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domingo, 24 de julio de 2011

Uruguay espera con equipo confirmado


Ya está. No hay más espera, más viajes, no se sacan más cuentas, no se piensa en la primera fase, ni en la segunda, ni en el rival de cuartos, ni con quién se va a jugar la semifinal. Ya está. Uruguay llegó al final del camino en la Copa América sorteando todos y cada uno de los obstáculos que tuvo en ese sendero que recorrió entre empates y victorias. No habrá mañana, no habrá un después, hoy se llegó a lo más alto y queda un paso nada más. Puede ser el paso de la victoria o de la derrota, pero todo se resolverá en 90 minutos, en un solo partido, quizás en un alargue o en la serie de penales, pero esta tarde se le pone punto final a la Copa, una Copa que tuvo a la Celeste como protagonista.

Y fue, si se quiere, hasta una "remake" de la Copa del Mundo 2010, porque Uruguay llegó sin estar en la consideración de muchos y en base a triunfos fue abriéndole los ojos a todos, transitando un sendero espinoso por el cual otros favoritos iban quedando por el camino. Así fue como llegó hasta el final. Y lo hizo como en Sudáfrica, yendo de menos a más.

Lo hizo con la mística que marca la historia: como contra Argentina, con todo en contra y con diez jugadores desde los 40` del primer tiempo. A partir de ese momento, Uruguay volvió a ser Uruguay, el que todos esperábamos, el de la ilusión, los sueños, la entrega y la lucha sin cuartel. El del despliegue solidario, el del juego colectivo, el de la defensa firme, el medio batallador y la ofensiva letal. Ese que logró la admiración de todos, ese mismo que hoy genera sana envidia y emoción.

Ya está. No hay nada más que recorrer, apenas 90 minutos, poco, demasiado poco después de tanto camino recorrido. De San Juan a Mendoza, de Mendoza a La Plata, de La Plata a Santa Fe y otra vez a La Plata. Y hoy a Buenos Aires, a ese Monumental que todavía llora el descenso de River, que conserva en sus paredes el dolor de sus hinchas, pero que abre sus brazos para ser testigo de otra fiesta.

Ya está. Ni siquiera se puede elegir el rival, porque el que estará enfrente es Paraguay. Un equipo batallador, aguerrido, con jugadores de experiencia y fogueados en estas lides; un conjunto trabajado, que conservó el plantel mundialista y a su entrenador.

Ya está. Se terminaron las especulaciones, las cuentas y las apuestas. La cátedra perdió por goleada. Esta final, preparada para argentinos y brasileños, tendrá otros protagonistas, esos que no estaban en los cálculos. Uruguay y Paraguay van a pelear por la Copa. Por un triunfo, por el título. Ya está. No hay que dar más vueltas ni armar más valijas. Hoy se termina todo. Habrá un campeón y el mundo entenderá, de una vez por todas, que Uruguay y Paraguay son países distintos que persiguen un mismo objetivo: la gloria.

Ficha del partido

Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Sebastián Coates, Martín Cáceres; Álvaro González, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos, Álvaro Pereira; Diego Forlán y Luis Suárez. DT: Oscar Tabárez.

Paraguay: Justo Villar; Darío Verón, Paulo Da Silva, Antolín Alcaraz, Iván Piris; Edgar Barreto, Néstor Ortigoza, Cristian Riveros, Marcelo Estigarribia; Nelson Haedo Valdez y Lucas Barrios. DT: Gerardo Martino.

Estadio: Monumental.

Los números entre Paraguay y Uruguay en Copa América.


De los 24 enfrentamientos entre paraguayos y uruguayos, la Albirroja triunfó en 6 oportunidades, se registraron 5 empates y Uruguay ganó 13 veces.

Paraguay busca una victoria ante los charrúas en la Copa, luego de 64 años, donde triunfó por 4 a 2 en 1947, en Guayaquil.

El último enfrentamiento tuvo lugar en Perú, en la Copa del 2004, con victoria uruguaya, por 3 a 1. Darío Silva en dos ocasiones y Carlos Bueno convirtieron para la celeste, mientras que Carlos Gamarra lo hizo para la Albirroja.

En aquella ocasión el DT paraguayo era Carlos Jara Saguier y el equipo formó de la siguiente manera:

Villar, Pedro Benítez, Carlos Gamarra, Julio Manzur, Derlis González y Ernesto Cristaldo; Edgar Barreto, Carlos Humberto Paredes y Aureliano Torres; Nelson Haedo y Freddy Bareiro. También ingresaron Diego Figueredo, Julio Dos Santos y David Villalba.

Paraguay lleva una amplia ventaja ante Uruguay en partidos en Buenos Aires

Las selecciones de Paraguay y Uruguay jugarán este domingo la final de la Copa América, en el estadio Monumental.

En Buenos Aires, capital de Argentina, Paraguay y Uruguay se enfrentaron en 5 oportunidades, las cinco por Copa América, en las cuales la Albirroja se impuso en 4 ocasiones y Uruguay en 1.

El primer cotejo en Buenos Aires fue el 9 de octubre de 1921, Paraguay se impuso 2-1 a Uruguay. Ese partido se disputó en el estadio del Sportivo Barracas.

El segundo encuentro se jugó en el Monumental de River Plate, el 1 de noviembre de 1929, Paraguay goleó 3-0.

El tercer enfrentamiento fue 2 de enero de 1937, el seleccionado nacional superó a Uruguay por 4-2 en la cancha de San Lorenzo de Almagro. En tanto, el cuarto partido entre paraguayos y uruguayos también se jugó en la cancha del conjunto azulgrana, fue el 8 de febrero de 1946 y Paraguay triunfó por 2-1.

El último compromiso entre la Albirroja y el equipo charrúa en Buenos Aires fue el 18 de marzo de 1959, Paraguay cayó 3-1 en el Monumental.

Todo está listo, solo se espera que empiece a rodar el balón para disfrutar de la gran final de la Copa América Argentina 2010.

Uruguay - Paraguay Copa America 2011 Terere Celeste


Pistolero: caro, pero el mejor




Luis Suárez es una de las claves de este Uruguay finalista. Lleva tres goles convertidos en la Copa América. Este año, su pase al Liverpool se transformó en el más elevado para un futbolista de su país.

Charrúas y guaraníes: un duelo entre guapos del Sur

Los dos seleccionados prolongaron su marcha positiva en la cita continental de Argentina tras haber sido los representativos de América Latina más destacados en el Mundial de Sudáfrica 2010, donde Uruguay logró el cuarto puesto y Paraguay fue eliminada en cuartos por España, finalmente la campeona.

Los dos seleccionados mantienen un histórico estilo de solidez defensiva, orden táctico y eficaz juego aéreo, aunque en este torneo Uruguay saca ventaja en la ofensiva, con un letal delantero Luis Suárez y con el estelar Diego Forlán muy preciso en las asistencias.

La Celeste llega al duelo decisivo con la ventaja de haber tenido un día más de descanso y sin haber recurrido a la prórroga al vencer a Perú 2-0 en los 90 minutos, mientras que Paraguay, que jugó el miércoles por semis ante Venezuela, sí se fue a la definición por penales, la que ganó 5-3.

La Selección albirroja se instaló en la final tras un curioso recorrido de cinco empates en igual número de compromisos, incluidos alargues definidos en tanda de penales en cuartos ante Brasil (2-0) y en la semifinal ante Venezuela, con un discreto rendimiento general.

"En la final no importa el cansancio sino cómo uno esté a nivel anímico", replicó el sábado el delantero de Paraguay, el argentino naturalizado Lucas Barrios, al resaltar el factor psicológico como gravitante en la definición.

Irregulares, pero no perdieron

En cambio, el equipo dirigido por Óscar Tabárez fue de menor a mayor y su mejor rendimiento hasta ahora en la Copa se produjo en la semifinal contra Perú.

El orientador de la Selección guaraní, el argentino Gerardo Martino, quien no podrá sentarse en el banquillo en la final por ser expulsado ante Venezuela, admitió que sus dirigidos no han jugado nada bien durante el torneo, pero afirmó que no han planificado los partidos para empatar.

"En las charlas técnicas no le digo a mis jugadores que tenemos que empatar, sino que hay que ganar y las circunstancias nos dieron empates y penales. Si el título lo ganamos de esta manera lo voy a festejar de igual manera", dijo en una rueda de prensa en el hotel donde se hospeda el plantel guaraní.

Su colega Tábarez elogió al rival de la final al que calificó de "un equipo de una gran historia, con una gran tradición de luchar contra la adversidad y que es especialista en el juego aéreo".

"Por algo, fuera de Brasil y Argentina, es el único seleccionado que se ha clasificado a los últimos cuatro mundiales (desde Francia 1998 hasta Sudáfrica 2010), con lo difícil que es lograr esto en Sudamérica", destacó.

Revenden populares a US$ 300


En silencio y con perfil bajo circulan miles de uruguayos por las calles de Buenos Aires con bolsos llenos de ilusiones. Varias ilusiones: la primera es ver al equipo de Tabárez campeón de América, la segunda -y fundamental- conseguir una entrada para el partido.

El éxodo de hinchas celestes fue permanente y todo indica que hoy habrá récord de uruguayos en un partido disputado en el exterior.

Ya contra México y Perú se vistieron de celeste varias tribunas del Único de La Plata, pero seguramente el número de parciales que llegaron en las últimas horas por aire, tierra o mar será superior al de encuentros anteriores. Para esta tarde se calculan 20 mil pero pueden ser más.

Muchos uruguayos vinieron jugados a Buenos Aires. No tuvieron forma de conseguir entradas en Montevideo y les sobra fe para conseguir en el Obelisco o en las inmediaciones del Monumental.

Muchos se fueron de camping en los alrededores del estadio y van a permanecer ahí hasta el inicio del partido. Todos ellos están dispuestos a convertirse en presas de especuladores y oportunistas que, por estas horas, están en su salsa, a la espera que algunos de estos uruguayos muerdan el anzuelo ante la desesperación por conseguir un boleto.

Por otra parte, y de acuerdo al relevamiento realizado por Ovación en esta ciudad, la cantidad de entradas truchas que circulan en la calle es proporcional al número de desconfiados en el momento de hacer la transacción.

Las cifras que se manejan invitan a pensarlo varias veces: una cabecera valuada en 80 pesos argentinos (20 dólares) se revendió en 300 de la moneda norteamericana. "¿Si eso vale una cabecera a cuánto estará una platea?", preguntó desconsolado Carlos, un uruguayo dispuesto a pagar -como mucho- 250 dólares.

Habrá muchos Carlos que no lograrán el objetivo de acceder al Monumental. Para ellos, la organización dispone de pantallas gigantes en la Plaza San Martín, donde se desarrolla el Fan Fest de la Copa América. La otra puede ser invertir la plata destinada a la entrada en una de las liquidaciones de la calle Florida.

Los celestes cruzaron con o sin entrada



Se inició ayer el éxodo celeste por el puente Fray Bentos- Puerto Unzué. A pesar de las cuatro sendas habilitadas, se formaron extensas colas de vehículos con uruguayos ansiosos por llegar a Buenos Aires para observar la final entre Uruguay y Paraguay.

Como se informara ayer, cientos de uruguayos llegarán a Buenos Aires aún sin tener asegurada su entrada para el partido en el Monumental e intentarán conseguirlas por estas horas, seguramente a través de la reventa.

Igualmente, como se constató desde ayer, el problema no es solo de entradas, sino también de poder llegar a tiempo. El movimiento es constante y desde la mañana las filas superaron el puesto de control de Prefectura y se extendieron más allá del puente, hacia la ruta nacional N° 2.

Esta madrugada no menos de 150 ómnibus llegaron al puente San Martín, por lo que algunos automovilistas decidieron cruzar por Paysandú-Colón, porque si bien tienen que hacer 220 kilómetros más, se evitan las horas de espera en el puesto fronterizo.

Ayer, el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, quedó "atrapado" en la fila de autos junto a su hijo. Se acercó a los funcionarios para charlar del funcionamiento del operativo y, ante el ofrecimiento de pasar por otra vía, optó por esperar como el resto.

El más lindo Día del Padre: con la Celeste




Están todos, o casi todos. Llegaron desde todas partes del mundo y se instalaron en Buenos Aires. Todos con una finalidad, con la misma finalidad. Ver a sus hijos (o a sus padres) jugar la final de la Copa América. En los ratos libres, se los ve charlar, caminar, jugar o simplemente matear con los suyos.

Ahí está el padre de Sebastián "Loco" Abreu, el del "Ruso" Diego Pérez, el del "Mota" Walter Gargano, el de Diego Lugano, pero también están sus hijos, sus señoras, sus madres, sus hermanos y hermanas.

Vinieron todos, o casi todos, y nada mejor que pasar un día domingo en familia, con los más cercanos -como se debe- pero con la mesa servida dentro en la cancha, viéndolos jugar, admirándolos cuando se paran ante todos con la frente erguida y la mirada fija.

Allí están, padres, hijos, abuelos, todos juntos viviendo y vibrando con la Celeste.

Los padres de los futbolistas, los hijos de los jugadores, todos lejos de casa, a cientos o miles de quilómetros, pero juntos, unidos, abrazados a la misma bandera, aferrados a la misma ilusión, acunando el mismo sueño.

Acá o allá, no importa dónde ni cómo. Todos están viviendo su día... el Día del Padre. Adentro, o afuera de la cancha. Da igual.

Ajedrez táctico por un jaque al Rey


No sueltan prenda. No dan el equipo. Ni dejan ver los entrenamientos. Son técnicos con trayectoria, que encabezan dos proyectos y que, a su manera, los han llevado a buen puerto. Óscar Washington Tabárez en Uruguay y "Tata" Martino en Paraguay. Los dos son entrenadores elegidos por los periodistas de América como los mejores del continente (en 2007 y 2010) en la encuesta anual de El País.

No habrá tregua, ni empate. Este juego de ajedrez que ambos proponen, sacando, corriendo, y moviendo piezas, no terminará en tablas, uno de los dos hará caer al Rey -de América- en el tablero verde de Núñez.

Mueve Martino: "Con esta dignidad alcanza para ganar la Copa América, la entrega de los jugadores ha sido admirable, estoy muy conforme con lo que han dado, tuvieron una gran actitud", dijo el entrenador argentino a cargo de la selección paraguaya.

Mueve Tabárez: "Nos preparamos como si Paraguay fuera a dar el máximo de su potencial. Después, si no lo da, mejor para nosotros, pero no nos va a tomar de sorpresa", dijo el entrenador celeste en su conferencia de prensa del viernes.

Ahora mueve Martino: "Uruguay llega de menos a más y Paraguay al revés, pero si hay algo que caracteriza al equipo es que nunca baja los brazos, y así ha sido hasta ahora. No todo ha sido tan malo, por algo estamos acá", dijo el Tata ante los medios.

Es el turno del maestro: "Por respeto y por forma de trabajo eso es lo que debemos esperar de Paraguay, un equipo que lucha, que pelea, que es duro", agregó Tabárez.

Vuelve a mover Martino: "No hace falta que nos recuerden que jugamos mal, nosotros somos los primeros en analizar y en ver los partidos; pero así y todo, hemos podido sortear rivales difíciles, que llegaban como favoritos", señaló el técnico de Paraguay.

Mueve Tabárez: "Es una final, y como tal hay que encararla. Nos preparamos para esto; entrenamos, trabajamos para esto, ahora hay que jugarla, ojalá podamos lograr el objetivo que nos propusimos, pero nunca vamos a dar un partido ganado antes de jugarlo", indicó el orientador celeste antes de la final.

Turno de Martino: "Yo termino mi vinculación con la selección de Paraguay el domingo... no puedo decir si sigo o no... veremos qué pasa, hoy me debo a esta selección y no me permito hablar de otra cosa", señaló el técnico guaraní, al que muchos sitúan como candidato para "la Argentina".

Tres peones, dos alfiles, dos torres por el camino. El juego de ajedrez que montaron Tabárez y Martino se verá hoy. Cuidando y guardando piezas, recorriendo el tablero de la Copa. Pensando cada jugada y cada palabra. Trabajando en silencio, lejos de todo y de todos. Hoy no habrá tablas. Los dos fueron "reyes" en la encuesta de El País y saben que uno de los dos deberá tirar al Rey; el otro dirá Jaque Mate.

Sacaron la misma ventaja: dos votos

Tabárez es actualmente el mejor técnico de América, según la encuesta de El País. Ganó el premio con 55 votos, superando en dos al argentino Marcelo Bielsa. En 2007 el mejor entrenador del continente fue Gerardo Martino, por su trabajo en la selección de Paraguay, con 40 votos y superando por dos a su compatriota

La hora de ser "inolvidable"


Que Forlán hizo una gran Copa América nadie lo puede discutir. Es un referente del equipo y sólo le faltó el último toque. Un poco de fortuna. Su sequía goleadora ha llenado ríos de tinta en todo el mundo, pero él sigue sin estar preocupado.

"Ya lo dije, estoy tranquilo. He tenido oportunidades, no entraron, pero lo más importante es que el equipo está logrando los resultados", dijo una vez más Forlán, que explicó que tal vez el tema pase por la función que debe cumplir con la selección, un poco más retrasado. Además, señaló que disfruta tanto de hacer los goles como de darlos.

"La verdad que me agarra más grande, con experiencia. Hoy en día no es algo que me quite el sueño. Obviamente que como delantero me gusta hacer goles y lo disfruto, pero hoy en la selección juego un poco más retrasado. Disfruto haciendo goles y dándolos", explicó.

Sobre el partido de esta tarde, dijo que el equipo llega tranquilo, pero consciente que es la primera final que se disputa desde la nueva "era Tabárez".

"Estamos contentos de estar en esta final. Es la primera vez que tenemos esta oportunidad. Estamos muy tranquilos, descansando y pensando en el partido. Sabemos que va a ser complicado", advirtió.

En ese sentido, señaló que Paraguay es un equipo duro y que los choques con los guaraníes siempre fueron difíciles.

"Todos los partidos con Paraguay son duros, siempre son difíciles. Sabemos que va a ser complicado como todos en la copa y este no va a ser la excepción. Veremos como hacemos para hacer un buen partido y sacar un buen resultado", comentó.

Pese a que Paraguay no llega de la mejor manera, sin ganar un solo partido, el hombre del Atlético de Madrid destacó que todo eso queda atrás ya que las finales son partidos aparte.

"Cada uno lo analiza a su manera y hay tantos medios que todo el mundo habla y uno respeta lo que dicen. Sabemos que es un partido aparte, es un final y los dos tienen merecido estar donde están. Sabemos que va a ser complicado, lo tenemos muy claro".

Para Diego, la posibilidad de hoy es "importante" y aseguró que sería algo "inolvidable" quedarse con la Copa.

"Ganar un titulo siempre es importante, más con la selección. De chicos tuvimos la suerte de ver a Uruguay campeón y ahora tenemos esta oportunidad. Sería algo inolvidable para todos nosotros", expresó el delantero.

Consultado sobre la ausencia de Argentina y Brasil de la definición, dijo que eso no quita que sean las dos grandes potencias del continente y se "desmarcó" rápidamente cuando quisieron poner a Uruguay en la cima del concierto continental.

"Son dos potencias, por más que hayan quedado abajo nuestro en el Mundial y en la Copa. Eso no significa que estemos por arriba de ellos. Son resultados, circunstancias. Ellos no dejan de ser potencias, siguen siendo la referencia de muchos países y para nosotros siguen teniendo el mismo lugar que ocuparon siempre", opinó.

Finalmente, al ser consultado sobre qué debe mejorar Uruguay de cara al gran choque, dijo que el gran problema del equipo ha venido siendo la posesión de pelota, aunque no lo valoró como algo tan determinante ya que la selección tiene su propio estilo de juego.

"Lo que uno quisiera mejorar es obviamente la posesión de la pelota pero eso algo que nunca hicimos, ni siquiera en el Mundial. Nosotros tenemos nuestro estilo de juego y lo tratamos de hacer de la mejor manera para lograr los objetivos que nos planteamos", explicó.

Uruguay va por su 15ª Copa América frente a Paraguay


Ya está. No hay más espera, más viajes, no se sacan más cuentas, no se piensa en la primera fase, ni en la segunda, ni en el rival de cuartos, ni con quién se va a jugar la semifinal. Ya está. Uruguay llegó al final del camino en la Copa América sorteando todos y cada uno de los obstáculos que tuvo en ese sendero que recorrió entre empates y victorias. No habrá mañana, no habrá un después, hoy se llegó a lo más alto y queda un paso nada más. Puede ser el paso de la victoria o de la derrota, pero todo se resolverá en 90 minutos, en un solo partido, quizás en un alargue o en la serie de penales, pero esta tarde se le pone punto final a la Copa, una Copa que tuvo a la Celeste como protagonista.

Y fue, si se quiere, hasta una "remake" de la Copa del Mundo 2010, porque Uruguay llegó sin estar en la consideración de muchos y en base a triunfos fue abriéndole los ojos a todos, transitando un sendero espinoso por el cual otros favoritos iban quedando por el camino. Así fue como llegó hasta el final. Y lo hizo como en Sudáfrica, yendo de menos a más.

Lo hizo con la mística que marca la historia: como contra Argentina, con todo en contra y con diez jugadores desde los 40` del primer tiempo. A partir de ese momento, Uruguay volvió a ser Uruguay, el que todos esperábamos, el de la ilusión, los sueños, la entrega y la lucha sin cuartel. El del despliegue solidario, el del juego colectivo, el de la defensa firme, el medio batallador y la ofensiva letal. Ese que logró la admiración de todos, ese mismo que hoy genera sana envidia y emoción.

Ya está. No hay nada más que recorrer, apenas 90 minutos, poco, demasiado poco después de tanto camino recorrido. De San Juan a Mendoza, de Mendoza a La Plata, de La Plata a Santa Fe y otra vez a La Plata. Y hoy a Buenos Aires, a ese Monumental que todavía llora el descenso de River, que conserva en sus paredes el dolor de sus hinchas, pero que abre sus brazos para ser testigo de otra fiesta.

Ya está. Ni siquiera se puede elegir el rival, porque el que estará enfrente es Paraguay. Un equipo batallador, aguerrido, con jugadores de experiencia y fogueados en estas lides; un conjunto trabajado, que conservó el plantel mundialista y a su entrenador.

Ya está. Se terminaron las especulaciones, las cuentas y las apuestas. La cátedra perdió por goleada. Esta final, preparada para argentinos y brasileños, tendrá otros protagonistas, esos que no estaban en los cálculos. Uruguay y Paraguay van a pelear por la Copa. Por un triunfo, por el título. Ya está. No hay que dar más vueltas ni armar más valijas. Hoy se termina todo. Habrá un campeón y el mundo entenderá, de una vez por todas, que Uruguay y Paraguay son países distintos que persiguen un mismo objetivo: la gloria.

ATENCIÓN A ....

Diego Forlán

Símbolo de esta exitosa generación, "Cachavacha" tendrá, una vez más, todas las cámaras sobre sí. El goleador del Atlético de Madrid ha hecho de todo en la Copa menos anotar. Su movilidad y entendimiento con Suárez volverá a ser clave.

Justo Villar

El arquero es candidato a ser el mejor jugador del torneo. Su seguridad bajo los tres palos son el principal motivo de la presencia de la selección paraguaya en la final. Lleva 240` invicto y crece en las tandas de penales.

Con pito norteño

El brasileño Salvio Fagundes se encargará de conducir la final en el Monumental de Núñez, repitiendo el trabajo de su compatriota Romualdo Arpi Filho en 1987, quien fue el juez principal del triunfo 1-0 de Uruguay sobre Chile. Aquel juego terminó con dos expulsados por bando.

Revancha el 11/10

El fútbol da la revancha y las eliminatorias sudamericanas, que comienzan en octubre, serán el escenario donde Uruguay y Paraguay se volverán a ver las caras. El duelo, parte de la segunda fecha, ocurrirá el 11 de octubre en Asunción pero en juego ya no habrá un título.

Furia guaraní

La página de Facebook de Fox Sports se vio inundada por los hinchas paraguayos que insultaron a la cadena por el supuesto favoritismo hacia la selección uruguaya y la falta de cobertura de la final. La situación fue tal que un periodista pidió al aire calma a los hinchas.

Y los mexicanos

No sólo con Fox Sports están peleados los paraguayos. El periodista mexicano Gerardo Velázquez de León también es persona non grata en Asunción luego de escribir que la selección albirroja es una "vergüenza internacional" dado que "implora" para llegar a los penales.

Por necesidad

Hércules le busca una nueva casa a Nelson Haedo Valdez, dado que considera que la venta del delantero guaraní le permitiría al equipo "respirar" para poder rearmar su plantilla en la Liga Adelante. El equipo pide cinco millones de euros. El Wigan inglés ha ofertado cuatro.

Sigan al "profe"

Las últimas dos finales continentales que terminaron consagrando campeón a Uruguay tienen un denominador común: el gol de Pablo Bengoechea. El "Profesor" aprovechó un rebote para anotar el tanto del triunfo en 1987 y, en 1995, clavó un tiro libre al ángulo para poner el 1-1.

Ficha del partido

Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Sebastián Coates, Martín Cáceres; Álvaro González, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos, Álvaro Pereira; Diego Forlán y Luis Suárez. DT: Oscar Tabárez.

Paraguay: Justo Villar; Darío Verón, Paulo Da Silva, Antolín Alcaraz, Iván Piris; Edgar Barreto, Néstor Ortigoza, Cristian Riveros, Marcelo Estigarribia; Nelson Haedo Valdez y Lucas Barrios. DT: Gerardo Martino.

Estadio: Monumental.

Hora: 16:00.

Arbitro: Salvio Fagundes (Brasil).

Televisa: AUGIRONA

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FORLAN: "He aprendido a disfrutar del fútbol sin el gol"


Los hijos de los jugadores de Uruguay han dejado de corretear por los salones del hotel. Los familiares han desaparecido y solo quedan unos pocos periodistas. Asoma por el bar Diego Forlán (Montevideo, 1979), entrega unas entradas a unos amigos y da la vez para las cuatro entrevistas que le esperan: "Ceno y bajo". Media hora después atiende a los enviados especiales de Canal + España, ESPN, de un canal uruguayo y EL PAÍS. La última vez que Uruguay ganó la Copa América, en 1995, Forlán tenía 16 años, lo vio en casa y lo festejó, como todo el país, en las calles.

Pregunta. Su abuelo materno y su padre ya fueron campeones de América. ¿Qué consejo le ha dado su padre?

Respuesta. Con mi abuelo, que ya falleció, no hablé mucho. Sería algo espectacular ser la tercera generación en conseguirlo. No lo digo por mi padre, pero sentimos que cuando defendemos la celeste rendimos homenaje a muchos jugadores. Mi padre solo me ha dicho: "Sacrificio y trabajo".

P. ¿Ha descubierto que hay fútbol más allá del gol?

R. No me voy a volver loco por no hacer goles, lo llevo bien porque por ahí estoy en una fase de madurez, no tengo ansiedad, al contrario, estoy disfrutando mucho. Me toca jugar en una posición diferente, estoy cómodo. Es cierto, he aprendido a disfrutar del fútbol más allá del gol. Disfruto de dar pases, de un rol diferente. Ya lo dice la camiseta, soy un número 10 y me siento cómodo.

P. ¿El gol se olvida?

R. No, el gol se tiene o no se tiene, pero es siempre producto de un cúmulo de circunstancias y por ahí se han de dar todas juntas. A mí me faltó alguna, porque tuve las ocasiones, pero la mandé al palo, alta, la atajó el portero. No, no me he olvidado de cómo se grita un gol. Lo importante es qué goles vamos a tener.

P. ¿Es fácil jugar con Luis Suárez?

R. Es un jugador enorme, muy buen pibe, humilde, trabajador, peleón. Da mucho al equipo, es impresionante su capacidad para sacar ventaja de cada balón. Tenemos buena onda, fuera y en el campo, porque llevamos mucho jugando juntos.

P. No hay más que verles para entender que ese es el secreto de la celeste, la buena onda, los años.

R. Ese es el secreto de cualquier equipo: si vos ves a España, es lo mismo. Las semifinales en el Mundial, esta final, son el fruto del trabajo, de una actitud.

P. Como dijo Iker Casillas antes de la final de Johanesburgo, ¿a veces los sueños se cumplen?

R. No lo sé, yo llevo desde chico soñando con una final como esta. He jugado algunas con clubes, pero esto es especial. Sabes que juegas por tu país, por los niños que, como tú soñaste, fabulan ahora en las calles que juegan esta final. Yo no soy distinto. He salido campeón, he ganado reconocimientos, he marcado muchos goles... Se me han hecho realidad muchos sueños, pero me queda uno y vamos a luchar por él.

P. Es partido para el corazón, para la garra charrúa...

R. Hay que estar tranquilo y jugar como se ha de jugar. No hay que dejarse llevar por la emoción porque eso te juega una mala pasada. Hay que disfrutarlo como lo que es, pero no dejarse llevar por la emoción. Hay que pelearlo, jugarlo y disfrutarlo, y pelearlo porque no va a ser fácil.

P. ¿Qué es la garra charrúa?

R. Un mito. Obviamente se da por los partidos épicos, como el otro día con 10 contra Argentina. Esa entrega la tienen muchas selecciones, no solo nosotros.

P. Uruguay ya piensa en festejos, ¿le preocupa?

R. Podemos perder. Paraguay es muy peligrosa. Hemos jugado de juveniles, de mayores, sabemos que somos un equipo parejo: les hemos ganado, nos ganaron, empatamos... Paraguay es finalista porque lo ha ganado y habrá tenido suerte, pero eso también juega. Sabemos que va a ser difícil. Yo no me he imaginado levantando la Copa, me imagino peleando por conseguirla, eso sí.

P. ¿Cómo explica que un país tan pequeño como el suyo genere tanto talento?

R. Impresionante. ¡Con las carencias que hay! No crea que tenemos unas estructuras sólidas, que los niños trabajan en las mejores condiciones... No. Somos tres millones y pico y competimos con Brasil, Argentina, con las potencias europeas...

P. ¿Ha jugado contra Justo Villar?

R. Es un gran arquero que está jugando sensacional. Su rendimiento con Paraguay aumenta nuestro desafío. Le hice dos goles, uno en Liga y otro con Uruguay.

P. ¿Dónde jugará la próxima temporada?

R. En el Atlético. Tengo contrato y mi intención es cumplirlo, siempre fue así. Yo nunca he dicho que me quiera ir. Solo dije que no podía ser un falso y descartar que un día me vaya. No solo por mí, también el club puede recibir una oferta. ¿Y entonces? No soy un falso, que salga a decir "no me iré nunca", y luego de un cachetazo por la espalda y haga las maletas. Esto es fútbol y nunca sabes. Pero ni negocio ni busco equipo. Ya tengo un equipo.

P. ¿Se sintió solo en el vestuario del Atlético la pasada temporada?

R. No, no... Tuve compañeros que me ayudaron muchísimo: Simão, Tiago, Paulo [Assunção], Juanfran.... Fuera del vestuario probablemente sí. Yo creo que, cuando tienes un jugador, debes protegerlo, no hablo solo de directivos. Y ahí afuera estaba solo.

P. ¿Qué le parece cómo lo ha llevado El Kun?

R. Es su decisión, yo no me voy a meter. Soy muy respetuoso con las decisiones de los demás.


¿Vuelve el Porsche de James Dean?

"Estoy fascinado con la idea de recuperar esa leyenda técnica". La frase es de Matthias Muller, máximo responsable de Porsche, y la leyenda a la que se refiere es el Porsche 550 Spyder, un pequeño deportivo biplaza de propulsion trasera, sin ningún tipo de techo, y que gracias a su extrema ligereza, le bastaban 110 caballos de potencia para lanzarse hasta los 240 km/h.

Pero no fueron estas virtudes técnicas las que más fama le dieron, sino que fuese el coche a cuyos mandos se mató el actor James Dean, que vivió y murió como el 550 Spyder: rápido, muy rápido.

De llegar a buen puerto, su sucesor se denominaría Spyder 551 y mantendría el mismo esquema técnico, aunque Porsche buscaría colocarlo justo en el extremo opuesto al que ocupaba el original: como su modelo de acceso, orientado a un público más joven y también más propenso a dejarse influir por la leyenda de Dean. Hoy, ese honor le corresponde al Boxster, también un descapotable biplaza con 255 caballos y un precio de 54.000 euros.

El 'pequeño bastardo', un coche maldito

Esa cifra es apenas la cuarta parte de lo que habría que pagar hoy si trasladásemos en el tiempo los 7.000 dólares que costó el 550 Spyder adquirido por un prometedor actor de Hollywood y aficionado a correr con coches, James Dean. Una auténtica promesa que convertía en éxito todo lo que tocaba y tenía una gran pasión por los automóviles. Su gusto por el mundo del motor le llevó a cambiar su 'obsoleto' Porsche 356 Speedster por el que bautizó como el 'pequeño bastardo', el modelo 550 Spyder de la marca de lujo, una adquisición momentánea hasta que estuviera acabado su gran sueño, el Lotus Mk X, que no iba a estar finalizado antes de que comenzara la carrera de Salinas, en California, y en la que el gran Dean iba a dar lo mejor de sí mismo.

Sin embargo, la fatalidad del destino quiso que el actor y piloto jamás llegara, de hecho, fueron numerosas las personas que le advirtieron la temeridad de conducir un vehículo tan potente en aquel entonces. Incluso, él mismo fue un visionario de su propia muerte tal como relató poco después del accidente su gran amiga, Elisabeth Taylor. Era la tarde del 30 de septiembre de 1955 cuando Dean se encontraba en la intersección de la Route 466 con la 41, donde el estudiante Donald Turnspeed, que según relatan los atestados policiales conducía a gran velocidad su Ford Custom Tudor Coupé se empotró frontolateralmente contra el también conocido como el coche maldito, falleciendo el afamado actor durante su traslado al hospital.

Una leyenda negra que acababa de comenzar, el coche que quedó en manos de la compañía aseguradora fue adquirido por 2.500 dólares por el empresario George Barris, nada más llegar a su taller y mientras era descargado de la grúa los cables que lo sostenían se partieron y los 550 kilogramos del coche cayeron sobre uno de los mecánicos al que fracturó las dos piernas. Por ello, decidieron vender el motor al piloto Troy McHenry y la caja de cambios a su colega de carreras William Eschrid, con los que también se cebó la tragedia. Cuando se encontraban en plena competición McHenry no pudo controlar su bólido y se golpeó contra un árbol lo que le provocó la muerte en el acto, mientras que su compañero resultó gravemente herido tras sufrir un fallo mecánico.

Una historia que no queda ahí, las ruedas que también fueron vendidas en el despiece del automóvil se entregaron a otro piloto que sufrió un accidente y quedó en coma, a lo que se une las hazañas de unos ladrones que trataron de robar el volante del 'pequeño bastardo' resultaron gravemente heridos en su intento. El misterioso incendio del garaje en el que se encontraba guardado el mítico Porsche 550 Spyder o el fallecimiento por aplastamiento de un conductor que chocó contra el camión que transportaba sus restos es otro de los hechos que forman parte de su triste existencia.

No sabemos si, a pesar de las numerosas evidencias, son todo casualidades o es que el destino se ha cebado con el coche que un día condujo el prestigio James Dean, lo que sí esperamos es que la historia no se vuelva a repetir nunca.

URUGUAY : Concentrado esper


El plantel de Uruguay se encerró en el Hotel Intercontinental y ya tiene todo definido para la final con Paraguay. El único cambio será el regreso de Diego Pérez por Walter Gargano.

Uruguay espera la final con absoluta concentración. Por eso, después de la práctica en Ezeiza, el plantel volvió al plantel se encerró en el Hotel Intercontinental sin permitir ingreso de la prensa.

En el último entrenamiento, Tabárez delineó la formación que enfrentará a Paraguay con muy pocas novedades: retornará Diego Pérez (cumplió fecha de suspensión ante Perú) en lugar de Walter Gargano y posiblemente pueda aparecer desde el banco Edison Cavani.

De no haber sorpresas de último momento, el equipo será con Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Sebastián Coates y Martín Cáceres; Egidio Arévalo Ríos, Diego Pérez, Álvaro Pereira y Álvaro González; Diego Forlán y Luis Suárez.

Pereira afirmó, en una entrevista con la agencia EFE que “estamos bien, contentos y disfrutando de esta instancia, de haber llegado a una final después de luchar mucho. Nuestro objetivo está claro, queremos ganar y llevarnos la copa para Montevideo”.

En Uruguay ya proponen un homenaje para el Maestro Tabárez


En Uruguay están más que agradecidos con el maestro Oscar Washington Tabárez. No es para menos, el DT llevó a su seleccionado al cuarto puesto del Mundial de Sudáfrica y a la final de la Copa América. Por eso, no sorprende que en su país ya piensen en homenajearlo de maneras impensadas.

El diario El Observador, en su edición digital, propuso cinco opciones diferentes para homenajear al Maestro. La primera es de las más sencillas: "Hacer un sello postal con un retrato de Tabárez". Pero no por ser sencilla deja de ser importante y significativa.

Otra roza lo económico y es "darle una pensión vitalicia" al Maestro y la tercera pasa a ser una cuestión nacional: "Fijar como feriado no laborable el 24 de julio", por la fecha en la que Uruguay jugará la final de la Copa América ante Paraguay en el Monumental.

Y las otras dos son de dimensiones impensadas. Una, "Cambiar el nombre de la Torres de los Homenajes a Torre Tabárez". La otra, acorde a su apodo, "darle al Maestro una escuela con su nombre"

La Copa América aún busca su estrella


¿Quién sucederá a Robinho como estrella de la Copa América? La final entre Uruguay y Paraguay no sólo definirá al campeón, sino también al jugador más destacado de un torneo caracterizado por los pocos goles y el escaso brillo mostrado. Los tantos de Suárez, que aspira a ser el máximo goleador del torneo, la aportación de Forlán al juego celeste y las paradas dcisivas de Justo Villar serán determinantes para relevar en el cargo de mejor jugador del torneo al brasileño del Milan.

"La Copa América es lo peor que se ha visto en los últimos diez años en el mundo. Peor que esto es imposible, cinco toques es un milagro", es el diagnóstico que hizo César Luis Menotti. Ante este panorama, quizás sea un portero el elegido como mejor jugador. El uruguayo Fernando Muslera destacó en el partido de cuartos de final ante Argentina con varias intervenciones de mérito y atajando el penal decisivo en la tanda a Carlos Tévez.

Pero su homólogo paraguayo, Justo Villar, ha sido el hombre más determinante en lo que va de Copa. Frenó todos los intentos de Brasil en cuartos con acciones espectaculares, consagrándose en la tanda de penales parando uno de los cuatro disparos -los tres tiros restantes, se marcharon a las nubes-. En semifinales, ante Venezuela, la suerte y los palos fueron su mejor aliado, aunque también tuvo tiempo para lucirse al detener el disparo definitivo desde los once metros a Franklin Lucena. En el Mundial de 2002, el alemán Oliver Kahn se convirtió en el primer cancerbero en ser elegido mejor jugador del torneo.

La estadística, sin embargo, es mucho más favorable a los delanteros. El brasileño Robinho en Venezuela 2007 fue el mejor gracias a sus seis goles. Si el uruguayo Luis Suárez logra introducir en la portería tres goles, igualaría la marca del actual jugador del Milan, además de conseguir el premio. De momento lleva tres y es el máximo realizador del torneo junto al argentino Sergio Agüero. A su gran partido ante Argentina en cuartos le sumó los dos goles del triunfo en las semifinales ante Perú.

"Es un futbolista de características excepcionales. Me choca que se sorprendan con Suárez, porque antes de la Copa América ya hizo goles.", alabó Óscar Washington Tabárez, técnico celeste. Enzo Francescoli se unió al actual entrenador de Uruguay al asegurar que Suárez "tiene todo: talento y seriedad. Se nota que ha adquirido la experiencia de los jugadores más grandes como (Diego) Forlán y (Diego) Lugano. Será el estandarte del futuro junto a (Edinson) Cavani".

Sin el lesionado Cavani, Suárez ha sido el único ariete del equipo. Y a su espalda, Diego Forlán, Balón de Oro en el Mundial de Sudáfrica 2010, que también podría optar a ese premio pese a que lleva más de un año sin anotar con la camiseta celeste. Su misión ahora es otra. "A mis 32 años y con mi experiencia, ya no tengo la obsesión de hacer tantos goles. Estoy jugando mucho más atrás que un 9 de área. No estoy de delantero-delantero. Soy un 10 mentiroso, más armador de lo que dice mi puesto natural. Entonces no termino tanto las jugadas y eso hace que tenga menos chances de gol", explicó el delantero del Atlético de Madrid.

El jugador colchonero se ve obligado a retrasar su posición por la falta de un armador de juego en el centro de campo celeste, más brusco con el rival que cariñoso con la pelota. "Habilita siempre, nos está dando lo que nos tiene que dar y lo que necesita el equipo, que es un conductor, que a veces nos falta. Y está dando resultados, nos ha dado muchas asistencias", explicó su compañero Sebastián Eguren. Además, Forlán es el ejecutor de todas las jugadas a balón parado, con las que Uruguay siembra el pánico en el área rival. Allí se decidirá el partido y seguramente el premio al mejor jugador con un duelo entre Villar y las estrellas de Uruguay: Suárez y Forlán.

Previa de la final Uruguay-Paraguay : Dos garras con hambre de gloria


A falta de un Argentina-Brasil, habrá que conformarse con un Uruguay-Paraguay. No se dará la final más esperada en Buenos Aires, sino una inédita, colofón de un torneo más que decepcionante en el juego. Hace tres semanas, las casas de apuestas hubieran pagado mucho dinero por un partido así en el Monumental. Ahora, las perspectivas, algo aguadas, se centran en cuál de las 'garras', charrúa o guaraní, se llevará la gloria.

No ha abundado el espectáculo en esta Copa América, más bien todo lo contrario. De hecho, Paraguay ha llegado al último partido a base de empates y no ha marcado un solo gol en los dos cruces eliminatorios. Los uruguayos, por su parte, tampoco han encandilado con el fútbol, aunque impusieron su oficio y explotaron el acierto de Luis Suárez, pichichi con tres dianas.

Uruguay parte con cartel de favorito, aunque la competición ya ha dado sobradas muestras de que eso no sirve de nada. Aspira la Celeste a su 15º título, con el que superaría a Argentina como más laureada en el continente. Y se entrena tan tranquilamente en Ezeiza, tomando mate, a las órdenes de Óscar Washington Tabárez, que privó a la prensa de la última sesión y luego encerró a los chicos en el Hotel Intercontinental.

El error de Martino

El veterano técnico no ha confirmado la alineación, aunque lo más probable es que repita el once de la semifinal ante Perú, con la novedad de Diego Pérez, de regreso tras su sanción, en lugar de Walter Gargano. Nelson Cavani, con problemas físicos, esperará su turno en el banquillo. La única baja por lesión será el central Lucas Victorino. Curiosamente, el aguerrido estilo uruguayo no le impide encabezar la tabla de juego limpio, con 11 amarillas y una roja.

Tampoco se andan con tonterías la defensa de Paraguay, que podría volver a formar con tres centrales en el fondo, como en el duelo de cuartos ante Brasil. El conjunto guaraní, todo lucha y entrega, ha sobrevivido gracias a su fortaleza física y su juego áereo. Y sobre todo, gracias a las tandas de penaltis, con puntería impecable y dos paradas de Justo Villar. Cuando le han acusado de ultra-defensivo, el Tata Martino, responde con rotundidad.

"En ningún caso trabajamos los empates. Somos los primeros en hacer autocrítica, pero yo no creo que no puedan ir de la mano hacer autocrítica con festejar un triunfo. No entrenamos los penales y viste que bien lo patearon", comentó el técnico argentino, que no podrá sentarse en el banquillo tras su expulsión ante Venezuela. "Volví a cometer un error. Y grave. Es imperdonable no estar al lado de los futbolistas, pero lo único que importa es salir campeones", zanjó Martino.

Los récords de Forlán

Habitualmente no quiere el balón la albirroja, aunque sus mejores opciones pasan por las botas de Ortigoza, las carreras de Estigarribia por la izquierda y la amenaza anotadora de Haedo Valdez y Luca Barrios. Prescinde casi tanto de la posesión como Uruguay, que no variará su clásico 4-4-2, con Diego Forlán actuando más retrasado que Luis Suárez.

"Estamos bien, sabemos lo que queremos, tenemos una oportunidad y debemos estar preparados para aprovecharla", resumió Tabárez, para quien "tener suerte es estar preparado". Esa tranquilidad se plasma en el rostro de Forlán, que afronta su primera final con Uruguay.

El delantero del Atlético, Bota de Oro del pasado Mundial, ya ha superado a Rodolfo Rodríguez como jugador con más partidos con la Celeste (81). Cedió la capitanía a Diego Lugano, aunque su voz es muy escuchada en el vestuario. Si alza la Copa, podrá casi tutear a otros dioses del panteón como José Nasazzi, Obdulio Varela, Alcides Ghiggia, Juan Alberto Schiaffino o Enzo Francescoli. De momento no ha anotado, pero si firma un doblete, se convertirá en el máximo artillero del fútbol uruguayo, con 32 goles.

Perú da guerra hasta el final (Marca - ESPAÑA)


Perú se hizo con la tercera plaza de la Copa América tras imponerse a Venezuela por 4-1 en la final de consolación. Los peruanos se valieron de una exhibición de Guerrero para tumbar a la Vinotino. Con un 'Hat-trick' y una asistencia, fue el hombre del partido.

Le faltó mordiente a Venezuela para poder plantarle cara a Perú. Aunque el partido empezó igualado, el paso de los minutos dejó entrever que los de Markarián tenían más claro lo que querían hacer.

Teniendo en Guerrero a su principal referente, los peruanos buscaron las cosquillas a Vega durante todo el partido. No obstante, el primero se hizo esperar. Cuando parecía que el 0-0 al descanso era inevitable, el delantero peruano empezó su exhibición. Se sacó un latigazo dentro del área que Vega sólo pudo blocar. El rechace fue para Chiroque, que estuvo muy listo.

Si la cosa ya estaba complicada para la Vinotinto, mucho peor se puso con la expulsión de Rincón a la hora de partido. El árbitro colombiano Wilnar Roldán castigó en exceso una falta del centrocampista venezolano.

Eso le vino de perlas a Perú, que aprovechó la superioridad para hacer el 2-0. Fue el primero de un Guerrero que estaba inspirado.

El tanto sirvió para espolear a Venezuela, que recortó distancias con un tanto de Arango y llegó a poner en apuros a los de Markarián.

Esos apuros duraron hasta el 89, en el que Guerrero sentenció con un golazo. Control orientado y autopase -todo en uno- para plantarse ante Vega y definir.

Ya en el descuento el delantero peruano puso la guinda con su tercer tanto para lograr el 'Hat-trick'. Una exhibición que sirve para dejar a Perú como tercera de América. No es lo mismo que ser campeón, pero supone un espaldarazo para la regeneración del fútbol peruano. Tampoco debe desilusionarse Venezuela. Esta selección tiene muy buena pinta.

Perú se hace mayor (El Pais - España)


Considerado el patito feo de la Copa América por sus interminables líos en los despachos gerenciales y la falta de estructura y resultados, a Perú se le presuponía el destierro de la Copa América de buenas a primeras. Más si se tenía en cuenta que las dos principales estrellas, Farfán y Pizarro, no acudieron a la cita por lesión, y Vargas, el tercer fantástico, llegaba renqueante. Pero quedaba Guerrero y dirigía el técnico Markarián, sensacional desde la pizarra, que ha exprimido a sus jugadores a las mil maravillas, hasta el punto de que solo Uruguay pareció superior, hasta el punto de que se colgó la medalla de bronce del torneo tras imponerse en el duelo por el tercer y cuarto puesto a Venezuela, desconectada y rebajada por el entrenador Farías, que reservó de inicio el pase y el remate del equipo.

Venezuela sin Rondón es media Venezuela. El delantero no tiene un regate delicioso ni un pie estupendo para el pase, pero define el estilo de la vinotinto porque hace las dos cosas fundamentales del fútbol sin apuros. Presiona como un jabato, todo un incordio para la zaga que quiere una salida limpia del balón, y ataca como pocos, referencia sin igual para la selección porque su generoso pecho baja cualquier balón, por más alto y fuerte que vaya. Sin él sobre el césped, quizá porque Farías quiso premiar a los otros dos (Miku y Maldonado), con menos minutos en el torneo, Venezuela quedó despersonalizada, lejos de la versión que ha ofrecido durante todo el campeonato. Tampoco ayudó que no estuviera al principio Arango, mermado en lo físico, y Rincón fuera una mala imitación de Rincón, desconectado y lejos del balón. Sin jugadores que filtraran pases interiores, se perdió el equipo en los pases directos sin receptor y, sobre todo, no achicó espacios en campo ajeno por lo que retrasó sus líneas. Y a la que trató de presionar, se despistó y el adversario le soltó el aguijonazo. Con Guerrero no se juega.

Perú tampoco contó en el partido con Vargas, la estrella castigada por un codazo de impotencia frente a Uruguay. Pero apenas notó su ausencia porque Markarián exige jugar en bloque, con la táctica por bandera. Y si algo ha demostrado este equipo es que le sobra ambición, que confía ciegamente en la propuesta. Las líneas apretujadas y un campo de minas para el rival, bien con la presión avanzada, bien con las ayudas defensivas, bien con la ya inusual trampa del fuera de juego. Y frente a Venezuela, sin intención de mantener la posesión del balón ni de ser protagonista, cedió espacio pero no empeño. Así, provocó peligro por insistente, por tirar las pelotas a los desmarques de Guerrero, siempre activo, siempre predispuesto a desgastarse por el colectivo, siempre el mejor sobre el terreno de juego. Y encontró en las jugadas a balón parado su maná. Un saque de banda, un córner, dos faltas laterales...y algo más pero con el remate desafinado. Hasta que Perú pilló desprevenida a la vinotinto, en un contragolpe estupendo. Se creó un dos para dos con Chiroque como dueño del balón. Quiebro, pase a Guerrero y desmarque al segundo palo, donde el propio Guerrero puso el balón tras salirse airoso del regate. Bote defectuoso, golpeo con la espinilla y a la red, gol de Perú.

Se espabiló Venezuela con la diana adversa, pero demostró una expresiva incapacidad para hilvanar tres pases seguidos. Renny Vega era el ejemplo, siempre con balones largos hacia la espalda de la zaga peruana, en ocasiones adelantada porque Markarián es de los pocos técnicos a los que aún les gusta el fuera de juego. Una buena forma de desactivar al rival si se lanza la trampa con armonía; un riesgo altísimo si se falla en la sincronización o el delantero rival es más inteligente. Una argucia, en cualquier caso, de lo más resultona en la Copa América, porque han sido muy pocos los equipos que han tocado en campo contrario, que utilizaban las paredes para romper las defensas rivales. Así, sin mezclas ni recursos, Venezuela hizo como un equipo de rugby al pelear cada metro como una parte vital. Y ahí apareció Miku, hábil en el regate y desatado en los movimientos de entrelíneas, avispado para cazar cualquier balón huérfano de gobierno. Aunque le falló el tino en la puntería, sobre todo en esos dos remates al borde del área chica, uno al bulto, el otro fuera por milímetros, con el balón silbando al palo. Lo probó también desde fuera de los dominios del portero, con la zurda y flojo, de nuevo con la mirilla desajustada. Una efervescencia que el colegiado se encargó de rebajar, con una cartulina roja sobre Rincón que pareció exagerada, por más que Markarián sustituyera a Lobatón, todo un manojo de aspavientos de dolor.

Perú, de nuevo oportuno y penalizador, aprovechó la coyuntura para lanzar en la jugada siguiente un contragolpe de arrea, similar al primero pero con tres efectivos. Guerrero abre a Chiroque, que se la devuelve y zambombazo al larguero y a gol. La firma de Guerrero, la sentencia de Perú, que ya no tuvo rival por más que Farías, a destiempo, alineara a Rondón y Arango. Sí que marcó Venezuela un gol en las botas de Arango, pero Guerrero estaba en racha, rey ante los espacios del rival. Dos goles suyos más, también al contragolpe, firmaron el duelo y adjudicaron definitivamente el bronce para Perú, que recupera su autoestima después de tantos años, de su último triunfo en la Copa América, en 1975.