Trípoli, 17 abr (PL) Los rebeldes libios confirmaron hoy que comenzaron a recibir armas desde el exterior y reivindicaron victorias militares en Ajdabiya, pese a que una tormenta de arena está obstaculizando los bombardeos aéreos de la OTAN.
Un dirigente del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), con sede en Benghazi, indicó que está en marcha el suministro de material bélico para combatir a las fuerzas leales a Muamar El Gadafi, aunque declinó revelar los países de donde provienen esos arsenales.
El canal satelital saudita Al Arabiya citó al jefe militar del CNT, Abdel Fattah Yunes, afirmando que sus fuerzas "tienen ahora armamento avanzado aportado por naciones amigas".
Reconoció, sin embargo, que muchos de sus hombres están usando chalecos blindados de fabricación británica, así como teléfonos satelitales y otros equipos de comunicaciones cedidos por Londres.
Entretanto, los enfrentamientos terrestres ganaron en intensidad en las últimas horas entre el Ejército regular y los insurgentes en las ciudades de Misratah (oeste) y Ajdabiya (este), así como en inmediaciones de la localidad petrolera de Marsa El Brega.
Las tropas gubernamentales arreciaron los ataques con artillería pesada contra posiciones rebeldes en Misratah, única urbe del occidente de Libia bajo control de los opositores, donde agencias humanitarias aseguraron hay un creciente número de muertos y heridos civiles.
El Gobierno de El Gadafi autorizó la labor de la Cruz Roja Internacional allí, tanto por tierra como por mar, y en esta capital, que la pasada noche fue blanco de bombardeos de aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Por otro lado, Yunes aseguró a Al Arabiya que los insurrectos confiaban en poder hacerse con la estratégica Brega en las próximas horas, después de que dijeron tener pleno control de Ajdabiya, un poco más al oriente y principal bastión antes de llegar a Benghazi.
Aunque se desconocían cifras de posibles víctimas, distintas fuentes coincidieron en que las tropas de El Gadafi dispararon cohetes este domingo contra baterías rebeldes, después de que el sábado se reportaron siete muertos y 27 heridos en la parte oeste de la ciudad.
Los alzados manifestaron alivio por el apoyo de la OTAN, aunque reiteraron su demanda de que incremente los ataques con la intención de debilitar las defensas antiaéreas de Trípoli y lograr el complicado avance hacia el oeste con destino final en esta capital.
Sin embargo, una tormenta de arena que afecta a la franja costera del país desde las primeras horas del día redujo considerablemente la visibilidad y entorpeció los bombardeos de la alianza atlántica contra posiciones subordinadas al líder libio.
Un dirigente del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), con sede en Benghazi, indicó que está en marcha el suministro de material bélico para combatir a las fuerzas leales a Muamar El Gadafi, aunque declinó revelar los países de donde provienen esos arsenales.
El canal satelital saudita Al Arabiya citó al jefe militar del CNT, Abdel Fattah Yunes, afirmando que sus fuerzas "tienen ahora armamento avanzado aportado por naciones amigas".
Reconoció, sin embargo, que muchos de sus hombres están usando chalecos blindados de fabricación británica, así como teléfonos satelitales y otros equipos de comunicaciones cedidos por Londres.
Entretanto, los enfrentamientos terrestres ganaron en intensidad en las últimas horas entre el Ejército regular y los insurgentes en las ciudades de Misratah (oeste) y Ajdabiya (este), así como en inmediaciones de la localidad petrolera de Marsa El Brega.
Las tropas gubernamentales arreciaron los ataques con artillería pesada contra posiciones rebeldes en Misratah, única urbe del occidente de Libia bajo control de los opositores, donde agencias humanitarias aseguraron hay un creciente número de muertos y heridos civiles.
El Gobierno de El Gadafi autorizó la labor de la Cruz Roja Internacional allí, tanto por tierra como por mar, y en esta capital, que la pasada noche fue blanco de bombardeos de aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Por otro lado, Yunes aseguró a Al Arabiya que los insurrectos confiaban en poder hacerse con la estratégica Brega en las próximas horas, después de que dijeron tener pleno control de Ajdabiya, un poco más al oriente y principal bastión antes de llegar a Benghazi.
Aunque se desconocían cifras de posibles víctimas, distintas fuentes coincidieron en que las tropas de El Gadafi dispararon cohetes este domingo contra baterías rebeldes, después de que el sábado se reportaron siete muertos y 27 heridos en la parte oeste de la ciudad.
Los alzados manifestaron alivio por el apoyo de la OTAN, aunque reiteraron su demanda de que incremente los ataques con la intención de debilitar las defensas antiaéreas de Trípoli y lograr el complicado avance hacia el oeste con destino final en esta capital.
Sin embargo, una tormenta de arena que afecta a la franja costera del país desde las primeras horas del día redujo considerablemente la visibilidad y entorpeció los bombardeos de la alianza atlántica contra posiciones subordinadas al líder libio.
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