"¿Están listas para el bunga bunga?"

Ambra Battilana y Chiara Danese se presentaron el 4 de abril ante los magistrados de Milán para prestar declaración sobre una velada en la que participaron en Villa San Martino, la casa del premier italiano en Arcore (en las afueras de Milán) el 22 de agosto de 2010.

Las chicas afirmaron haber sido llevadas a Arcore por Emilio Fede ­director del noticiero del canal Rete Quattro, e imputado por instigación a la prostitución­ que habían conocido en un concurso de belleza. Chiara Danese explicó a los magistrados ­en los interrogatorios cuya transcripción es publicada hoy por la prensa­ que se decidió a presentar su testimonio porque "Silvio Berlusconi definió en repetidas ocasiones 'cenas elegantes' las que organiza y a mí me resulta que eran de otro tipo, totalmente diferente". Ambra Battilana contó que "cuando entramos en la casa, era evidente la atracción que Berlusconi tenía hacia mí y hacia Chiara, tanto que Fede le dijo 'come de tu plato que yo como del mío". Entre los presentes ­unos quince y mujeres en su mayoría­ las chicas identificaron a varias de las jóvenes ya implicadas en la investigación de Milán, como la co-imputada Nicole Minetti y Roberta Bonasia, Marysthell Polanco y las hermanas Imma y Eleonora De Vivo. "Después de unos 15 minutos que estábamos sentados en la mesa, algunas de las chicas descubrieron sus senos, ofreciéndoselos a Berlusconi para que los besara, tocando al presidente en las partes íntimas y dejándose besar", contó Battilana.

Danese agregó que "llegados a un cierto momento, el presidente preguntó '¿Están listas para el bunga bunga?' y las chicas en coro contestaron 'Siiiiii'. Como ni yo ni Ambra sabíamos lo que era el bunga bunga, estábamos agitadas y nos sentíamos mal".

Es entonces, en la narración de las chicas, que Berlusconi y sus invitados descienden al subsuelo "en la pequeña discoteca, con un caño en el centro y silloncitos alrededor: las chicas se ponen a bailar en modo vulgar, se levantan las faldas y muestran el trasero".

"Mientras bailan, se acercan a Berlusconi, lo tocan y se hacen tocar, ése es el juego que Berlusconi llama el bunga bunga", afirmaron las jóvenes.