La Región de Murcia se consolida como una plaza fuerte del PP en el panorama político nacional. Los populares aumentan su mayoría absoluta con cuatro escaños que logran a costa del PSOE. Del balance de 29-15 de 2007 se ha pasado al 33-11 en esta ocasión. Izquierda Unida mantendría el único parlamentario regional que posee.
Pese a que el terremoto en Lorca partió en dos la campaña electoral, el impacto ha sido mínimo para la hegemonía que el Partido Popular mantiene en la región desde 1995 y Ramón Valcárcel mantendrá el sillón presidencial. De hecho, esta región es en la que más votos ha recibido el PP, algo que destaca el presidente: "No se habían alcanzado nunca niveles de voto como los que ahora el PP acaba de conseguir".
Por su parte, en el municipio de Murcia, el PP obtiene 19 concejales, los mismos que en la pasada legislatura, de forma que también revalida su mayoría absoluta. Por su parte, el PSOE logra 6 concejales, bajando tres ediles, de los que uno iría para IU-LV, que conseguiría dos. UPyD también entraría al ayuntamiento con otros 2 ediles. En Lorca, la ciudad sacudida por el terremoto, tampoco ha habido sorpresas: 60% de apoyos, con 16 ediles, mayoría absoluta.
Vuelco en 1995
Valcárcel, licenciado en Filosofía y Letras y antiguo profesor de Historia del Arte, ganó las elecciones autonómicas de 1995 y consiguió dar un vuelvo al panorama político de la región murciana, hasta entonces en manos del PSOE. En 1999, 2003 y 2007 revalidó las mayorías absolutas. En la anterior convocatoria, su candidatura fue la más votada en toda España, con el 58,49% de los votos, lo que permitió al PP lograr 29 escaños, casi el doble de los que obtuvo el PSOE -15-. IU consiguió acceder al Parlamento regional con un diputado.
Una legislatura crispada
Valcárcel ha barrido a sus adversarios casi sin despeinarse, pese a que la legislatura que ahora acaba ha sido de todo menos una balsa de aceite. Miles de funcionarios autonómicos han salido en reiteradas ocasiones a la calle para expresar su rechazo a la ley de ajustes económicos aprobada por el Gobierno de Valcárcel por afectar a sus condiciones salariales y de jornada de trabajo.
El punto culminante a la crispación que mantiene dividida a la sociedad murciana llegó con la agresión sufrida por su consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, que fue golpeado por tres individuos al grito de "sobrinísimo hijo de puta", haciendo alusión a que Cruz es familia directa de la esposa de Valcárcel.
Hubo un detenido, 'red skin', que quedó en libertad sin cargos a los pocos días. Pese a que el caso sigue bajo investigación policial, desde el primer momento los 'populares' vieron en lo ocurrido un "componente político", como lo definió el propio Valcárcel, quien lo vinculó al clima crispado, "alentado" desde el PSOE y otros partidos de la izquierda, en las semanas previas a la agresión.
La batalla de la deuda
Valcárcel, peleón en la anterior legislatura con el lema 'Agua para todos', ahora ha trasladado su batalla a la "asfixia económica" a la que, en su opinión, el Gobierno central somete a Murcia. Incluso ha llegado a amenazar con enviar a Zapatero "al tío del frac para que pague lo que debe".
Según el Ejecutivo regional, la Administración central le debe 4.300 millones de euros, a los que hay que sumar otros 1.700 millones por los 450.000 nuevos habitantes incluidos en el censo y que, según denuncia, son "invisibles" para el Gobierno de Zapatero.
De forma reiterada, Valcárcel ha criticado que a la región no se le haya permitido endeudarse mientras a otras CCAA se les daba "dinero con las manos llenas". Murcia reclamaba una autorización para el endeudamiento por valor 500 millones de euros y finalmente, ha recibido el visto bueno para 150 millones.
Paro galopante y hundimiento del 'ladrillo'
Detrás de esa tensión hay una realidad económica muy cruda. Murcia, que basó su crecimiento en años anteriores en la construcción y el ladrillo, está sufriendo como pocas regiones la crisis económica. Mientras que en 2008 esta comunidad se acercó a una situación de pleno empleo, ahora el desempleo supera el 25%.
El empleo que otros años generó a la construcción -un sector que atrajo a un gran número de inmigrantes a la región que ahora están desocupados- trajo también consigo la cara menos amable del urbanismo: 23 de los 45 municipios murcianos han sufrido casos de corrupción.
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