Los votos en blanco y los nulos, dos opciones muy comentadas estos días a raíz de las movilizaciones del 15 de mayo, han batido récords en las elecciones locales de este domingo y han sumado, entre las dos, casi un millón de votos. [A fondo: ¿A quién beneficia el voto en blanco?]
El voto en blanco alcanza una cota máxima en la democracia española, donde nunca se había superado el 2% de voto en blanco en unos comicios estatales. Con el 99,92% de los votos escrutados, los sobres vacíos han alcanzado su récord, llegando a los 583.620 (el 2,54%), casi el doble de los 286.182 (1,1%) que se contabilizaron en las elecciones generales de 2008.
Si los sobres vacíos depositados en las urnas computaran como una fuerza política más, en estos comicios habrían quedado situados como la quinta opción electoral, detrás del PP, PSOE, IU y CiU, y por delante de UPyD.
Con los resultados de estas elecciones, el voto en blanco continúa la subida continuada que ha experimentado en todas las elecciones locales, con excepción de un bajada de 2003 y el retorno al alza de hace cuatro años.
El efecto del voto en blanco
Los sobres vacíos o votos en blanco no tienen representación en los parlamentos o ayuntamientos, pero sí tienen efectos en el reparto de escaños pues, al computarse como votos válidos, encarecen el porcentaje mínimo que debe superarse para entrar en una asamblea legislativa, lo cual perjudica especialmente a las formaciones minoritarias.
Por eso, son varios los partidos que se presentan a las elecciones para captar ese voto en blanco y luego poder dejar los escaños vacíos: Ciudadanos en Blanco, Escaños Insumisos-Demócratas Descontentos (Ei) y Alternativa en Blanco (ABLA).
De hecho, Ciudadanos en Blanco puede presumir por primera vez de haber conseguido arrebatar un escaño a políticos e informa desde su web que "por primera vez en la Historia el voto en blanco va a tener representación, suponiendo un antes y un después para el movimiento de Ciudadanos en Blanco" con un escaño vacío en Santa María de Palautordera (Barcelona), otro en Gironella (Barcelona) y un par en Foixa (Gerona). La formación dejará vacíos los escaños obtenidos, un símbolo con el que exigen una ley de voto en blanco computable que, si consiguieran, supondrían la autodisolución del partido.
La trayectoria del voto en blanco en elecciones generales y municipales pone de manifiesto un progresivo aumento desde finales de los noventa, racha que se cortó en las legislativas de 2008.
En las generales de marzo de 2008, el voto en blanco sumó 286.182 sobres, un 1,11% del total. En las municipales de mayo de 2007 se contabilizaron 427.061 votos en blanco, un 1,92%. En las generales de marzo de 2004 sumaron 407.795 votos en blanco, un 1,58%. En mayo de 2003, municipales, esta alternativa sumó 404.448 votos, un 1,76%.
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