El Kremlin pretende ignorar a Edward Snowden,
el exempleado de los servicios de seguridad estadounidenses que
aterrizó en el aeropuerto de Sheremétevo de Moscú hace una semana. Así
lo indican, por lo menos, las declaraciones de Dmitri Peskov, el
secretario de prensa del presidente Vladímir Putin, el domingo a la
emisora El Eco de Moscú.
"Como este no es asunto nuestro, no sé qué posibles opciones de
evolución del caso existen ni qué aspectos jurídicos y de otro tipo
tiene este tema. No puedo ni contar ni explicar ni valorar nada",
manifestó el alto funcionario.
Remitiéndose a su jefe, Peskov recordó que el presidente Putin dijo en Finlandia que Snowden no estaba de iure
en la Federación Rusa y no había cruzado la frontera rusa. "Además, el
presidente señaló que no se ocupa de este asunto y que prefiere que se
ocupen de él los correspondientes servicios. En consecuencia, este
asunto no está en el orden del día del Kremlin", sentenció el secretario
de prensa. El Kremlin observa que sobre este asunto "existe un amplio
espectro de puntos de vista expresados por diferentes expertos y
representantes de organizaciones de derechos humanos", añadió.
Antes, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, había dicho que la resolución del caso Snowden está manos de las autoridades rusas. El joven norteamericano que ha denunciado el espionaje total practicado por Washington en el Internet parece haberse convertido en una patata caliente tanto para Ecuador como para Rusia, presuntamente por los problemas que comporta en la relación de Quito y Moscú con EE UU.
Si Ecuador parece haberse enfriado hacia Snowden tras la conversación
de Correa con el vicepresidente de EE UU, habrá que ver cómo evoluciona
Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro
ofreció asilo al norteamericano en caso de que éste lo solicitara. El
lunes, Maduro participa en un foro de países exportadores de gas en el
Kremlin e inicia una visita de dos días a Moscú en el transcurso de la
cual se entrevistará con el presidente ruso Vladímir Putin.
Esta visita, la primera que Maduro efectúa en su condición de
presidente, será seguida de otra a Bielorrusia y medios periodísticos en
Moscú especulaban con la posibilidad de que hubiera un asiento
reservado para Snowden en el avión de Maduro a su regreso a Venezuela.
La inhibición del Kremlin sobre el destino del norteamericano es de
carácter político y no tiene que ver con la legislación, señala Yelena
Riabínina, una activista de derechos humanos con gran experiencia en
ayuda legal a personas que llegan a Rusia huyendo de regímenes
represivos, especialmente de países centroasiáticos. Señala Riabínina
que desde agosto de 2011, por lo menos nueve personas bajo la protección
explícita del reglamento del Tribunal de Derechos Humanos de
Estrasburgo han sido forzosa e ilegalmente trasladadas desde Rusia a
países donde corrían peligro de ser perseguidos. "Sin la participación o
la aquiescencia del Servicio de Guardafronteras de la Federación Rusa,
los secuestros y deportaciones no hubieran sido posibles", señala
Riabínina y subraya que en dos ocasiones, una en 2012 y otra en 2013, el
Tribunal de Estrasburgo ha fallado en contra de Rusia por secuestros y
deportaciones ilegales de personas perseguidas. "Cuando quieren resolver
un problema, nuestras autoridades hacen lo que consideran necesario,
pero Occidente acepta como si fuera verdad la hipocresía y el doble
rasero", dijo Riabínina. Para marcar el contraste con el tratamiento que
Rusia está dando al caso Snowden, la activista dijo estar ocupándose de
un ciudadano uzbeco que este mismo lunes puede ser enviado sin ningún
procedimiento legal de extradición a su país, pese al peligro de
represión que corre allí.
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