Las protestas contra planes antisindicales continúan en Ohio y Wisconsin, mientras manifestantes de otros 14 estados apoyan el descontento de trabajadores públicos, bomberos, policías y maestros.
El diario de The Washington Post comenta hoy que miles de manifestantes protestan frente al Capitolio de la capital de Ohio, Columbus, ante la inminente votación este miércoles por el Senado de una ley dirigida a reducir los poderes de negociación de los sindicatos.
El plan del gobernador de Ohio, el republicano Juan Kasich, da continuidad al proyecto presentado semanas atrás por su par de Wisconsin, Scott Walker, y constituye la tónica de la oposición en Estados Unidos, decidida a bajar el presupuesto de la nación.
Si en Wisconsin los 14 demócratas miembros del Senado se ausentaron del Estado para boicotear la votación, esa estrategia no es válida para Ohio, al no contar con el número suficiente para retener o retrasar la iniciativa.
Post reportó que en Columbus los manifestantes acusaron a los legisladores y en particular al gobernador de aprovecharse de la crisis del presupuesto para destruir a los sindicatos.
Las medidas, también a diferencia de las dictadas en Wisconsin, afectan a los agentes de policía y bomberos, y de aprobarse este miércoles unos y otros deberán enfrentar recortes sociales como el incremento en el costo del sistema de pensiones y de seguro médico.
En los planes de ajuste, aunque las evidencias apunten a un problema económico, el móvil republicano es cortar a los demócratas el tradicional apoyo del movimiento sindical, con vistas a las elecciones presidenciales de 2012.
Para algunos políticos es hora de que el presidente Barack Obama, dada la magnitud y permanencia de las masivas protestas, diga algo al respecto, aunque otros creen debe mantenerse al margen para evitar involucrarse en las presiones republicanas.
El plan de Walker en Wisconsin también prevé reducir el gasto de ayuda a los gobiernos locales y a distritos escolares, lo cual conduciría al despido de unos 12 mil trabajadores en los próximos dos años.
En Ohio las medidas podrían afectar a unos 300 mil trabajadores, entre empleados públicos, bomberos, policías, maestros, entre otros.
Algunos estiman que en ese estado, el tercero de la Unión con mayor pérdida de empleo en la actual crisis, las manifestaciones han sido más prolongas que en Wisconsin.
Lo anterior está dado en su elevado peso económico que justifican un movimiento sindical de mayor fuerza.
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