"El matrimonio civil es más barato que el religioso". La frase salió rotunda y de titular al portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. Y trató de explicarla. Porque no se refería tanto al mayor coste económico de las bodas por la Iglesia, sino al hecho de que es mucho más fácil casarse y descasarse por lo civil. Más fácil que "cambiar de móvil". Algo que, en su opinión, no tienen en cuenta las estadísticas oficiales ni los titulares de prensa cuando aseguran que los matrimonios civiles superan ya a los canónicos.
Dolido por esas noticias, el secretario del episcopado trató de demostrar con argumentos que no es verdad que haya ya, en España, más matrimonios civiles que religiosos. "Las estadísticas no reflejan la realidad con exactitud y comparan peras con manzanas". Luego, las estadísticas son falsas. Primero, "porque son magnitudes no comparables". Y segundo y sobre todo, porque no tienen en cuenta que los matrimonios civiles "se pueden repetir cada tres meses, es decir, cuatro veces en un año y, en cambio, los canónicos son para toda la vida". O casi, porque también se anulan.
Además, el matrimonio civil no es sólo entre un hombre y una mujer, sino entre cualesquiera ciudadanos por tres meses. O, como dijo, Camino, casarse por lo civil "es más leve que contratar un servicio de telefonía móvil".
Y aunque terminó reconociendo que es verdad que, en España, han bajado todos los matrimonios, tanto los civiles como los religiosos, acusó de este fenómeno, que nos conduce a "un futuro oscuro", a las políticas familiares españolas "inexistentes" e "infundadas". Más aún, contrarias al matrimonio y a la familia. "Hay demasiadas políticas hostiles al matrimonio y a la vida, demasiados apoyos a la ideología de género, que agravan notablemente los problemas".
'Hay una destrucción legal del matrimonio'
Es tan penosa la situación del matrimonio y de la familia en España que, según el secretario de los obispos, "el matrimonio en España ha dejado de existir", porque "la ley no reconoce el matrimonio. Hay una destrucción legal del matrimonio. La ley no reconoce esposa y esposo, sino cónyuge A y B; no hay padres, sino progenitor A y progenitor B. Es una cosa perjudicial para el bien común". Una situación que, a su juicio, clama al cielo y nos diferencia de los demás países de nuestro entorno. Por ejemplo, de Francia, donde, según adujo Camino, el Tribunal Constitucional acaba de proclamar el matrimonio entre un hombre y una mujer como "acorde con la tradición y con la realidad humana".
Preguntado si está amenazada la libertad religiosa en España, el portavoz de los obispos señaló que sí, pero "en otro orden de cosas" y con diferencias con otros sitios "donde ni la vida está asegurada por ser católico". Y concluyó: "Aquí eso no pasa, gracias a Dios".
En otro orden de cosas, el portavoz episcopal se mostró favorable a poner a disposición de la Justicia a los religiosos que pudiesen haber estado implicados en el robo de niños. "Si realmente hay personas implicadas vinculadas a la Iglesia, será la Justicia quien tendrá que esclarecerlo y actuar en consecuencia. Tendrá la colaboración de la Iglesia".
Por último, preguntado si los curas están preocupados por sus pensiones de jubilación, Camino no supo contestar si la reforma de las pensiones afecta al personal eclesiástico. "No estoy seguro no lo sé. El régimen de la seguridad social del clero tiene sus peculiaridades, porque ni los obispos ni los sacerdotes son asalariados ni trabajadores por cuenta ajena, tienen un régimen especial". Y, además, no se jubilan y siguen ejerciendo su ministerio mientras pueden. Para Dios, no hay jubilados.
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