Las entidades SOS Racismo, Nuevos Colectivos, y el Observatori del Sistema Penal de Drets Humans (OSPDH), pidieron el cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca tras el suicidio ayer de Mohamed, de 22 años.
Estas organizaciones consideran que el mal estado de las instalaciones, con falta de higiene y condiciones adecuadas, afecta a los internos ingresados durante 60 días, siguiendo la normativa de la Ley de Extranjería. Por eso han pedido que se cierren este tipo de centros en toda España, los 11 que están en funcionamiento, y "no se impida la libre circulación de personas que no han cometido ningún delito, sólo una falta administrativa", según Héctor Silveira del OSPDH.
Además, destacan que algunos internos han recibido maltratos por parte de los funcionarios, por lo que de momento, durante este año se han puesto tres denuncias judiciales. En este sentido, Alba Cuevas, de SOS Racismo, afirmó que es complicado que este tipo de denuncias acaben en juicios ya que "se acostumbra a acelerar las expulsiones de los denunciantes, y hasta de los testigos si los hay", como sucedió hace unos meses con un ciudadano boliviano, y dos compatriotas suyos.
Sobre la muerte de Mohamed las entidades denunciaron que hace unos días tuvo otro intento de suicido, y por eso desean conocer si recibió algún tipo de tratamiento hasta su fallecimiento.
Alba Cuevas indicó que a algunas personas con alguna alteración psicológica "estar encerrados les afecta todavía más", y que lo único que se tiene claro es que el fallecido estaba internado desde hacía entre 20 y 30 días. Fuentes policiales aseguraron que es "rotundamente falso" que Mohamed hubiese sufrido algún tipo de intento de suicidio y que cuando se ahorcó estaba en su habitación. En este sentido, destacaron que no había ninguna sospecha de que el interno, que estaba a punto de ser expulsado, podría decidir acabar con su vida.
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