Trípoli, 15 abr (PL) Aviones de la OTAN intensificaron hoy los bombardeos sobre posiciones del Ejército gubernamental, incluida esta capital, luego que el líder Muamar el Gadafi y su hija Aisha repudiaron en comparecencias públicas la agresión a Libia.
Zonas meridionales de Trípoli fueron alcanzadas por misiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) esta madrugada, de acuerdo con reportes de la televisión estatal libia que el jueves también mostró ataques similares en la universidad local.
Las imágenes dejaban ver columnas de humo negro en el cielo de la parte sureste de la ciudad, donde ayer y las primeras horas de este viernes se escucharon explosiones y el vuelo de aviones de combate, causando temor entre mujeres, niños y otros civiles.
El breve reporte recordó que las alarmas se activaron el jueves en partes de la ciudad a causa de las incursiones aéreas de la alianza en la cafetería de la universidad, donde periodistas extranjeros pudieron constatar la destrucción de ventanas y puertas de cristales.
Voceros de la OTAN negaron las agresiones a áreas residenciales o civiles, pero admitieron haberlas sobrevolado con el fin de inhabilitar una batería de misiles tierra-aire situada unos 40 kilómetros al sur.
A primeras horas de hoy la televisión estatal reprodujo en vivo la inesperada intervención de Aisha el Gadafi, quien afirmó que la demanda de Occidente de que su padre abandone el poder "es un insulto a todos los libios" y -aseguró- "somos un pueblo que no puede ser derrotado".
La hija del líder de la Jamahiriya apareció en un balcón del complejo gubernamental de Bab Aziziyah y recordó que hace exactamente 25 años aviones militares de Estados Unidos lo bombardearon y causaron la muerte de muchas personas, incluidos niños.
"Déjenme retroceder en el tiempo", señaló para apuntar que "en 1911 Italia mató a mi abuelo en un ataque aéreo y ahora están tratando de matar a mi padre. Qué Dios maldiga sus manos", recalcó ante seguidores que agitaban banderas verdes y fotos de El Gadafi.
Agregó que cuando era una niña de nueve años en ese mismo complejo residencial los estadounidenses "trataron de matarme, mataron a docenas de niños en Libia y ahora, después de 25 años, los mismos misiles, las mismas bombas, llueven sobre las cabezas de mis hijos y los suyos".
"Váyanse de nuestros cielos con sus bombas", gritó refiriéndose a los ataques de la OTAN mientras alzaba el puño y preguntaba si los "civiles inocentes" a los que afirma proteger son "la gente que tiene armas automáticas y granadas de mano".
La comparecencia de Aisha El Gadafi estuvo antecedida de la aparición de su padre en una caravana de carros que recorrió el centro de esta capital el jueves, en medio de la aclamación y la sorpresa de numerosos transeúntes, porque coincidió con ataques de la OTAN.
Entretanto, prosiguen los enfrentamientos entre leales a El Gadafi y opositores armados en el flanco oeste de Ajdabiya, donde los segundos approvecharon los bombardeos aliados para tratar de romper las defensas gubernamentales y avanzar hacia el enclave petrolero de Brega.
Igualmente, las tropas regulares confirmaron que mantenían el asedio a Misratah, el principal bastión de la insurgencia en la región occidental del país, pero desmintieron versiones de residentes y de fuentes occidentales de que sus ataques hayan causado 23 muertos.
Zonas meridionales de Trípoli fueron alcanzadas por misiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) esta madrugada, de acuerdo con reportes de la televisión estatal libia que el jueves también mostró ataques similares en la universidad local.
Las imágenes dejaban ver columnas de humo negro en el cielo de la parte sureste de la ciudad, donde ayer y las primeras horas de este viernes se escucharon explosiones y el vuelo de aviones de combate, causando temor entre mujeres, niños y otros civiles.
El breve reporte recordó que las alarmas se activaron el jueves en partes de la ciudad a causa de las incursiones aéreas de la alianza en la cafetería de la universidad, donde periodistas extranjeros pudieron constatar la destrucción de ventanas y puertas de cristales.
Voceros de la OTAN negaron las agresiones a áreas residenciales o civiles, pero admitieron haberlas sobrevolado con el fin de inhabilitar una batería de misiles tierra-aire situada unos 40 kilómetros al sur.
A primeras horas de hoy la televisión estatal reprodujo en vivo la inesperada intervención de Aisha el Gadafi, quien afirmó que la demanda de Occidente de que su padre abandone el poder "es un insulto a todos los libios" y -aseguró- "somos un pueblo que no puede ser derrotado".
La hija del líder de la Jamahiriya apareció en un balcón del complejo gubernamental de Bab Aziziyah y recordó que hace exactamente 25 años aviones militares de Estados Unidos lo bombardearon y causaron la muerte de muchas personas, incluidos niños.
"Déjenme retroceder en el tiempo", señaló para apuntar que "en 1911 Italia mató a mi abuelo en un ataque aéreo y ahora están tratando de matar a mi padre. Qué Dios maldiga sus manos", recalcó ante seguidores que agitaban banderas verdes y fotos de El Gadafi.
Agregó que cuando era una niña de nueve años en ese mismo complejo residencial los estadounidenses "trataron de matarme, mataron a docenas de niños en Libia y ahora, después de 25 años, los mismos misiles, las mismas bombas, llueven sobre las cabezas de mis hijos y los suyos".
"Váyanse de nuestros cielos con sus bombas", gritó refiriéndose a los ataques de la OTAN mientras alzaba el puño y preguntaba si los "civiles inocentes" a los que afirma proteger son "la gente que tiene armas automáticas y granadas de mano".
La comparecencia de Aisha El Gadafi estuvo antecedida de la aparición de su padre en una caravana de carros que recorrió el centro de esta capital el jueves, en medio de la aclamación y la sorpresa de numerosos transeúntes, porque coincidió con ataques de la OTAN.
Entretanto, prosiguen los enfrentamientos entre leales a El Gadafi y opositores armados en el flanco oeste de Ajdabiya, donde los segundos approvecharon los bombardeos aliados para tratar de romper las defensas gubernamentales y avanzar hacia el enclave petrolero de Brega.
Igualmente, las tropas regulares confirmaron que mantenían el asedio a Misratah, el principal bastión de la insurgencia en la región occidental del país, pero desmintieron versiones de residentes y de fuentes occidentales de que sus ataques hayan causado 23 muertos.
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