La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la importancia de crear sistemas de vigilancia sanitaria que en los próximos 10 y 20 años midan las consecuencias largo plazo que, para la salud, puede acarrear el accidente nuclear en la central de Fukushima (Japón).
"Necesitamos crear las bases para estudios que deberán llevarse a cabo entre los próximos 10 y 20 años", ha declarado la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira.
Con todo, ha reconocido que era "quizás demasiado pronto" para poner en marcha sistema de vigilancia sanitaria.
La responsable de la OMS ha subrayado que las autoridades japonesas ya habían puesto en marcha una vigilancia de las funciones tiroideas de más de 940 niños.
El martes, el Gobierno japonés elevó de 5 a 7 el grado de gravedad del accidente de Fukushima, colocándolo al nivel de Chernóbil. Además, añadió otras cinco localidades al plan de evacuación, algunas de las cuales están situadas más allá de los 30 kilómetros que se han considerado como frontera límite de prevención.
Pese a la subida del nivel de alerta, los riesgos para la salud "en la zona situada en torno a los 40 kilómetros" no son más elevados ahora que cuando el accidente se consideraba de grado 5, ha recirdado la OMS.
"No hacen falta nuevas medidas de salud pública", ha subrayado Neira.
"Es una situación que evoluciona y debemos hacer evaluaciones y reevaluaciones cada poco tiempo porque, desafortunadamente, la situación no está bajo control y no sabemos qué puede pasar", ha señalado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario