El jurado del Comité Olímpico 
Internacional podría estar valorando muy positivamente no solo las 
formidables infraestructuras de corrupción que se han ido construyendo 
en Madrid a lo largo de los años sino también, y muy especialmente, el 
enorme espíritu competitivo y entusiasta de los corruptos españoles. 
“Nos ha gustado la tranquilidad y la seguridad con la que se mueven los 
imputados por los parques y las calles madrileñas”, ha dicho el 
presidente del Comité olímpico, Jacques Rogge, quien también quedó 
gratamente impresionado en su visita a la Audiencia Nacional durante su 
viaje a España. “Jamás había visto tantos políticos encausados por 
corrupción”, ha señalado Rogge. “Ni tantos jueces del Opus”, añadió una 
de sus secretarias.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, 
cuya extraordinaria ilusión con la candidatura de Madrid 2020 ha 
provocado que le vuelva a bajar la regla y a retirársele siete veces 
consecutivas desde que aterrizó ayer en Buenos Aires, sufrió esta mañana
 un nuevo desvanecimiento al encontrarse con el chófer de Jacques Rogge,
 al que confundió con el propio Jacques Rogge. El COI ya ha declarado 
que no tendrá en cuenta la malograda voltereta hacia atrás que Botella 
intentó ejecutar ante el conductor y que terminó con una exhibición de 
bragas poco sugestiva.
Sin embargo, y a pesar de las crecientes
 posibilidades de Madrid 2020 para ser elegida, el COI ya ha desestimado
 a priori una de las nuevas categorías olímpicas presentadas por la 
candidatura española: Mil metros lisos portando 150.000 € en billetes de
 cincuenta. “La idea no era mala”, han comentado desde el COI, “pero no 
veíamos claro que los corredores abandonaran el estadio en lugar de 
cruzar la meta”.
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