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jueves, 12 de septiembre de 2013

El COI, deslumbrado por la alegría y la vitalidad de la corrupción española

El jurado del Comité Olímpico Internacional podría estar valorando muy positivamente no solo las formidables infraestructuras de corrupción que se han ido construyendo en Madrid a lo largo de los años sino también, y muy especialmente, el enorme espíritu competitivo y entusiasta de los corruptos españoles. “Nos ha gustado la tranquilidad y la seguridad con la que se mueven los imputados por los parques y las calles madrileñas”, ha dicho el presidente del Comité olímpico, Jacques Rogge, quien también quedó gratamente impresionado en su visita a la Audiencia Nacional durante su viaje a España. “Jamás había visto tantos políticos encausados por corrupción”, ha señalado Rogge. “Ni tantos jueces del Opus”, añadió una de sus secretarias.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, cuya extraordinaria ilusión con la candidatura de Madrid 2020 ha provocado que le vuelva a bajar la regla y a retirársele siete veces consecutivas desde que aterrizó ayer en Buenos Aires, sufrió esta mañana un nuevo desvanecimiento al encontrarse con el chófer de Jacques Rogge, al que confundió con el propio Jacques Rogge. El COI ya ha declarado que no tendrá en cuenta la malograda voltereta hacia atrás que Botella intentó ejecutar ante el conductor y que terminó con una exhibición de bragas poco sugestiva.
Sin embargo, y a pesar de las crecientes posibilidades de Madrid 2020 para ser elegida, el COI ya ha desestimado a priori una de las nuevas categorías olímpicas presentadas por la candidatura española: Mil metros lisos portando 150.000 € en billetes de cincuenta. “La idea no era mala”, han comentado desde el COI, “pero no veíamos claro que los corredores abandonaran el estadio en lugar de cruzar la meta”.

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