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jueves, 11 de febrero de 2010

Tres médicos uruguayos recibidos en Cuba parten como voluntarios a Haití

Tres jóvenes médicos uruguayos, graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de Cuba, viajarán mañana a Haití para colaborar con los afectados por el terremoto. Permanecerán en la zona del desastre por tres meses apoyando a la brigada médica Henry Reeve.

"Parecería que fuera un contrasentido, pero nos sentimos felices y afortunados por la convocatoria que nos hiciera la ELAM para viajar a Haití con el propósito de brindar asistencia médica", afirmaron los jóvenes médicos en diálogo con LA REPUBLICA.

Adriana Escobal (32), Florencia Sacchi (28) y Federico Lübbe (33) respondieron de inmediato a una convocatoria que hizo la ELAM a todos los graduados para ayudar en Haití.

En realidad fueron más de 20 los jóvenes uruguayos graduados en Cuba que se ofrecieron voluntarios, pero no pudieron lograr que en sus trabajos les dieran licencia sin goce de sueldo para cumplir con su labor humanitaria. Las dificultades las enfrentaron tanto en el ámbito público como en el privado.

Los tres profesionales, graduados en 2006 y 2007 en la ELAM, partirán mañana a las 20.30 horas, rumbo a La Habana, donde recibirán un esquema de vacunación y se les dará orientaciones generales de la tarea a desarrollar en Haití, además de un curso sobre desastres naturales. Allí se sumarán con otros graduados de la ELAM provenientes de una veintena de países que se formaron gratuitamente en Cuba.

Florencia explicó que "Cuba corre con todos los gastos, pasaje, manutención y equipamiento, es un esfuerzo gigante".

Escobal y Lubbe trabajaron voluntarios en el Congo y Sacci en las zonas pobres y alejadas de Guatemala.

Aquí en Uruguay, Sacci trabaja en el Mides, "donde recibí todo el apoyo para que me fuera a Haití desde el comienzo"; Escobal y Lubbe realizan guardias en instituciones privadas, "nos arreglamos como pudimos".

"Somos uruguayos que vamos con otra bandera, y quizá por eso, no se tuvo el apoyo oficial tanto de las empresas, como de Salud Pública para acceder a la licencia sin goce de sueldo", explicó Lübbe.

Igualmente, un grupo de graduados sigue trabajando para poder sumarse en marzo a la misión cubana en Haití.

"HAY QUE SER SOLIDARIOS"

Ante la pregunta de por qué van a Haití, Florencia responde por los tres: "hay que ser solidarios, la medicina es solidaridad, de humanidad".

Cuando estaban estudiando en Cuba se convocó para ir voluntarios a ayudar en Bolivia asolada por graves inundaciones, junto con otros compañeros se anotaron, pero esa vez no pudieron ir. A partir de esta convocatoria, fueron tenidos en cuenta para la brigada solidaria cubana Henry Reeve. Cuba mantiene misiones médicas permanentes de solidaridad en 25 países, pero además, a raíz del huracán Katrina, creó una fuerza médica de respuesta a desastres. El gobierno de EEUU no los dejó entrar. Pero la Henry Reeve ya marcó su presencia solidaria en el terremoto de Pakistán, las inundaciones en Bolivia y los huracanes en Centroamérica. Es una de las fuerzas médicas más experientes del mundo y se basa en la adhesión voluntaria de los participantes.

HAITÍ COMO OBJETIVO

Los tres jóvenes médicos compatriotas no tienen certezas sobre el lugar que les asignarán para la prestación de la asistencia en territorio haitiano, y cabe la posibilidad de que los tres uruguayos estén separados, en distintos puntos del país. Cuba tiene una misión médica solidaria permanente en Haití desde hace 12 años, se quedaron durante los huracanes del año pasado y están trabajando desde el momento mismo del terremoto. Tienen instalados siete hospitales de campaña, integran la misión 604 cubanos y 394 jóvenes haitianos graduados en Cuba. Desde el terremoto han atendido 53.402 pacientes, realizaron 3.367 intervenciones quirúrgicas, instalaron 16 salas de operaciones y tienen funcionando 18 equipos quirúrgicos.

Lo único seguro es que estos profesionales brindarán asistencia en medicina general integral, residiendo en un campamento, conjuntamente con otras 50 personas.

Los jóvenes médicos señalaron que en un principio su permanencia en la isla es por tres meses, pero el plazo podría ser mayor. Destacaron que en Haití irán directamente a buscar a los pacientes efectuando tareas de prevención y promoción primaria de salud.

"Nos imaginamos que cuando lleguemos a Haití nos vamos a encontrar con una situación abominable. No sabemos en qué condiciones estaremos, si tendremos luz o no, y por lo tanto, nos preparamos para las peores situaciones", indicó Sacchi.

Lübbe acotó que desde que se graduaron sabían que su futuro "no era ser médicos de consultorio y que la vocación iba por la asistencia directa".

"Somos médicos para esto, para ayudar a la gente, no para estar pensando que cuando recetas un antibiótico al paciente lo van a ejecutar en la caja y no se sabe si podrá comprarlo o no. Aquí sabemos que todos los recursos van a estar para salvar vidas, para resolver problemas de la gente que está muy mal", agregó.

En los preparativos para el viaje, los tres médicos buscan no descuidar ningún detalle, incluso tienen elaborados carteles con imágenes del cuerpo humano, para ayudar a la comunicación en Haití. "Una palabra mal comprendida o no dicha puede ser complicado al momento de hacer un diagnóstico", explicaron.

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