Naciones Unidas, 3 abr (PL) El Consejo de Seguridad volverá a analizar mañana la situación en Libia y espera recibir información del enviado especial de la ONU para ese país, Abdelilah Al-Khatib, quien acaba de visitar Trípoli y Benghazi.
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El emisario se reunió el jueves pasado en la capital libia con Baghdadi al-Mahmudi, primer ministro del gobierno de Muamar El Gadaffi, y al día siguiente lo hizo con el jefe del antigubernamental Consejo Nacional de Transición, Mustafa Abdeljalil, en Benghazi.
Según informó hace dos días el vocero oficial adjunto de Naciones Unidas Farhan Haq, en esos contactos el emisario de la ONU reiteró la necesidad de cumplir las resoluciones 1970 y 1973 aprobadas por el Consejo de Seguridad, el 26 de febrero y el 17 de marzo pasados.
El primero de esos documentos exigió un cese al fuego en Libia, instó a avanzar hacia la solución de las demandas de su pueblo y decretó una serie de sanciones contra ese país árabe, entre ellas un embargo del suministro, venta o transferencia de armas.
También prohibió viajar a casi una veintena de personas, entre ellas El Gadafi, varios de sus familiares y miembros del gobierno, y ordenó congelar fondos, activos financieros y recursos económicos pertenecientes o controlados por una serie de individuos.
El otro texto, adoptado por 10 votos a favor y cinco abstenciones, abrió las puertas a la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia y a los ataques de la aviación de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y otros países contra las fuerzas gubernamentales.
La reunión de mañana será la primera del Consejo de Seguridad en abril y bajo la dirección del representante permanente de Colombia, Néstor Osorio, quien ostenta la presidencia rotativa de ese órgano durante este mes.
El pasado viernes, 13 países subdesarrollados de todas las regiones del mundo insistieron ante esa instancia de la ONU en la necesidad de acciones para establecer un cese al fuego en Libia y avanzar hacia una solución del conflicto.
El reclamo fue presentado en una comunicación firmada por los embajadores de Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Cuba, Antigua y Barbuda, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Camboya, Indonesia, Mali, Guinea Ecuatorial y Vietnam.
Los ocho primeros conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
La nota recibió además el respaldo de los representantes de Brasil, India y Suráfrica, países que no suscribieron el texto por su actual condición de miembros no permanentes del Consejo.
Los integrantes de ese cuerpo son Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido (permanentes y con derecho de veto) más Colombia, Brasil, Líbano, Nigeria, India, Portugal, Bosnia y Herzegovina, Suráfrica, Gabón y Alemania.
Según informó hace dos días el vocero oficial adjunto de Naciones Unidas Farhan Haq, en esos contactos el emisario de la ONU reiteró la necesidad de cumplir las resoluciones 1970 y 1973 aprobadas por el Consejo de Seguridad, el 26 de febrero y el 17 de marzo pasados.
El primero de esos documentos exigió un cese al fuego en Libia, instó a avanzar hacia la solución de las demandas de su pueblo y decretó una serie de sanciones contra ese país árabe, entre ellas un embargo del suministro, venta o transferencia de armas.
También prohibió viajar a casi una veintena de personas, entre ellas El Gadafi, varios de sus familiares y miembros del gobierno, y ordenó congelar fondos, activos financieros y recursos económicos pertenecientes o controlados por una serie de individuos.
El otro texto, adoptado por 10 votos a favor y cinco abstenciones, abrió las puertas a la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia y a los ataques de la aviación de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y otros países contra las fuerzas gubernamentales.
La reunión de mañana será la primera del Consejo de Seguridad en abril y bajo la dirección del representante permanente de Colombia, Néstor Osorio, quien ostenta la presidencia rotativa de ese órgano durante este mes.
El pasado viernes, 13 países subdesarrollados de todas las regiones del mundo insistieron ante esa instancia de la ONU en la necesidad de acciones para establecer un cese al fuego en Libia y avanzar hacia una solución del conflicto.
El reclamo fue presentado en una comunicación firmada por los embajadores de Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Cuba, Antigua y Barbuda, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Camboya, Indonesia, Mali, Guinea Ecuatorial y Vietnam.
Los ocho primeros conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
La nota recibió además el respaldo de los representantes de Brasil, India y Suráfrica, países que no suscribieron el texto por su actual condición de miembros no permanentes del Consejo.
Los integrantes de ese cuerpo son Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido (permanentes y con derecho de veto) más Colombia, Brasil, Líbano, Nigeria, India, Portugal, Bosnia y Herzegovina, Suráfrica, Gabón y Alemania.
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