Que la ley antitabaco no se cumple ya estaba claro. Que no ha logrado disminuir la venta de cigarrillos en España, también. Sólo tres años después de la entrada en vigor de una normativa que muchos tildaron de "descafeinada", el Gobierno se plantea por primera vez endurecerla, según confirmaron fuentes del ministerio. España permite ahora fumar en los restaurantes y bares de menos de 100 metros cuadrados. Sanidad trabaja ya con la firme intención de prohibir el tabaco en todos los espacios públicos. Seguirá así la estela de otros países europeos, como Irlanda o Reino Unido donde no se puede fumar en ningún lugar público cerrado.
La norma no ha logrado disminuir la venta de cigarros. Ésta ha aumentado
"Una vez que España puso en marcha su ley y se aprobó la posibilidad de que determinados espacios públicos quedaran libres de humo, creo que estamos preparados para plantearnos si hubiera que ampliar los términos de aplicación de la misma", dijo la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, en una entrevista a Efe. De momento, la ley actual, que entró en vigor el 1 de enero de 2006, está en "fase de evaluación". Lo siguiente, dijo Jiménez, será ampliar las áreas libres de humo. Una medida que responde a la reclamación del Congreso, que el pasado 18 de junio instó al Gobierno a endurecer la normativa.
La decisión ha sembrado la preocupación en el sector hostelero. Ramón Estalella, secretario General de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), cree que una restricción total del tabaco en los locales provocará pérdidas económicas en el sector. "Habría que buscar medidas para compensarlas", dice. La Cehat cree que para proteger a los no fumadores bastaría con cumplir la ley actual, cosa que no se hace. La propia ministra de Sanidad ha reconocido que la normativa actual tiene "lagunas" y que ha perdido el carácter disuasorio que tuvo en sus inicios. Sólo un dato. La venta de cigarrillos subió un 1,29% entre 2006 y 2008. A eso hay que sumar que no se aplica de manera homogénea en las distintas regiones. En Madrid, por ejemplo, el reglamento aprobado por el Gobierno regional suaviza la normativa estatal contra el tabaco y no obliga a separar físicamente las zonas de fumadores de las que no lo son. Permite, además, fumar en celebraciones privadas y en los bares de los centros de trabajo. En otras autonomías, el problema está en que no se aplican las sanciones o ni siquiera se hacen inspecciones.
El endurecimiento de la ley antitabaco es una demanda profusamente demandada por el colectivo médico que ha calado entre los ciudadanos. El 44% son partidarios de limitar los malos humos, conscientes precisamente (en un 51,5%) de que se respeta "poco o nada". Pero aunque se cumpliera la ley actual, los no fumadores en España lo tendrían difícil para esquivar el tabaco. El 80% de los locales tiene menos de 100 metros cuadrados, con lo que es decisión del dueño permitir fumar o no. Y sólo 40.000 de los más de 350.000 locales de ocio lo prohíben o tienen áreas específicas para no fumadores.
La Comisión Europea ha adoptado una propuesta de recomendación en la que insta a los Estados miembros a que hagan bueno al artículo 8 del Convenio Marco para el Control del Tabaco que todos han suscrito y por el que se comprometen a proteger, sin fisuras, a los ciudadanos contra la exposición al humo en lugares públicos cerrados, en centros de trabajo y el transporte. La UE quiere construir una Europa sin humos. Y busca hacerlo antes de 2012. Ahora, sólo 10 de los 27 miembros tienen legislación exhaustiva, informa Ricardo M. de Rituerto.
La norma no ha logrado disminuir la venta de cigarros. Ésta ha aumentado
"Una vez que España puso en marcha su ley y se aprobó la posibilidad de que determinados espacios públicos quedaran libres de humo, creo que estamos preparados para plantearnos si hubiera que ampliar los términos de aplicación de la misma", dijo la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, en una entrevista a Efe. De momento, la ley actual, que entró en vigor el 1 de enero de 2006, está en "fase de evaluación". Lo siguiente, dijo Jiménez, será ampliar las áreas libres de humo. Una medida que responde a la reclamación del Congreso, que el pasado 18 de junio instó al Gobierno a endurecer la normativa.
La decisión ha sembrado la preocupación en el sector hostelero. Ramón Estalella, secretario General de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), cree que una restricción total del tabaco en los locales provocará pérdidas económicas en el sector. "Habría que buscar medidas para compensarlas", dice. La Cehat cree que para proteger a los no fumadores bastaría con cumplir la ley actual, cosa que no se hace. La propia ministra de Sanidad ha reconocido que la normativa actual tiene "lagunas" y que ha perdido el carácter disuasorio que tuvo en sus inicios. Sólo un dato. La venta de cigarrillos subió un 1,29% entre 2006 y 2008. A eso hay que sumar que no se aplica de manera homogénea en las distintas regiones. En Madrid, por ejemplo, el reglamento aprobado por el Gobierno regional suaviza la normativa estatal contra el tabaco y no obliga a separar físicamente las zonas de fumadores de las que no lo son. Permite, además, fumar en celebraciones privadas y en los bares de los centros de trabajo. En otras autonomías, el problema está en que no se aplican las sanciones o ni siquiera se hacen inspecciones.
El endurecimiento de la ley antitabaco es una demanda profusamente demandada por el colectivo médico que ha calado entre los ciudadanos. El 44% son partidarios de limitar los malos humos, conscientes precisamente (en un 51,5%) de que se respeta "poco o nada". Pero aunque se cumpliera la ley actual, los no fumadores en España lo tendrían difícil para esquivar el tabaco. El 80% de los locales tiene menos de 100 metros cuadrados, con lo que es decisión del dueño permitir fumar o no. Y sólo 40.000 de los más de 350.000 locales de ocio lo prohíben o tienen áreas específicas para no fumadores.
La Comisión Europea ha adoptado una propuesta de recomendación en la que insta a los Estados miembros a que hagan bueno al artículo 8 del Convenio Marco para el Control del Tabaco que todos han suscrito y por el que se comprometen a proteger, sin fisuras, a los ciudadanos contra la exposición al humo en lugares públicos cerrados, en centros de trabajo y el transporte. La UE quiere construir una Europa sin humos. Y busca hacerlo antes de 2012. Ahora, sólo 10 de los 27 miembros tienen legislación exhaustiva, informa Ricardo M. de Rituerto.
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