La población de Barcelona mayor de 75 años supera por primera vez a la que tiene entre 65 y 74 años, según revela la Investigación sobre las condiciones de vida y hábitos de la gente mayor en Barcelona, realizada por el área de Acción Social y Ciudadanía del Ayuntamiento de la ciudad.
El estudio muestra una tendencia al envejecimiento y a la feminización del colectivo, ya que, según ha explicado el teniente de alcalde de Acción Social, Ricard Gomà, "el 65% de las personas mayores de 75 años son mujeres, debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres".
La principal fuente de ingresos de este colectivo son las pensiones de jubilación y de viudedad, y casi el 70% de las mujeres mayores de 65 años tiene unos ingresos inferiores a los 600 euros al mes, una situación que se ve contrarrestada por los bajos gastos que afrontan en el alquiler de la vivienda y el transporte.
Tanto en el colectivo de los menores de 65 años como en el de los mayores existe una gran desigualdad de género en el trabajo doméstico, ya que las mujeres realizan mayoritariamente todas las tareas domésticas, a excepción de las reparaciones.
La investigación desvela asimismo que la esperanza de vida y la autonomía de los mayores continúa creciendo, así como su formación, ya que una de cada tres personas mayores tiene estudios secundarios o superiores.
Los ancianos de Barcelona tienen un nivel de estudios superior a la media catalana: casi un 20% tiene estudios secundarios y casi el 9% posee estudios universitarios, mientras que la media catalana es del 12,8% y el 4,6%, respectivamente.
Finalmente, el informe destaca que el 73% de los mayores son propietarios de su vivienda y más del 80% prefiere seguir viviendo en su barrio, y a poder ser en la misma vivienda.
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