Silva ha recordado que por Caro, un antiguo teniente del Ejército colombiano, se ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares (3,7 millones de euros) y que Estados Unidos le acusa de narcotráfico y de blaqueo de capital. "La colaboración internacional del Brasil, de la DEA (Departamento Estadounidense antidrogas) y de la Policía colombiana también confirman que la cooperación internacional es la única forma de acabar con el flagelo del terrorismo y el narcoterrorismo", ha añadido. El ministro colombiano ha precisado que la captura ha sido posible después de tres meses de seguimiento y la combinación de tareas de inteligencia con Brasil y Estados Unidos.
Según informa el diario El tiempo de Colombia, elnarco se hacía pasar por ganadero. "Actuaba con prepotencia y suficiencia", han señalado las autoridades. Caro Chaparro traficaba presuntamente y lavaban dinero de la mafia desde 1998, cuando empezó a coordinar envíos de coca de Brasil rumbo a Nueva York y Nueva Jersey.
"Una gran victoria"
Silva espera que el capo sea deportado los próximos días a Colombia para que pueda ser extraditado a Estados Unidos. "Es una reciente y gran victoria de las autoridades colombianas porque en las playas de Ipanema fue capturado", ha puntualizado. La Policía de Brasil ha confirmado en un comunicado que la detención de Caro, considerado uno de los cuatro mayores traficantes colombianos, se practicó en un sector del sur de Río de Janeiro.
A principios de marzo, El Tiempo informó de que tres militares colombianos habían asistido a la boda de Caro en 2004, entre ellos el agregado militar del país en Brasil, coronel Juan Carlos Castañeda. Éste es el segundo golpe al narcotráfico esta semana tras la detención el martes en Quito, posteriormente deportado a Colombia, de Ramón Quintero, alias RQ, uno de los diez traficantes más buscados del mundo.
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