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miércoles, 9 de junio de 2010

Las resistencias bacterianas avanzan

Las bacterias son un ejemplo de supervivencia. Desde que en los años 40 Fleming descubriera el primer antibiótico -la penicilina-, muchos han sido los fármacos a los que los patógenos han conseguido 'rebelarse'. El siguiente en esta larga lista, según apuntan los resultados de un estudio español, podría ser el linezolid.

Esta investigación, cuyos resultados publica esta semana la revista ‘Journal of the American Medican Association’ ('JAMA'), ha descrito por primera vez un brote de 'Staphylococcus aureus' resistentes a este antibiótico hasta ahora 'invicto'.

Las resistencias bacterianas a uno de los antibióticos más utilizados, la meticilina son muy frecuentes, sobre todo en el entorno hospitalario. Precisamente para evitar infecciones en pacientes con problemas de salud, cada vez es más habitual el empleo de linezolid, un fármaco muy efectivo al que los patógenos no habían conseguido resistirse. Sin embargo, las tornas podrían estar cambiando.

"Y que podamos perder esa eficacia es una mala noticia", apunta Miguel Sánchez, jefe del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y principal autor de la investigación. Su equipo identificó en 2008 a 12 pacientes ingresados en la UCI con 'staphylococcus aureus' resistentes a linezolid.

Protocolo de revisión

Según explica, la detección del primer caso se produjo gracias a un protocolo de revisión que se realiza sistemáticamente en el hospital. Este plan exige que cada semana se hagan análisis a todos los pacientes de la UCI para comprobar si son portadores de patógenos resistentes a los antibióticos.

Al constatar la existencia de más casos, el hospital tomó una serie de medidas para evitar más contagios, como el aislamiento de los pacientes –que fueron tratados con otros antibióticos-, la protección de los sanitarios o la reducción del uso de linezolid.

Estas estrategias, explica Sánchez, facilitaron el rápido control del brote, que "no ha vuelto a aparecer".

Además de detectar estos casos de 'rebeldía' bacteriana -los patógenos también eran resistentes a la meticilina- , su investigación también les permitió descubrir el mecanismo por el que los 's. aureus' se volvían resistentes. Según sus datos, una mutación genética confería a los patógenos una mayor capacidad de supervivencia y transmisión.

En sus conclusiones, los investigadores reconocen que la reducción del uso de linezolid fue clave para acabar con el problema.

En la misma línea se pronuncia Robert P. Gaynes, autor de un editorial que acompaña a este trabajo en 'JAMA', quien remarca que "optimizar el uso de los antibióticos se vuelve esencial para controlar con éxito brotes como el citado".

El uso masivo de antibióticos se ha señalado en numerosas ocasiones como una de las principales causas de la extensión de las resistencias bacterianas a los medicamentos.

En ese sentido, el especialista del centro madrileño recuerda la importancia de regular el uso de antibióticos en todos los ámbitos. "El uso de antibióticos es humanos es minúsculo comparado con el que se emplea en la agricultura, y eso no siempre se tiene en cuenta", concluye.

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