Están sin cobrar la nómina del mes de marzo, les han dado de baja en la seguridad social pero no les han despedido, no tienen derecho a nada, ni posibilidad de recibir el paro. La situación de los empleados del local hostelero 'Bocatta' de la calle Unión de Palma es límite. "Hasta hoy hemos venido a trabajar y hemos atendido con lo que teníamos, pero el dueño tiene deudas con los proveedores y ya no nos sirven, pero no podemos permitirnos el lujo de que nos acusen de haber abandonado nuestro puesto de trabajo. Aquí seguiremos hasta que aparezca alguien con autoridad para decirnos que no vengamos más a trabajar". La empresa franquiciada para la que trabajaban se ha dado de baja, su dueño ha desaparecido y les ha dejado en el limbo administrativo, mientras que la compañía central se desentiende de la situación porque "esta no es su guerra".
Todo comenzó hace tres semanas cuando el dueño de la franquicia, Miquel S.C.F., reunió a sus 10 empleados y les informó de que tenía intención de subrogar la franquicia y "devolvernos junto al mobiliario" a la compañía central, The Eat Out Group, filial de Agrolimen. Sin embargo, la documentación que les presentó no convenció a los trabajadores "estaba corregida con típex y estaba fechada un mes antes". Una semana después supieron que la compañía se negaba a aceptar las condiciones de subrogación y que su jefe adeudaba unos 200.000 euros del alquiler del local.
Los trabajadores informan a los clientes de la situación.
Mientras, Miquel S. C.F. había dado de baja a sus empleados en la Seguridad Social así como la empresa. Dejó de ir a trabajar y se cambió de domicilio desocupándose por completo de sus empleados.
"Nos ha dejado en el limbo legal y somos un problema para cualquier empresario que quiera acogernos porque tenemos mucha antigüedad" explica María, portavoz de los trabajadores. "A efectos legales somos 'okupas' pero nosotros tenemos que seguir viniendo a trabajar hasta que el día 8 se celebre el proceso de Conciliación". Lo que piden ahora es un despido rápido "para que no nos lo quiten todo" y poder cobrar el paro. Asimismo ofrecen pruebas de que el ya ex dueño de la franquicia "llevaba una caja en B".
"Aún no nos ha dado un brote psicótico ni hemos perdido los nervios" se atreve a bromear María quien agradece el apoyo que han recibido de los vecinos de la zona.
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