Los operadores alternativos han sido más rápidos que los dominantes
para adaptarse al bolsillo de sus clientes. El número de usuarios de
telefonía móvil que cambiaron el año pasado de compañía batió todos los
récords. Y los ganadores fueron Yoigo, Orange y los pequeños operadores
móviles virtuales, que engordaron sus carteras de clientes. Telefónica y
Vodafone salieron perdiendo pese a dar la vuelta a la situación en
diciembre.
El hecho de que haya descendido un 10% la venta de terminales y que
el mayor interés de los usuarios sea recortar el gasto en la factura no
les ha llevado a dejar el móvil, más bien todo lo contrario. El número
de líneas creció un 2,8% el año pasado hasta situarse por encima de los
56 millones con una penetración en el mercado superior al 120%, según
datos de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) . Por eso
el bache sufrido por Telefónica y Vodafone, con casi siete de cada 10
clientes de móvil en España, ha sido mayor de lo que indican las cifras.
Así, en 2011, mientras el mercado crecía Telefónica perdió 467.300
clientes y su cuota bajó 2,2 puntos hasta el 40,07 %; Vodafone, por su
parte, restó 310.398, con una cuota del 28,21 %. El principal
beneficiado por las fugas de usuarios y las nuevas altas fue Yoigo que
sumó 779.716 clientes, y aumentó su cuota hasta el 5,19 % con el
resultado de ser la filial más destacada de su matriz, la sueca
TeliaSonera ; Orange, que completó un buen año, ganó 328.111 aunque su
cuota bajó ligeramente hasta el 20,21 %.
Este panorama fue el que llevó en la recta final del año a las dos
mayores compañías del mercado a reaccionar rebajando sus tarifas y
prometiendo más transparencia y atención al cliente. Las nuevas
condiciones surtieron efecto en diciembre, cuando Vodafone y Telefónica
lideraron las ganancias netas de líneas. Con todo, el esfuerzo comercial
-nuevos precios, subvenciones de terminales…- ha rebajado notablemente
la rentabilidad de estas compañías, que ya han acdelantado que, con las
tarifas al límite, están dispuestos a acabar con la subvención de
teléfonos como argumento de venta. Claro que está por ver si sus rivales
consideran también que las tarifas no pueden bajar más.
Aunque menos maduro como mercado, la evolución de la banda ancha tuvo
también como nota predominante la pérdida de clientes por parte de
Telefónica, cuya cuota cayó por debajo del nivel del 50% a pesar de los
esfuerzos para retener contratos con bajadas de precios y ofertas
combinadas. En el conjunto del año, la operadora perdió 237.093 líneas
de ADSL, que recuperó en parte gracias a obtener nuevos clientes en
fibra óptica, un tipo de servicio que la compañía considera de mayor
interés por su mayor capacidad y el hecho de que no está obligada a
compartir la infraestructura con sus competidores. Con todo, esta
apuesta no compensó y Telefónica cerró 2011 perdiendo 123.422 líneas de
banda ancha, lo que le supuso un retroceso de 3,41 puntos en su cuota,
hasta el 49,29%.
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