Trípoli, 19 abr (PL) El Ejército libio continuó hoy sus operaciones en inmediaciones de la ciudad de Ajdabiya, frenando el avance de las fuerzas rebeldes hacia el enclave petrolero de Brega, mientras sigue el pulso militar en la occidental Misratah.
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Luego de haber retrocedido el lunes unos 40 kilómetros al oeste de Ajdabiya, las tropas leales al líder libio, Muamar el Gadafi, obligaron a los opositores a reconsiderar la reconquista de la estratégica Brega y su refinería, pese a contar con apoyo de aviones de la OTAN.
De acuerdo con reportes difundidos en Trípoli, la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) incrementó los bombardeos sobre posiciones gubernamentales en alrededores de Ajdabiya, pero no impidieron que la artillería terrestre golpeara a los alzados.
Voceros de la insurgencia indicaron que una batería de misiles Grad fue enviada a esa urbe procedente de Benghazi, convertida en capital de la oposición representada por el Consejo Nacional de Transición (CNT).
Corresponsales en zonas dominadas por los insurrectos describieron que entre los combatientes creció el entusiasmo luego de circular noticias de que la Unión Europea podría decidir el envío de tropas terrestres a Libia, lo cual no contempla la resolución de la ONU.
Asimismo, se conoció que la pasada madrugada los aviones de guerra de la OTAN bombardearon y desmantelaron una columna de refuerzos del gobierno libio cuando se dirigía a la sitiada localidad de Misratah, el único bastión opositor en el occidente de esta nación norafricana.
Los alzados aseguraron que se trataba del sexto contingente de combatientes enviado desde Trípoli para sofocar la resistencia, y las unidades regulares fueron sorprendidas cuando salían de las montañas de la ciudad de Beni Walid en el sur de Misratah.
Testigos agregaron que la OTAN atacó en la madrugada una instalación de radares cercana al puerto de la ciudad y los rebeldes relataron que al caer la noche los aviones aliados la sobrevolaron y se escucharon masivas explosiones, pero no precisaron cuáles fueron los blancos.
Igualmente, se registraron enfrentamientos armados en el distrito de Al-Jabal Al-Gharbi, en el oeste de Trípoli, donde se estima en más de 100 los muertos por ataques de ambos bandos con cohetes, al igual que ocurrió en las ciudades de Yafran y Nalut.
Desde Benghazi, la segunda ciudad libia, llegaron informes de creciente inquietud entre la jefatura del CNT y la población por el empeoramiento de las condiciones económicas por la progresiva escasez, de dinero en efectivo mientras se estanca el conflicto.
Al igual que ocurre a los ciudadanos en territorios controlados por el Gobierno, a esos problemas se añaden el alza de precios, los impagos de algunos salarios y la disminución de la oferta en los mercados.
De acuerdo con reportes difundidos en Trípoli, la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) incrementó los bombardeos sobre posiciones gubernamentales en alrededores de Ajdabiya, pero no impidieron que la artillería terrestre golpeara a los alzados.
Voceros de la insurgencia indicaron que una batería de misiles Grad fue enviada a esa urbe procedente de Benghazi, convertida en capital de la oposición representada por el Consejo Nacional de Transición (CNT).
Corresponsales en zonas dominadas por los insurrectos describieron que entre los combatientes creció el entusiasmo luego de circular noticias de que la Unión Europea podría decidir el envío de tropas terrestres a Libia, lo cual no contempla la resolución de la ONU.
Asimismo, se conoció que la pasada madrugada los aviones de guerra de la OTAN bombardearon y desmantelaron una columna de refuerzos del gobierno libio cuando se dirigía a la sitiada localidad de Misratah, el único bastión opositor en el occidente de esta nación norafricana.
Los alzados aseguraron que se trataba del sexto contingente de combatientes enviado desde Trípoli para sofocar la resistencia, y las unidades regulares fueron sorprendidas cuando salían de las montañas de la ciudad de Beni Walid en el sur de Misratah.
Testigos agregaron que la OTAN atacó en la madrugada una instalación de radares cercana al puerto de la ciudad y los rebeldes relataron que al caer la noche los aviones aliados la sobrevolaron y se escucharon masivas explosiones, pero no precisaron cuáles fueron los blancos.
Igualmente, se registraron enfrentamientos armados en el distrito de Al-Jabal Al-Gharbi, en el oeste de Trípoli, donde se estima en más de 100 los muertos por ataques de ambos bandos con cohetes, al igual que ocurrió en las ciudades de Yafran y Nalut.
Desde Benghazi, la segunda ciudad libia, llegaron informes de creciente inquietud entre la jefatura del CNT y la población por el empeoramiento de las condiciones económicas por la progresiva escasez, de dinero en efectivo mientras se estanca el conflicto.
Al igual que ocurre a los ciudadanos en territorios controlados por el Gobierno, a esos problemas se añaden el alza de precios, los impagos de algunos salarios y la disminución de la oferta en los mercados.
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