"¿Por qué pensás que no se toca el corte? Lo llegan a tocar y la población de Gualeguaychú le da vuelta la Gendarmería", dijo ayer el activista José Pouler quien reaccionó a los comerciantes que amenazan con un juicio al piquete.
Pouler lucía ayer visiblemente alterado por la creciente demanda social y mediática por el levantamiento del piquete de la ruta 136 y ante la inminencia de la reunión entre los presidente José Mujica y Cristina Fernández, que se adelantó al 2 de junio y que tendrá este tema como uno de los más relevantes. "El corte se puede levantar en cualquier momento", dijo Pouler en una entrevista con El País Digital en la que terminó con insultos al diario y al periodista que lo consultó (ver recuadro en esta página)
Pero el asambleísta del "ala dura" de Arroyo Verde considera que es imposible que esto ocurra y desafió a los que en Gualeguaychú se oponen a la medida lo propongan y lo voten en la "asamblea ampliada".
Los comerciantes de Gualeguaychú dicen estar "hartos del piquete" en Arroyo Verde y afirman tener 7.000 firmas a favor del desmantelamiento de la medida de lucha contra la pastera UPM (ex Botnia). Anunciaron también una acción judicial contra el piquete.
"Donde haya alguien que lo proponga y sea aceptado, se pide una asamblea ampliada y se debate automáticamente el tema. Lo que pasa es que nadie lo pide", dijo Pouler. "No va a ocurrir nunca porque no tienen la cantidad de gente para hacerlo. (…) "¿Por qué pensás que no se toca el corte? Lo llegan a tocar y la población de Gualeguaychú le da vuelta la Gendarmería", sostuvo.
Sostuvo que, de convocarse a esa asamblea, irán "no menos de 10.000 personas que quieren mantener la metodología". Los comerciantes que quieren levantarlo "tienen que trabajar para conseguir más de 10.000 personas", dijo.
En este clima, la reunión José Mujica-Cristina Fernández se adelantó para el 2 de junio. Quizá se sumen a la agenda las trabas comerciales del país vecino, que operan, pero que no están formalmente establecidas. El corte estará en la mesa, pero no un acuerdo de la CARU. El gobierno uruguayo estima que esto "va para largo".
Junto a los presidentes participarán ocho ministros de cada país cuyas áreas guardan relación los temas pendientes en la agenda bilateral.
Los mandatarios se verán antes en Buenos Aires, el 25 de mayo, en ocasión de las celebraciones por el Bicentenario de la independencia argentina.
Trabas comerciales. El gobierno uruguayo ya planteó verbalmente a su par de Argentina su preocupación por las trabas al ingreso de productos nacionales a ese país y solicitó se le informe del alcance de estas medidas. Hoy lo hará por escrito a través de la embajada uruguaya en Argentina y de la de ese país en Uruguay. Además, llevará el tema a la Comisión de Comercio del Mercosur, donde deberá presentar datos de las empresas que están afectadas por esta situación -hasta ahora Monte Cudine y Bimbo- para denunciar los perjuicios que esta situación les genera.
Almagro dijo a El País que se procura "aclarar del lado argentino cuál es exactamente la posición que están tomando".
El canciller señaló que la relación con Argentina "se construye sobre un concepto de nueva vecindad", y que esto no supuso que Uruguay "hiciera primera movida" levantando el veto a Néstor Kirchner para la Unasur. Consideró que la primera señal la realizó Argentina destrabando los fondos del Focem, luego anunciando el segundo llamado a licitación para el dragado del Canal Martín García y después con su disposición a que Uruguay traiga gas de Bolivia. Afirmó que Uruguay contribuyó "con un gesto que es simplemente no vetar" la candidatura de Kirchner.
Por su parte el presidente de la Unión de Exportadores, Alejandro Bzurovski dijo que la gremial "está muy preocupada" con esta situación y remarcó que solo hay "trascendidos, no hay nada oficial, ni escrito" sobre las trabas. Sin embargo señaló que en el sector alimenticio se exportan anualmente a Argentina entre US$ 8 y 10 millones a partir de unas 60 empresas, pero que Uruguay es un país netamente importador de alimentos del país vecino.
Pese a la aparente liberalización de algunas importaciones en el país vecino -ingresaron camiones con exportaciones brasileñas que estaban detenidos en frontera- , el ministro del Interior Florencio Randazzo dijo ayer en Radio Mitre que "Argentina va a defender el desarrollo de la industria nacional y el trabajo de los argentinos".
Asimismo, La Nación informó ayer que pese al ingreso de algunas cargas brasileñas, los importadores argentinos no recibieron "una contraorden concreta" a las advertencias del Director de Comercio Interno, Guillermo Moreno, suspendiendo la medida de sustituir productos extranjeros por sus equivalentes locales.
"Estamos confiados en que no se trata de un mero anuncio y que hay una decisión oficial de dejar de lado las restricciones, pero hasta que no recibamos una contraorden efectiva vamos a seguir trabajando en el pedido que nos hizo la Secretaría para analizar el impacto de la restricción de las importaciones caso por caso", señaló Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina.
Cargas a Brasil. El tema de la prohibición a que buques con mercadería desde Argentina con destino a Brasil pasen por el puerto de Montevideo, denunciado por el Centro de Navegación Transatlántica, ya fue planteado por escrito y a través de las embajadas a la Cancillería del vecino país con copia a sus autoridades portuarias. El gobierno aguarda que la medida quede sin efecto, se dijo a El País en fuentes oficiales.
"Si bien es una medida que no tiene impacto fuerte, ya que son unos 1.500 contenedores en un total de 400.000 que pasan por el puerto, es importante que esto no pase. Por eso hay que tratar de impedirlo", expresó una alta fuente de gobierno, la que destacó que para el Poder Ejecutivo un acuerdo bilateral entre Argentina y Brasil no impide que las mercaderías pasen por puertos de otros países.
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