La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se ha propuesto evitar que los desastres naturales vuelvan a causar una tragedia como la que atraviesa desde la semana pasada la región serrana de Río de Janeiro, donde 672 personas han muerto y más de 200 siguen desaparecidas. El Gobierno federal anunció este lunes un nuevo sistema nacional de alerta y prevención que debería dar sus primeros resultados en los próximos meses, si bien admitió que su pleno funcionamiento podría retrasarse hasta 2015.
"El plazo máximo [de implantación] es de cuatro años, pero esperamos respuestas para el próximo verano [del hemisferio sur]", aseguró el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante, uno de los siete miembros del Gabinete convocados en Brasilia por la jefa de Estado para afrontar las consecuencias de la mayor catástrofe sufrida por el país a lo largo de su historia.
Áreas de riesgo
El Ejecutivo ha constatado varios puntos débiles del sistema actual, en especial los problemas en la recogida de informaciones meteorológicas y la carencia de un mapa detallado que identifique las áreas de riesgo.
Según Mercadante, cinco millones de brasileños viven todavía en unas 800 zonas amenazadas por inundaciones o deslizamientos de tierra, fenómenos que causan casi el 70% de los desastres naturales en el país.
Con las mejoras prometidas por el Gobierno, esos habitantes podrían ser advertidos con al menos seis horas de anticipación para garantizar su evacuación a tiempo. "No acabaríamos con las pérdidas materiales, pero reduciríamos o acabaríamos con las víctimas", explicó el ministro.
Más radares
Mientras tanto, para corregir las deficiencias en la previsión del tiempo, el Instituto nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe, por sus siglas en portugués) recibió el mes pasado un superordenador que aumentará la precisión de los datos al reducir las áreas analizadas hasta los cinco kilómetros cuadrados, desde los 20 actuales.
A esa adquisición deberá sumarse la compra de 700 radares meteorológicos y la interconexión de esos aparatos a escala nacional para perfeccionar el cruzamiento de informaciones.
Bajo el control de Defensa
Con todo, cada año Brasil seguirá enfrentándose a catástrofes naturales que exijan poner en marcha complejas tareas de rescate como las que se realizan estos días en las montañas embarradas de Río. En esos casos, no sólo intervendrán las Fuerzas ArmadasFuerza Nacional cuando lo soliciten los gobiernos regionales y locales, sino que el propio Ministerio de Defensa podrá tomar el control de las operaciones si lo aprueba Dilma. o la
"En áreas aisladas, por ejemplo, el Ministerio de Defensa puede asumir el mando", señaló el titular de esa cartera, Nelson Jobim, también presente en la reunión en Brasilia. "La actuación ocurrirá a petición de las autoridades locales y con la autorización de la presidenta de la República. En el caso de Río, estamos en una operación de apoyo", agregó.
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