo el día. Se embanderaron autos, micros, motos y bicicletas de todos los partidos, aunque los nacionalistas fueron los más entusiastas. Su presencia fue constante en las calles durante la jornada, en una continuación de la estrategia de saturación que varios meses antes se había iniciado con pasacalles en las calles olimareñas.

La actividad en los principales comités fue muy intensa, al punto que en algunas calles de la capital el tránsito se vio muy complicado.

El otro lugar lleno de movimiento fue, como en todas las ciudades del interior, la terminal de ómnibus.

La diáspora olimareña que volvió a votar fue recibida por militantes en plena tarea de buscar votos. Ya en la tarde fue importante nuevamente la presencia de viajeros en las agencias y en las principales paradas de los interdepartamentales que salen de Treinta y Tres.

Perfil

Dardo Sánchez

Dardo Sánchez, el hombre que llevó al Partido Nacional de nuevo a la intendencia de Treinta y Tres, es un abogado de 53 años que comenzó su militancia dentro de Por la Patria para luego formar parte de Manos a la Obra. Su primer intento por llegar a la diputación, en 1994, fue infructuoso. En 1998 fundó su propia agrupación, la lista 8. Tiene una participación larga en el gobierno olimareño: fue edil, presidente de la Junta Departamental, director general de servicios y hasta intendente interino en 2005. En 2004 fue electo Diputado suplente en una alianza entre algunos sectores nacionalistas. En las últimas elecciones consiguió la banca como diputado por su departamento pero ya había anunciado su disposición a renunciar para encargarse de los destinos de Treinta y Tres si resultaba electo. Sánchez integró el Colegio de Abogados de Treinta y Tres. El ahora intendente eligió como slogan de campaña, "El intendente de la gente" y en su blog destacaba que "casa por casa, barrio por barrio, vamos a escuchar de primera mano lo que cada vecino quiere para Treinta y Tres". La estrategia, sin dudas, le funcionó.

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