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miércoles, 4 de agosto de 2010

Uruguay deberá medir si es país natural

Uruguay tratará de mostrar lo que hasta ahora creyó ser.

Efecto invernadero. Utilizado en comercio de alimentos.
Efecto invernadero. Utilizado en comercio de alimentos.

El MGAP ha definido como prioridad el obtener datos reales sobre el impacto que la ganadería y la agricultura de nuestro país tienen sobre el efecto invernadero, y con ello su relación con el cambio climático. Es lo que se define como la huella de carbono de un alimento, que va rastreando todo el proceso de producción, midiendo las emisiones, en cada paso.

En ese contexto de prioridad, se han puesto en marcha los grupos de trabajo por sector, que la cartera, conducida por el ingeniero Tabaré Aguerre, había anunciado que se pondrían a trabajar, en un tema que tiene una complejidad técnica importante.

Uruguay se ha autoproclamado como país cuya producción es natural, pero nunca lo ha medido, salvo en el caso del arroz, sector que fue acusado por los ambientalistas locales, y que patrocinó un trabajo multidisciplinario que en la parte académica fue coordinado por la Udelar.

Hasta hace unos años nadie se hubiera imaginado que la producción ganadera uruguaya pudiera ser acusada de generar problemas en el medio ambiente; ganadería extensiva casi silvestre en que la mano del hombre incide poco. Sin embargo, se vive en un mundo donde lo comercial se mezcla con la ciencia, donde los medios de comunicación repiten datos y opiniones de actores sociales, músicos, artistas, ejecutivos de cadenas comerciales, y con datos poco certeros arman un embrollo de los buenos, por ejemplo confunden a nuestro país con Paraguay y de ese modo caemos en la zona del mundo que desforesta para hacer ganadería. En consecuencia, hay que salir a la cancha a marcar lo que se hace en nuestro país, una tarea que no tiene antecedentes ya que todos confiábamos que en nuestro país la producción es natural.

Mesas

La semana pasada quedaron instaladas las mesas que medirán la huella del carbono en la producción de carne y lana, lechería y arroz. En cada caso se buscará medir el impacto que tiene la producción en las emisiones de los gases del efecto invernadero: óxido nitroso, anhídrido carbónico y metano. La FAO divulgó un informe en el que se acusaba a la producción de carne de influir más que el transporte en la emisión de gases, los datos fueron revertidos por informes posteriores, pero "el daño ya estaba hecho" comentó el delegado de la Asociación Rural del Uruguay a la mesa que estudia la huella de carbono en la producción de carne, ingeniero Gonzalo Arroyo.

El técnico que representa a ARU señaló que "hoy por hoy el problema es sólo comercial, hay que sacarle dramatismo, el productor pecuario de nuestro país no se debe sentir estigmatizado por lo que hace", dijo.

Arroyo consideró positivo que el país estudie el tema de la huella de carbono de sus producciones básicas, para enfrentar el problema comercial que se ha generado en el mundo, a causa del informe de FAO que desató una ola de protestas de ONG.

El agrónomo consideró que el productor debe estar tranquilo con lo que hace, y que se espera que surjan sugerencias sobre cómo mejorar alguno de los manejos ganaderos tradicionales.

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