Trípoli, 16 abr (PL) El gobierno de Muamar El Gadafi y la oposición armada libia intensificaron hoy los combates en torno a las ciudades de Ajdabiya y Misratah, mientras la OTAN incrementó los bombardeos aéreos en apoyo a los alzados.
Voceros rebeldes aseguraron haber controlado este sábado varios kilómetros de desierto en el flanco oeste de Ajdabiya, lo que supone un avance hacia el enclave petrolero de Brega, el principal objetivo de los insubordinados en el oriente de la nación.
Testigos señalaron que carros artillados de los insurgentes retornaban a esa localidad con colchones en su parte trasera, lo que indujo a pensar que pasaron la noche en las nuevas posiciones arrebatadas al Ejército regular, castigado por ataques aéreos.
La aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) multiplicó sus bombardeos sobre esa área en los últimos tres días y consiguió un ligero repliegue de la artillería gubernamental, aunque los propios rebeldes admiten que aún hay escaramuzas terrestres.
Incluso, los opositores armados afirmaron estar a las puertas de Brega, situada unos 80 kilómetros al oeste de Ajdabiya, pero el gobierno de El Gadafi negó que sus tropas se hayan replegado.
Fuentes médicas citadas por el canal catarí Al Jazeera reportaron un muerto y siete heridos a causa de disparos en una emboscada alrededor de la línea de combate.
Por su parte, fuerzas leales a El Gadafi mantuvieron hoy el asedio a Misratah, la tercera ciudad de Libia y la única que no está bajo control gubernamental en el oeste.
Los regulares continúan el sitio al puerto de esa urbe y reforzaron el poder de fuego con el propósito de frenar la ofensiva de los insurgentes, que atacaron desde áreas residenciales e industriales, según testimonios reproducidos por la televisión estatal.
El portavoz rebelde Abdelbasset Abu Mzereiq relató a periodistas que la artillería subordinada a Trípoli disparó al menos 100 cohetes del tipo Grad contra Misratah, pero en el mismo testimonio aseguró que no hubo una sola víctima, contrastó una fuente cercana al Gobierno.
Las autoridades rechazaron categóricamente el empleo de municiones no convencionales contra civiles y consideraron infundados reportes de grupos humanitarios, según los cuales, lanzaron tres bombas de racimo en el barrio de El-Shawahda la noche del 14 de abril.
"Los emplazo a que lo prueben", se limitó a decir el portavoz del Gobierno, Moussa Ibrahim, sobre ese arsenal prohibido, al tiempo que atribuyó muchas de las muertes de civiles y militares a los bombardeos indiscriminados de la aviación de la OTAN.
Voceros rebeldes aseguraron haber controlado este sábado varios kilómetros de desierto en el flanco oeste de Ajdabiya, lo que supone un avance hacia el enclave petrolero de Brega, el principal objetivo de los insubordinados en el oriente de la nación.
Testigos señalaron que carros artillados de los insurgentes retornaban a esa localidad con colchones en su parte trasera, lo que indujo a pensar que pasaron la noche en las nuevas posiciones arrebatadas al Ejército regular, castigado por ataques aéreos.
La aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) multiplicó sus bombardeos sobre esa área en los últimos tres días y consiguió un ligero repliegue de la artillería gubernamental, aunque los propios rebeldes admiten que aún hay escaramuzas terrestres.
Incluso, los opositores armados afirmaron estar a las puertas de Brega, situada unos 80 kilómetros al oeste de Ajdabiya, pero el gobierno de El Gadafi negó que sus tropas se hayan replegado.
Fuentes médicas citadas por el canal catarí Al Jazeera reportaron un muerto y siete heridos a causa de disparos en una emboscada alrededor de la línea de combate.
Por su parte, fuerzas leales a El Gadafi mantuvieron hoy el asedio a Misratah, la tercera ciudad de Libia y la única que no está bajo control gubernamental en el oeste.
Los regulares continúan el sitio al puerto de esa urbe y reforzaron el poder de fuego con el propósito de frenar la ofensiva de los insurgentes, que atacaron desde áreas residenciales e industriales, según testimonios reproducidos por la televisión estatal.
El portavoz rebelde Abdelbasset Abu Mzereiq relató a periodistas que la artillería subordinada a Trípoli disparó al menos 100 cohetes del tipo Grad contra Misratah, pero en el mismo testimonio aseguró que no hubo una sola víctima, contrastó una fuente cercana al Gobierno.
Las autoridades rechazaron categóricamente el empleo de municiones no convencionales contra civiles y consideraron infundados reportes de grupos humanitarios, según los cuales, lanzaron tres bombas de racimo en el barrio de El-Shawahda la noche del 14 de abril.
"Los emplazo a que lo prueben", se limitó a decir el portavoz del Gobierno, Moussa Ibrahim, sobre ese arsenal prohibido, al tiempo que atribuyó muchas de las muertes de civiles y militares a los bombardeos indiscriminados de la aviación de la OTAN.
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