El Inter le tiene más ganas que nadie al Barça. Losnerazzurri sienten que están ante la oportunidad de su vida en la Copa de Europa, un torneo que no ganan desde 1965, nada que ver con una Liga que les resulta muy familiar, aunque ahora el líder sea el Roma. Moratti lleva toda su vida aguardando que el Inter gane la Champions después de batir al campeón, condición que ahora mismo recae en el Barça, el equipo que, por lo demás, ha alimentado precisamente las expectativas italianas. El Inter es ahora mismo lo que ha querido que sea el Barcelona.
Laporta prefirió a Guardiola antes que a Mourinho y Guardiola cambió a Eto'o por Ibrahimovic, operación que permitió financiar los fichajes del Inter, muchos y buenos. Motta ha crecido como jugador, ningún ariete ataca mejor los espacios que Milito, Sneijder pone muy bien el balón, Eto'o lleva cuatro goles en seis días y Mourinho funciona como Jack el Destripador: Hay pocos técnicos que sepan analizar mejor y neutralizar al contrario que el portugués, deseoso de alcanzar un título que en Italia últimamente se vincula al Milan, ganador en 2007.
El reto es mayúsculo para el Barça, esclavo de su estilo, admirado por su aura, siempre en busca de la perfección. De la misma manera que el Inter es el peor de los enemigos, sobre todo por su capacidad para negar al rival, los azulgrana son el mejor equipo desde la afirmación, por su capacidad para generar fútbol y ganar a adversarios como losnerazzurri. Así quedó escrito en la liguilla de clasificación. El Barça, semifinalista de la competición por tercera vez consecutiva, acostumbra a imponer el factor campo en las eliminatorias: lleva 11 partidos invicto en cancha ajena, desde agosto de 2008 en Cracovia, y no pierde una ronda en casa desde 2003, cuando le eliminó la Juve.
Ocurre que los nerazzurri están invictos en casa. Mourinho sólo ha perdido uno de los 52 partidos jugados en el Giusseppe Meazza, en noviembre de 2008 contra el Panathinaikos. Los goles en campo contrario acostumbran a ser decisivos, y al Barça le conviene marcar tras quedarse a cero con el Espanyol por cuarta vez en lo que va de curso: Kazán, Valencia y curiosamente en su anterior visita a Milán con el Inter, fueron las anteriores. "Ahora somos mejor equipo que en noviembre", advierte Mourinho. "La eliminatoria está al 50%".
Al Barça, por lo demás, no le van los partidos volcánicos, ruidosos, y el Inter tiene mucho carácter y está más descansado. La expedición azulgrana se ha quejado del trato de la organización por no facilitar su desplazamiento. Ambos equipos necesitan un buen resultado para su moral en las respectivas Ligas. Ausente Iniesta, Guardiola confía en la asociación Xavi-Messi mientras que Mourinho podría dar descanso a Pandev y alinear a Maicon como volante para jugar un 4-1-4-1. Los detalles se presentan como decisivos en un encuentro que arbitrará curiosamente un portugués conocido de Mourinho.
Enamorada del espíritu solidario de su equipo, la hinchada azulgrana echa de menos a veces a un futbolista que marque las diferencias por su cuenta cuando los partidos se enredan como pasó en Cornellà. ¿Messi? A veces funciona como Messi FC y a veces es el punto final del fútbol coral del Barcelona, dispuesto a ser el primer equipo que renueva el título desde que la Copa de Europa se llama Champions. La prueba del Inter puede ser definitiva. Hoy se verá el primer acto en el Giusseppe Meazza.
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