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lunes, 30 de agosto de 2010

"Sigo buscando a mi nieto o nieta de 34 años y a todos los desaparecidos políticos"

LA REPUBLICA también tuvo acceso a documentos confidenciales de la cancillería uruguaya referente a los desaparecidos.

En la tarde de ayer, LA REPUBLICA visitó a María Esther Gatti de Islas, madre de la desaparecida María Emilia Islas Gatti y abuela de Mariana Zaffaroni, quien fue apropiada por el represor Miguel Furci, actualmente imputado por la Justicia en el caso Orletti.

Con sus lúcidos 92 años de edad, María Esther Gatti de Islas, una de las abuelas que integra el grupo de Familiares de Detenidos Desaparecidos, lanzó un grito de esperanza haciendo un llamado a todos los que puedan aportar datos sobre su nieto o nieta que actualmente contaría con 34 años, cuya maternidad estaba en curso cuando fue secuestrada María Emilia Islas Gatti.

El hijo o hija de María Emilia debería haber nacido en marzo de 1977 habiendo cumplido nueve meses de embarazo. Las otras dos posibilidades que caben suponer son que haya nacido antes o que a María Emilia Islas la hayan asesinado embarazada.

María Esther Gatti de Islas contó a LA REPUBLICA su ardua lucha por recuperar a su nieta Mariana, sus encuentros en Buenos Aires con su apropiador, el represor Miguel Furci, a quien no le temió. Hoy María Esther busca a otro u otra nieta con la misma pasión y voluntad.

En el libro "A todos ellos", en el informe de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos", publicado en noviembre de 2004, página 524, figura el caso del "niño/a que debió nacer en 1977, hijo de María Emilia Islas Gatti y Jorge Zaffaroni. La pareja fue secuestrada el 27 de setiembre de 1976. Diversos testimonios dan cuenta de que cursaba un embarazo de 3 meses en el momento en que fue secuestrada y que fue conducida al centro clandestino de detención Automotores Orletti".

María Emilia le había escrito a su madre alrededor del momento de su captura, el 27 de setiembre de 1976, que creía estar embarazada, hecho corroborado recientemente por dos amigas de la pareja, según relata el libro "A todos ellos".

Existen otros tres casos de niños presuntamente nacidos en cautiverio en Argentina aún no aclarados. Se trata del embarazo a término de Adriana Gatti Casal, asesinada el 8 de abril de 1977. Según el informe forense labrado por las autoridades de la época no se da cuenta de dicho embarazo. Tampoco de la suerte corrida por el niño/a.

Blanca Haydée Altman Levy (uruguaya) esposa de Raúl Dopaso (argentino), fue secuestrada el 19 de julio de 1977 cuando cursaba un embarazo de 3 meses que debió nacer en enero de 1978. Raúl Dopaso continúa la búsqueda del niño/a que debió nacer. Versiones no confirmadas indican que María Rosa Silveira Gramont cursaba un embarazo de 3 meses en el momento de su desaparición. De confirmarse dicha versión, debió dar a luz en febrero de 1979.

Documentos confidenciales que se encuentran en la Cancillería uruguaya a los que tuvo acceso LA REPUBLICA indican cómo operaba el terrorismo de Estado durante la dictadura uruguaya.

El 13 de enero de 1977, el embajador de la dictadura, Gustavo Magariños, informaba al canciller Alejandro Rovira, sobre los datos filiatorios de 49 uruguayos que viajaron a Cuba mediante Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). El informe del embajador da cuenta en su nota A12-I/1977 (022) que "con referencia a su nota A/976-655" se remite adjunto "el informe que a requerimiento de esta Embajada, nos fuera remitido por el Ministerio del Interior de la República Argentina".

Otro documento fechado en San Isidro, el 26 de junio de 1985, ya en tiempos de democracia, el cónsul profesor Carlos M. Trianón, vinculado al sector de Jorge Batlle, informó de la orden de captura de Adriana María González de Furci, de 33 años de edad y a la aprehensión de la menor quien responde al nombre de Daniela Romina Furci (quien en realidad era Mariana Zaffaroni), la que se encontraría en poder de la primera de las nombradas."

El cónsul profesor Trianón indicó que le fue solicitada "toda la información que sea posible proporcionar del expediente existente en este Consulado, relativo a la desaparición de los presuntos padres de la menor y de las gestiones realizadas al respecto en su oportunidad, punto sobre el cual se solicitan instrucciones a la brevedad posible".

El cónsul Trianón agrega que "de fuentes bien informadas se nos ha dado a entender que, entre un grupo de miembros de la SIDE existe consenso en el sentido de dar una interpretación política a las reclamaciones de esta índole, entendiendo que los menores, aún en situaciones como la planteada. Después de muchos años de convivencia están mejor en sus actuales medios familiares, y se apoyarían unos a otros para impedir la restitución de los mismos a los reclamantes".

Otra nota confidencial del cónsul general del Uruguay en Argentina, doctor Jorge M. Carvalho, dirigida al entonces canciller Enrique Iglesias, con fecha 3 de julio de 1985, da cuenta de la ubicación de Mariana Zaffaroni. Carvalho informó que remitía entonces "las actuaciones efectuadas referentes a la ubicación física de la niña uruguaya Mariana Zaffaroni Islas, solicitado por télex a 324 D del 25/06/85 de esa Cancillería y que adelantáramos por télex C 162 del 28/06/85".

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