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jueves, 11 de febrero de 2010

El Ayuntamiento de Palma plantea importar la nueva Ley del cine catalán

Se critica la forma, no el fondo. Catalán en el cine sí, pero no así. El polémico proyecto de ley del cine catalán dio el salto al plano político en el Parlament de Cataluña. Casi al mismo tiempo el Consell Municipal de Cultura de Palma enviaba un comunicado en el que anunciaba la presentación de una iniciativa para elaborar una propuesta de Ley del Cine similar a la de Cataluña.

El Año Chopin o el Proyecto de un plan de estudios superiores de música tradicional son algunos de los temas que el Consell Municipal de Cultura debatirá en su reunión de hoy presidida por la regidora de Cultura de Cort, Nanda Ramon, que comenzará a las 17 horas en la Fundación Pilar i Joan Miró. Pero sin duda la propuesta de la importación de la Ley del cine catalán a Baleares centrará toda la atención después de que anunciaran el miércoles su debate. Una propuesta que, según explicaba el propio Consell, de aprobarse sería trasladada al Parlament balear para su votación.

El anuncio del Consell se produjo el mismo día en que en Cataluña dos partidos de la oposición (el PP catalán y Ciutadans) argumentaron en el pleno del Parlament sus enmiendas a la totalidad del texto (que no fueron aprobadas) y intentaron hacer entender al conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras, que si impulsaran la digitalización en el cine conseguirían, sin multas ni sanciones, lo mismo que trata de lograr ahora con esta ley: que los catalanes puedan ver cine en catalán.

'Vivimos un Gran Hermano lingüístico'

Por su parte, CiU se mostró a favor de la ley, aunque con reservas. "Bienvenidos al lugar en el que estábamos hace más de una década", dijo el rdiputado de CiU Jordi Cuminal en referencia a la ley que impulsó su partido en 1998 y que "no consiguió todo lo que queríamos". "En aquel momento, el PSC se posicionó en contra de las cuotas y ERC, de las sanciones, y hoy en su ley, hay unas y otras", añadió Cuminal.

"Vivimos un Gran Hermano lingüístico", sentenció el diputado del PP, Rafael López. "Vigilamos en qué lengua hablan los profesores, en qué lengua hablan los niños en el patio y hasta en qué lengua vemos las películas", añadió el diputado, que insistió en que "esta es una ley de política lingüística pura y dura" que, además, "llega en el peor momento, para el sector y para la legislatura".

En este sentido, Cuminal recordó que, en el mejor de los casos, "la ley se aprobará en mayo, empezará a aplicarse antes de final de año y sus frutos se verán en 2015, así que no estamos hablando de que el mundo vaya a cambiar de hoy para mañana, que nadie se haga ilusiones". "Vivimos en el mundo, no encerrados en Cataluña, y lo primero que tendría que hacer el conseller Tresserras es hablar con la gente que hace cine, con la que lo distribuye y con la que lo exhibe", apuntó el diputado de Ciutadans, Albert Rivera, a lo que la diputada de ERC, Maria Mercè Roca, replicó: "Contamos con el apoyo de la opinión pública, ésta es una ley muy dialogada y muy discutida, hemos hablado mucho con todas las partes y todavía lo hacemos".

"Esta ley es una estocada mortal al cine, y el conseller lo sabe", aseguró Rivera. "Desde nuestro partido no discrepamos con el objetivo de que el catalán esté presente en el cine, pero sí con la forma en que se pretende conseguir", dijo.

"El conseller tiene una propuesta del sector desde septiembre encima de la mesa y todavía no les ha dicho nada", añadió Rivera. "Tampoco ha considerado las alternativas propuestas por majors y exhibidores y debería importarles más cómo estimular el cine catalán de calidad que si Harry Potter habla o no en catalán", agregó López.

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