Los manifestantes han bloqueado la principal carretera en el este de Afganistán y han marchado hasta la oficina de Naciones Unidas en esa ciudad, en un gesto de crítica contra la quema en la hoguera del Corán por un pastor fundamentalista estadounidense.
Horas antes, el presidente estadounidense, Barack Obama, condenaba la quema del Coran por parte de una pequeña comunidad religiosa extremista de Florida que ha desencadenado una oleada de ataques con decenas de muertos en Afganistán. A través de un comunicado divulgado por la Casa Blanca, Obama ha dicho que "la profanación de cualquier texto sagrado, incluido el Corán, es un acto de intolerancia extrema" pero que no justifica "atacar y matar a personas inocentes en respuesta es una afrenta a la decencia y la dignidad humanas".
Diez personas murieron este sábado y otras 83 resultaron heridas en Kandahar, durante una manifestación contra la quema del libro sagrado de los musulames. La jornada anterior, una marcha similar en Mazar i Sharif degeneró en un asalto a las oficinas de la ONU en esa ciudad que dejó 20 muertos, entre ellos siete empleados extranjeros de dicha organización. Las protestas muestran la extremada sensibilidad de los afganos hacia cualquier insulto contra su religión, pero también su creciente hartazgo con la presencia occidental en su país.
El mandatario estadounidense ha extendido sus condolencias a las familias de las personas muertas en las protestas de los musulmanes en Afganistán. "Los estadounidenses rinden honor hoy a quienes murieron en el ataque contra las Naciones Unidas en Mazar i Sharif", ha indicado el presidente en un comunicado distribuido por la Casa Blanca. "Ninguna religión tolera la matanza y la decapitación de personas inocentes, y no hay justificación para tal acto deshonroso y deplorable", ha afirmado Obama.
Jones mantiene en pie el desafío
Mientras, el iluminado pastor Terry Jones, impulsor de la quema del libro sagrado del islam, se ha comprometido a liderar una protesta el próximo 22 de abril frente a la mezquita más grande de Estados Unidos, en la localidad de Dearborn, en el Estado de Michigan. El pastor evangélico ya había amenazado con la destrucción de ejemplares del Corán en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre el año pasado, amenaza que finalmente no cumplió.
"Nuestra intención es poner en conocimiento que existe un elemento radical en el islam", ha afirmado Jones en una entrevista concedida a la agencia Reuters. "Obviamente es terrible siempre que gente muere asesinada. Creo que, por otra parte, esto muestra el elemento radical del islam", ha señalado respecto a las muertes de civiles en Afganistán durante las protestas.
El pasado 20 de marzo, el pastor evangélico Wayne Sapp prendió fuego a una copia del Corán en una pequeña iglesia de Florida. Sapp, miembro del Centro de Divulgación Mundial Paloma de la Paz, afirmó que el Corán había sido declarado "culpable" de diversos crímenes durante un "juicio de ocho meses" y que por tanto había que "ejecutarlo". Terry Jones, director del Centro de Divulgación Mundial Paloma de la Pazl, también estuvo presente durante la condena a la hoguera del libro.
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