Los clientes que pacientemente hacían ayer cola para recoger el preciado postre se entretenían contemplando esta exquisita novedad. "Es la primera vez que oigo hablar de ella, pero la encuentro muy original. Si celebrara la Pascua con mis amigos, seguro que la compraría", afirmaba con deseo Jordi Nadales, de 20 años. Más suerte tuvo el hijo de tres años de Carmen Campillos, que ayer recibió una mona con una imagen de la película Pesadilla antes de Navidad en 3D.
Las posibilidades son infinitas, pero este año la pastelería Turull ha optado por utilizar imágenes tridimensionales ya existentes de películas de gran éxito como Avatar, así como fotografías de naturaleza. Todo, a partir de unos 30 o 40 euros. El precio incluía las gafas.
"Este año aún es un tierno experimento, pero las monas en 3D van a ir a más", añadió Joan Turull, pastelero y presidente de la Federación Catalana de Pastelería. El gremio cuenta con un experto en fotografía trabajando para conseguirlo. El objetivo es elaborar las monas con la imagen que pida el cliente.
La crisis no disminuye la venta de monas, pero el consumidor mira más el precio. Las ventas en esta Semana Santa cumplieron con las expectativas de los pasteleros catalanes, con unas 660.000 unidades, cifra muy similar a la del año pasado, aunque de tamaño más pequeño y coste inferior al registrado en años anteriores.
El personaje de dibujos animados Bob Esponja dominó las ventas, hasta el punto de que algunos pasteleros tuvieron que hacer figuras de última hora para atender a la demanda. Este personaje superó con creces en éxito a las monas decoradas con jugadores del Barça y a los personajes de Disney.
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