Cada año parece que el Barcelona ha llegado a su tope. Y cada temporada va superando a la anterior. Que es campeón de invierno con 49 puntos y 49 goles, ésta toca mejorar y llegar hasta los 52 puntos y 61 tantos. Los números siguen mejorándose aunque el raciocinio humano llegue a pensar que es imposible hacerlo mejor. Desde el 3 de octubre de 2010, el Barcelona no cede un punto en Liga, la sexta jornada, cuando el Mallorca visitaba el Camp Nou y arrancaba un punto. Ya han pasado 13 jornadas sin un despiste, más de 115 días de competición sin fallo. El camino hacia una temporada por encima de los 100 puntos ya no es una utopía y menos con este Barcelona. ¿Es posible llegar a los 104 puntos y más de 120 goles en 38 partidos? El límite lo marca el Barça.
Una racha de 28 partidos sin perder, la mejor de su historia. Ni en Liga, ni en Copa ni en Champions. Nadie ha sido capaz de ganar a este Barcelona esta temporada. Sólo el Hércules de Esteban Vigo, allá por la tercera jornada. Las dos únicas manchas son en casa. A domicilio el Barcelona sólo sabe ganar. Una victoria tras otra para cerrar los nueve partidos fuera con nuve triunfos.
Y ganando con goleadas. Sólo en cuatro partidos ganó por la mínima y, en cambio, en nueve ocasiones venció por tres goles o más de diferencia. Un estilo que además de dar espectáculo da unos resultados que no se habían visto antes en el fútbol español. La supremacía que tiene el Barcelona en Liga va ligada a un estilo, a una forma de jugar al fútbol que ahora es la envidia de cualquier club del mundo.
Todos quieren tocar como el Barça. Todos quieren dominar como el Barça. Y todos quieren ganar como el Barça. Es el espejo en el que se miran los equipos. Una filosofía de club que tiene a la cantera como protagonista. La mitad de la primera plantilla ha crecido en La Masía, juntos y con una idea de fútbol en común. Valdés, Piqué, Puyol, Xavi, Iniesta, Busquets, Bojan, Messi, Jeffren y Pedro, sin contar con Thiago, Fontás, Bartra, que todavía están en proceso de maduración.
La temporada pasada con el inicio del nuevo curso, además del Mundial de Sudáfrica, llevó al Barcelona a ser el protagonista de la gala en el Balón de Oro. Los tres finalistas de la cantera. El premio a todo un trabajo de club que se llevó Leo Messi. El mejor jugador del mundo los dos últimos años. Este curso lleva cuatro goles menos que Cristiano, 23 a 19, pero las 15 asistencias en Liga, por siete del portugués, le dejan como el más decisivo.
Tener a Xavi, Iniesta y Messi en un mismo equipo hace que este Barça sea de otro mundo. En el tercer año de Guardiola suma ocho títulos y llegar a pasar los 10 en este 2011 sería lo normal. Lo lógico. Y aunque este Barcelona es de todo menos lógico, porque no para de superarse, el ciclo aumenta, crece y no parece tener fin.
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