Trípoli, 30 mar (PL) Fuerzas del Ejército mantuvieron hoy sus posiciones en torno a Bin Jawad y frenaron la ofensiva de los rebeldes armados hacia el oeste de Libia, pese a ser apoyados por los bombardeos de la coalición internacional.
Por segundo día consecutivo las huestes de los irregulares debieron retroceder ante la potencia de fuego de los leales al líder libio, Muamar el Gadafi, cuya defensa de la ciudad de Sirte ha sido mucho más sólida de lo imaginado por los alzados, según sus propios líderes.
Los insurrectos intentan desde el domingo hacerse con el control de Sirte, la ciudad natal de El Gadafi, confiados en la ayuda de los bombardeos indiscriminados de la coalición internacional sobre ciudades de la costa este y oeste del país.
Actualmente los combates más encarnizados se registran en la localidad de Nawfaliya, unos 180 kilómetros al oriente de Sirte, y según distintas fuentes, a mediodía de este miércoles se movían hacia Ras Lanuf, el principal enclave petrolero del país norafricano.
Por su lado, la televisión oficial libia destacó la resistencia de los militares gubernamentales y en su programación habitual intercala reportes de los éxitos en el terreno de operaciones militares, así como de la solidaridad popular al mandatario.
Al margen de los espacios noticiosos habituales, el canal Al Jamahiriya mantiene conexión telefónica con ciudadanos que expresan lealtad a El Gadafi y condenan la que denominan "brutal cruzada colonial" contra su nación.
Junto con epítetos muy despectivos para los presidentes de Estados Unidos y Francia, la televisión informó de concentraciones de "hombres y mujeres acompañados de sus niños" frente a Bab Al-Aziziya, un lugar emblemático de Trípoli donde se repiten marchas progubernamentales.
Los manifestantes, describió Al Jamahiriya, cantan y corean consignas que "materializan la alta moral del pueblo heroico de Libia que cree en su victoria, por la voluntad de Allah, frente a la colosal cruzada colonial".
Asimismo, informó de actos de solidaridad de profesores y estudiantes de la universidad de Shebha, de escuelas islámicas, imanes y otros sectores sociales.
Por segundo día consecutivo las huestes de los irregulares debieron retroceder ante la potencia de fuego de los leales al líder libio, Muamar el Gadafi, cuya defensa de la ciudad de Sirte ha sido mucho más sólida de lo imaginado por los alzados, según sus propios líderes.
Los insurrectos intentan desde el domingo hacerse con el control de Sirte, la ciudad natal de El Gadafi, confiados en la ayuda de los bombardeos indiscriminados de la coalición internacional sobre ciudades de la costa este y oeste del país.
Actualmente los combates más encarnizados se registran en la localidad de Nawfaliya, unos 180 kilómetros al oriente de Sirte, y según distintas fuentes, a mediodía de este miércoles se movían hacia Ras Lanuf, el principal enclave petrolero del país norafricano.
Por su lado, la televisión oficial libia destacó la resistencia de los militares gubernamentales y en su programación habitual intercala reportes de los éxitos en el terreno de operaciones militares, así como de la solidaridad popular al mandatario.
Al margen de los espacios noticiosos habituales, el canal Al Jamahiriya mantiene conexión telefónica con ciudadanos que expresan lealtad a El Gadafi y condenan la que denominan "brutal cruzada colonial" contra su nación.
Junto con epítetos muy despectivos para los presidentes de Estados Unidos y Francia, la televisión informó de concentraciones de "hombres y mujeres acompañados de sus niños" frente a Bab Al-Aziziya, un lugar emblemático de Trípoli donde se repiten marchas progubernamentales.
Los manifestantes, describió Al Jamahiriya, cantan y corean consignas que "materializan la alta moral del pueblo heroico de Libia que cree en su victoria, por la voluntad de Allah, frente a la colosal cruzada colonial".
Asimismo, informó de actos de solidaridad de profesores y estudiantes de la universidad de Shebha, de escuelas islámicas, imanes y otros sectores sociales.
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