El integrante de la Comisión Nacional por la Anulación de la Ley de Caducidad, Luis Puig, rechazó enfáticamente las afirmaciones de Julio María Sanguinetti y Gonzalo Aguirre sobre que no es posible anular ni derogar la ley de caducidad.
El dirigente calificó al ex presidente como el "estratega" de la impunidad y dijo que "está cuidando lo poquito que le queda de su chacra en las Fuerzas Armadas, intentando proteger a quienes protegió durante todo su gobierno".
Sanguinetti publicó un artículo en la revista El Soldado, que edita el Centro Militar, donde señaló que la figura de la anulación de la Ley de Caducidad "no existe" y que sólo busca someter a las Fuerzas Armadas a "un largo período de acoso".
"Salieron a la cancha los abogados de Gavazzo", fue la primera reacción de Luis Puig al ser consultado por LA REPUBLICA. El integrante de la Comisión Nacional por la Anulación de la Ley de Caducidad dijo que "Sanguinetti, desde su gobierno, fue quien presionó al Parlamento, conjuntamente con los mandos militares, para aprobar una ley que impide la acción de la justicia, que es claramente inconstitucional y que viola todos los convenios internacionales en materia de derechos humanos".
"En definitiva, posibilitó que la impunidad de los peores criminales de la historia se instalaran durante décadas en nuestro país", agregó. "En ese sentido, nos parece muy claro que la ley se debe anular. Por una razón ética fundamental, no es posible dejar establecido en nuestro país que dar un golpe de Estado, torturar, secuestrar, asesinar, secuestrar niños y suprimirles su identidad, no tiene castigo", afirmó.
"En ese marco, el planteo de la anulación de la ley es un mensaje claro y categórico hacia el futuro, para asegurar que las futuras generaciones de uruguayos nunca más se vean expuestas a la dictadura y al terrorismo de Estado", argumentó el dirigente del PITCNT.
A su entender, "los argumentos de Sanguinetti y Gonzalo Aguirre serían comparables a que hoy, las grandes mafias del narcotráfico, presionaran para que se elaborara una ley que no castigara sus crímenes".
"Nos parece que cuando una ley, desde su esencia niega aspectos fundamentales de los derechos humanos, esa ley puede y debe ser anulada. En definitiva, Sanguinetti está cuidando lo poquito que le queda de su chacra en las Fuerzas Armadas, intentando proteger a quienes protegió durante todo su gobierno".
"Estratega de la impunidad"
Para Puig, "Sanguinetti fue el estratega de la impunidad, pero ahora se abre un tiempo de justicia y, sin duda, la inmensa mayoría de los demócratas de este país, de todos los partidos políticos blancos, frenteamplistas, colorados, independientes van a votar para anular y van a anular efectivamente la Ley de Caducidad".
El dirigente no tiene dudas que, a medida que avance la campaña hacia el día del plebiscito el 25 de octubre, van a continuar apareciendo este tipo de argumentos en contra de la anulación. "Sería bueno recordar lo que dijo Gonzalo Aguirre en 1986, cuando se debatía en en Parlamento la aprobación de la Ley de Caducidad. Dijo: esto demuestra la vigencia limitada de la Constitución. Nosotros no queremos ninguna vigencia limitada de la Constitución, sino que queremos la Constitución y la ley desarrollándose en toda su esencia". "Nos parece una clarísima contradicción, que aquellos que piden mano dura por parte del Estado contra los menores y los infractores, sigan defendiendo la caducidad de la pretensión punitiva del Estado justamente para los crímenes aberrantes que se cometieron", señaló.
"No se trata de un acoso contra las Fuerzas Armadas, sino que se trata de que todos los uruguayos sean iguales ante la ley", enfatizó.
LR-U
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