Brentan señaló que son 90 euros por cliente y año, un esfuerzo que, según defendió, ha colocado los estándares de calidad (medidos en términos de tiempo de interrupción equivalente a la potencia instalada o TIEPI) en un punto tan sensible como Girona por encima incluso de los de grandes capitales como Madrid. Brentan sostuvo así que el apagón fue fruto de una catástrofe y en modo alguno de desidia o falta de inversión. No es algo gratuito: si el tripartito concluye en los expedientes que ha abierto para explicar la caída de la red que se debió a un fenómeno meteorológico, Endesa se librará de abonar idemnizaciones.
La compañía restableció ayer la luz a todos los abonados, con lo que al final ha tardado 11 días en restaurar el suministro a todos los afectados, en total 220.000. Ahora se enfrenta a posibles sanciones, como la que conoció ayer: el Gobierno canario la ha multado con seis millones de euros por dejar siete horas sin luz a casi medio millón de abonados en 2009.
Las quejas no cesan: al manifiesto de protesta de los alcaldes le siguieron las críticas del Gobierno catalán y las manifestaciones de comerciantes y empresarios turísticos. Ayer Unió de Pagesos pidió a Endesa que pague los daños que está causando durante su reparación de la red. La lista es larga: maquinaria pesada que ha prescindido de los caminos y ha dañado campos cultivados; abandono de hierros en prados, lo que pone en peligro a animales y las máquinas de segar; rotura de cadenas en caminos privados, y dejadez al abandonar los restos de las torres viejas al lado de las nuevas, ocupando zonas sin permiso. "Lo que no se puede hacer es querer arreglar una cosa y estropear otra", criticó el coordinador del sindicato, Joan Caball.
Mientras, el conflicto entre los departamentos de Interior y Economía continúa. El director general de Energía, Agustí Maure, invitó a Joan Boada, secretario general de Interior, a que le envíe información "fundamentada" sobre su denuncia de anteayer, según la cual Endesa utiliza en Cataluña material obsoleto en desuso en el resto de España. Boada insinuó también que Economía no revisó bien las líneas. El consejero de Obras Públicas, Joaquim Nadal, admitió fallos en la respuesta del tripartito en la nevada: "Informamos poco y mal sobre las incidencias en Cercanías".
El presidente de CiU, Artur Mas, lamentó en una charla en el Círculo de Economía, ante 200 empresarios, que Cataluña se dejara perder una empresa elétrica y que sea otra con su casa matriz fuera del país la que preste un servicio básico.
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