Ramón SOLA | IRUÑEA
Las elecciones de 2011 marcan un mojón en la trayectoria política de los abertzales en Nafarroa. Las previsiones sobre una importante irrupción de Bildu se confirmaron en las urnas, y con el añadido de que no se produjo a costa de Nafarroa Bai 2011, dado que mantiene una notable cuota de electos y voto tras la salida de EA y Batzarre.
En el Parlamento navarro, esto supone que las dos candidaturas abertzales sumarán un importante bloque de quince parlamentarios para hacer contrapeso al previsible gobierno de UPN con el apoyo del PSN. Y puede reabrir el debate para una unidad de fuerzas total: el resultado ha confirmado que una lista única probablemente hubiera permitido disputarle el primer puesto a la lista de Yolanda Barcina.
Con los números en la mano, y al igual que ocurrió hace cuatro años, sería perfectamente factible conformar un gobierno alternativo al de la derecha, que rompiera una tendencia de dos décadas de ejecutivos de UPN. Sin embargo, el PSN ha avanzado que no quiere ningún pacto con Bildu, como hizo finalmente en 2007 al vetar entonces a Nafarroa Bai.
Quinielas alternativas
El actual reparto de parlamentarios también propiciaría esta opción progresista, ya que la coalición entre IUN y Batzarre (Izquierda-Ezkerra) entra en la Cámara con tres parlamentarios que se unirían a los nueve del PSN y los quince abertzales formando una mayoría de 27 sobre 50. La derecha españolista sigue teniendo minoría, repartida ahora en los 19 escaños de UPN y los cuatro del PP, pero a Yolanda Barcina le bastará seguramente para ser presidenta con el aval del PSN, con quien UPN mantiene una excelente relación en los últimos años.
Otro tanto ocurre en Iruñea, donde la fotografía de 2007 se ha movido menos que en el Parlamento navarro. La lista de Uxue Barkos cosecha un buen resultado al perder sólo un acta (de ocho a siete), mientras el PSN sigue su lento goteo hacia abajo (tres ediles apenas). Bildu entra con tres e Izquierda-Ezkerra con uno. Todos ellos suma- rían una mayoría capaz de desbancar a la derecha, que se reparte ahora en once concejales para UPN y dos para el PP, pero no parece que el PSN vaya a estar por la labor, y más teniendo en cuenta que su escasa aportación no le permitirá reclamar la Alcaldía para Juan Moscoso en detrimento de Uxue Barkos.
En cualquier caso, los resultados abocan al PSN a una reflexión de calado. El desgaste provocado a nivel estatal por las políticas económicas de Zapatero no es suficiente para explicar el batacazo de la lista liderada por Roberto Jiménez, que además es secretario general del partido y de quien Alfredo Pérez Rubalcaba dijo en campaña que «con éste sí podemos». Aunque paradójicamente haya recuperado el segundo puesto en el Parlamento, el PSN cosecha el peor resultado de su historia. Nunca había bajado de diez escaños (se queda en nueve) ni de 62.061 votos (y ahora apenas supera ya los 50.000 sufragios).
«Factor Bildu» en zona media
Por lo que respecta a los abertzales, en el Ayuntamiento de Iruñea Nafarroa Bai ha duplicado a Bildu, pero en el resto del herrialde se ha producido la situación contraria, de modo que la nueva coalición de izquierdas y abertzale supera en votos y casi triplica en concejales a la formada por Aralar, PNV e independientes. Y ello tira del voto abertzale hacia arriba de modo muy considerable.
Es en las ciudades de la zona media navarra y en Iruñerria donde Bildu ha despegado, dando muchos sustos. Mención especial para Tafalla, localidad natal de importantes referentes de la izquierda abertzale y de Maiorga Ramírez, donde se ha quedado a sólo un concejal de UPN y por encima del PSN (NaBai 2011, que a punto estuvo de no presentar lista, se queda sin ediles). Y muy significativo también es el segundo puesto en Lizarra, con cuatro concejales de Bildu por encima del PSN (2), de NaBai (2) y del PP (1).
El incremento abertzale se refleja muy bien en localidades de Iruñerria como Atarrabia. Competían entre sí tres listas: Bildu ha sumado cinco concejales como primera fuerza, seguido de Atarrabia Bai -formada por el ex alcalde de EA- también con cinco, mientras que NaBai logra un electo más. En total, once votos frente a cuatro de UPN y uno sólo del PSN.
Los abertzales sumarán también mayoría absoluta en Berriozar (cuatro para NaBai y tres para Bildu). Y también en prácticamente toda la zona euskaldun, en la que la participación novedosa del PP ha cosechado el previsible ridículo. Bildu arrasa en Leitza o Etxarri-Aranatz, NaBai lo hace en Irurtzun, y más repartidas están las cosas en Bera y Altsasu, aunque en ambos puntos es Bildu quien vence por delante respectivamente de Aralar y Nafarroa Bai.
En Iruñerria, las únicas ale- grías para la derecha se sitúan en Barañain y Burlata. La primera localidad, que recuperó con una moción de censura contra NaBai en el segundo año de esta legislatura pasada, seguirá en sus manos al haber sumado siete ediles, y sus socios del PSN, cuatro (NaBai obtiene otros cuatro y Bildu tres).
En Burlata el panorama es repartidísimo, con UPN, PSN, Bildu y NaBai casi a la par, lo que beneficiará seguramente a UPN al ser quien más votos tiene. Y algo más al sur, vuelco notable hacia la izquierda en Zizur Nagusia: UPN (seis concejales) tendrá que apoyarse en los escaños de PSN, PP y CDN (uno cada uno) si quiere recuperar la Alcaldía, pero en el otro lado estarán Bildu (que emerge como segunda fuerza) con tres, NaBai con tres e Izquierda-Ezkerra con dos más.
Bildu logrará también la Alcaldía en Baztan, donde tiene cinco ediles, al igual que UPN; la balanza la decantan Baztango Ezkerra (2) y NaBai (1), que hasta ahora tenía la vara de mando.
En general, como suele ser habitual en Nafarroa el PSN tiene las llaves de muchos ayuntamientos pese a su pérdida continua de peso específico. La excepción es Tutera, donde la de- recha machaca (ocho de UPN y cuatro del PP) y los abertzales siguen fuera del Consistorio.
Barcina y Maya
Para el final queda el análisis del resultado de la derecha, ya que se ha ajustado a lo que se preveía. La fractura con el PP se ha traducido en una pérdida de cuatro parlamentarios y de dos concejales respecto a 2007, por lo que no ha sido excesivamente traumática. Y en los otros consistorios ha resultado irrelevante. Si, como parece, UPN opta por apoyarse en el PSN en el Parlamento y en Iruñea, el PP puede quedar reducido a un papel residual, fuera de los gobiernos pero aislado a su vez del gran bloque de oposición, que será abertzale y de izquierdas.
Por tanto, tanto Yolanda Barcina como Enrique Maya han sorteado la peligrosa singladura diseñada por Miguel Sanz al romper con el PP en 2008. Maya podría ser alcalde el 11 de junio y Barcina tendrá que negociar un acuerdo antes del 22 de agosto, fecha límite marcada por el calendario postelectoral.
UPN tomó el resultado con satisfacción y con una tranquilidad que reflejaba que no ven en riesgo el control de las principales instituciones. El motivo es claro: «Bildu no puede ser la llave del Gobierno de Navarra», afirmó Yolanda Barcina en un mensaje dirigido directamente al PSN-PSOE.
Barcina hizo una comparecencia al filo de la medianoche en la que remarcó que su lista al Parlamento ha ganado en la mayoría de los pueblos y que se demuestra que el partido no pierde tirón. «Si UPN no existiera, habría que inventarlo», añadió luego Miguel Sanz en una entrevista a una televisión local.
El hasta ahora presidente navarro no ocultó, no obstante, que su alegría estaba empañada por un resultado concreto. «Esperaba el resultado de Bildu, pero eso no quiere decir que no me preocupe. Me preocupa mucho, muchísimo», afirmó Sanz, que se despide del Ejecutivo navarro cuyas riendas ha llevado desde 1996 hasta ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario