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jueves, 11 de febrero de 2010

31 años de la Revolución Islámica en Irán

Por Dr. Moretzá Tafrishí - Embajador de la República Islámica de Irán en Uruguay

Hoy celebramos el 31º aniversario del triunfo de la Revolución Islámica de Irán, una revolución que cambió el rumbo de la historia y marcó el último cuarto del siglo pasado. La Revolución Islámica de Irán de 1979 echó por tierra la nefasta tradición colonial de dividir el mundo en dos partes, hegemónica y claudicada. Este hecho condujo a importantes cambios no sólo en las ecuaciones políticas dominantes en el mundo sino que también puso fin al monopolio de la superioridad de las potencias mundiales y de los países desarrollados en el terreno de la ciencia y la tecnología, abriendo así un nuevo capítulo para el desarrollo y el progreso en todas las naciones injustamente mantenidas en subdesarrollo.

Haciendo un repaso histórico a lo que fue Irán antes de la Revolución Islámica de 1979 y lo que es actualmente nos revela que el Irán pre revolucionario era un país dependiente plenamente de Occidente y de los gobiernos hegemónicos imperialistas que le robaban su riqueza natural, el petróleo, y lo mantenían en condiciones de subdesarrollo. Los índices de desarrollo se encontraban en los niveles mínimos y no había señal de avance científico alguno ya que no lo permitían las potencias hegemónicas. El triunfo de la Revolución Islámica puso un punto final a toda esta situación de modo que hoy se ven claramente sus resultados en todos los campos, político, económico, cultural, científico industrial, etcétera. Estos resultados son, en otras palabras, la personificación de los mismos lemas del pueblo iraní durante la Revolución, cuando reclamaba en las multitudinarias manifestaciones callejeras "independencia, libertad, República Islámica" o "ni Oeste ni Este, sólo Revolución Islámica". Los enemigos del pueblo iraní hicieron todo a su alcance para impedir el desarrollo duradero de Irán, imponiendo al país severos embargos y bloqueos y hasta una guerra impuesta en la persona del ex dictador iraquí Saddam Hussein, pero no pudieron conseguir su objetivo.

Irán actualmente es uno de los 16 países del mundo con mayor crecimiento económico. En la educación antes de la Revolución el índice de alfabetismo era tan sólo de 45% mientras actualmente esta cifra es de 95%. El número de universidades y centros de educación superior no alcanzaba a 200 mientras hoy día superan 1.500 universidades y centros de educación superior funcionando en todo el país con un total de 2,5 millones de estudiantes. Las distintas disciplinas científicas, como la nanotecnología, la biotecnología, la medicina, la genética, la investigación sobre células madre, la clonación de animales con el objeto de producir fármacos especializados, la industria aeroespacial y la fabricación de aviones y satélites y su puesta en órbita, así como el uso pacífico de la energía nuclear, han tenido un vertiginoso desarrollo en la República Islámica de Irán de modo que el país está entre los pioneros en estas disciplinas en el mundo. Antes de la Revolución Islámica en Irán contábamos sólo con 26 represas para la generación eléctrica y el riego, mientras hoy se han construido 550 represas en todo el país e Irán se considera a este respecto el tercer gran constructor de represas a nivel mundial. La esperanza de vida antes de la Revolución era de 51 años; hoy día esta cifra es de 75 para las mujeres y 72 para los hombres.

Todos estos progresos han tenido lugar en difíciles condiciones en las que potencias occidentales y a la cabeza de ellas Estados Unidos nos han mantenido bajo estrictas restricciones y embargos, pero aun así no pudieron doblegar la voluntad del pueblo iraní e impedirle alcanzar las nobles metas de su Revolución, puesto "que si un pueblo quiere puede" y esto lo ha demostrado a pleno el pueblo iraní.

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