Harare, 30 mar (PL) El ministro de Minería de Zimbabwe, Obert Mpofu, ratificó hoy aquí que el Proceso de kimberley, organismo supervisor del comercio de diamantes, autorizó a este país del sur africano a exportar sus piedras preciosas.
La industria del principal yacimiento minero de Marange, en el este del país, desde hace varios meses estaba impedida de exportar sus producciones de esas gemas debido a sanciones externas, bajo el pretexto de que en esa zona se violaban los derechos humanos.
Tales acusaciones, encabezadas por el gobierno de Estados Unidos y otros integrantes del sistema de certificación diamantífero, fueron negadas reiteradamente por el gobierno del presidente Robert Mugabe.
Mpofu señaló que la oposición a las ventas del mineral procedente de este país africano responde a un componente político, y consideró que Zimbabwe cumplió siempre con los requisitos de certificación de los diamantes.
Zimbabwe, conocido como Casa de Piedra y con una población de más de 12 millones de habitantes, es considerado uno de los territorios con mayores reservas de diamantes y platino en el mundo.
A inicios de este mes el Jefe de Estado, Mugabe, señaló que los nuevos filones de gemas recién descubiertos en el distrito de Marange contribuyen a mitigar, con sus ingresos, las sanciones económicas impuestas por Occidente contra este país africano.
La Unión Europea y aliados como el Reino Unido aplicaron desde 2002 medidas económicas y financieras contra Zimbabwe, luego de que el Ejecutivo confiscó miles de hectáreas de tierra en poder de unos pocos colonos blancos y las distribuyó entre unas 300 mil familias negras.
El gobierno zimbabuense defiende que el Estado debe tener en sus manos las acciones mayoritarias de todas las sociedades mineras en este Estado africano.
La industria del principal yacimiento minero de Marange, en el este del país, desde hace varios meses estaba impedida de exportar sus producciones de esas gemas debido a sanciones externas, bajo el pretexto de que en esa zona se violaban los derechos humanos.
Tales acusaciones, encabezadas por el gobierno de Estados Unidos y otros integrantes del sistema de certificación diamantífero, fueron negadas reiteradamente por el gobierno del presidente Robert Mugabe.
Mpofu señaló que la oposición a las ventas del mineral procedente de este país africano responde a un componente político, y consideró que Zimbabwe cumplió siempre con los requisitos de certificación de los diamantes.
Zimbabwe, conocido como Casa de Piedra y con una población de más de 12 millones de habitantes, es considerado uno de los territorios con mayores reservas de diamantes y platino en el mundo.
A inicios de este mes el Jefe de Estado, Mugabe, señaló que los nuevos filones de gemas recién descubiertos en el distrito de Marange contribuyen a mitigar, con sus ingresos, las sanciones económicas impuestas por Occidente contra este país africano.
La Unión Europea y aliados como el Reino Unido aplicaron desde 2002 medidas económicas y financieras contra Zimbabwe, luego de que el Ejecutivo confiscó miles de hectáreas de tierra en poder de unos pocos colonos blancos y las distribuyó entre unas 300 mil familias negras.
El gobierno zimbabuense defiende que el Estado debe tener en sus manos las acciones mayoritarias de todas las sociedades mineras en este Estado africano.
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