El Pleno del Congreso se vio este jueves alterado por un pequeño incidente que tuvo como protagonista al presidente de la Cámara, José Bono, que observó con sorpresa cómo empezaba a salir humo de debajo de su mesa durante el primer debate de la mañana. Según informaron fuentes parlamentarias, todo se debió a un problema de la fuente de alimentación del ordenador.
El "pequeño cortocircuito" como lo definió la vicepresidenta primera de la Cámara Baja, Teresa Cunillera, tuvo lugar mientras el portavoz del PP en la Comisión de Fomento, Andrés Ayala, intervenía desde la tribuna en el debate de convalidación del decreto ley relativo a los controladores aéreos.
La cosa no fue a más porque enseguida se procedió a echar agua en el lugar del cortocircuito. "Se ha echado agua que es lo más correcto y lo más elemental en estos casos", comentó Cunillera en los pasillos del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.
Fue el propio Bono el que explicó después en los pasillos del Congreso lo que había ocurrido y que fue él quien arrojó el agua del vaso que cada miembro de la Mesa tiene delante mientras se celebra la sesión plenaria."No ha habido nada más". "Lamento que no podáis poner un titular hablando de las llamas", dijo con ironía a los medios de comunicación.
También la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, restó importancia a este episodio. "Ha quedado todo en un poquito de humo y en un olor muy suave", explicó Pastor, quien en un primer momento había relatado que en el lugar que ocupa la Presidencia de la Cámara se había extendido un olor a "alubias quemadas", justo después del cortocircuito.
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