Tras 18 años sin hacer una visita al balneario de San Gregorio de Polanco, la DGI desembarcó allí e hizo estragos. Decenas de comercios fueron multados por irregularidades y ahora enfrentan problemas para pagar los $ 3 millones que deben al fisco.
La Dirección General Impositiva (DGI) realizó un operativo en San Gregorio de Polanco, sobre el río Negro, y multó a una gran cantidad de comercios que estaban evadiendo impuestos. Esa medida generó problemas económicos en varios de ellos que podrían bajar la cortina o despedir personal.
Según datos recabados por El País las multas superan los $ 3 millones en una localidad que tiene poco más de 3.000 habitantes y unos 90 comercios que aportan al Banco de Previsión Social.
Barracas, panaderías, supermercados, lugares de hospedajes, un club social, comercios de venta de artículos de electricidad y otros tantos fueron objeto de la fiscalización.
Según dijeron los vecinos a El País en enero llegaron los inspectores de la DGI, los cuales aparentemente en primera instancia se hicieron pasar por turistas para averiguar detalles del movimiento comercial. Posteriormente se presentaron como funcionarios del organismo recaudador y comenzaron con la fiscalización.
Raquel, propietaria de un comercio en San Gregorio de Polanco dijo a El País que hace 18 años que la DGI no iba. "Hace 18 años que no venían, no sé por qué vinieron en pleno verano, pero fue muy raro", indicó.
A Raquel la DGI la fiscalizó y la multó por considerar que evadía impuestos en algunos artículos que vendía.
Hubo comercios que recibieron multas por poco más de $ 100.000 y en otros casos superaron los $ 500.000. "Por el momento no despedí a nadie, pero voy a tener que ajustarme el cinturón", dijo Raquel.
El propietario de un lugar de alojamiento, que solicitó no ser identificado, se mostró molesto dado que la DGI apareció en los meses que la ciudad tiene movimiento turístico.
"La temporada no fue buena por la crecida del río Negro y a eso se sumó que la DGI vino a fiscalizar y encontró irregularidades", indicó.
"San Gregorio de Polanco tiene su mayor movimiento durante el verano, luego el resto del año son muy bajas las ventas y no es sencillo para la gente", expresó.
"Vivir en San Gregorio de Polanco es mucho más caro que vivir en cualquier ciudad, por dónde está ubicado y por la cantidad de población", dijo al quejarse por los impuestos que se cobran en Uruguay. "Se debería considerar que vivimos en una ciudad muy diferente al resto", sostuvo.
Líber, propietario de una panadería multada por la DGI dijo que no tiene certeza si lo multaron bien o mal. "No hay seguridad si te cobran bien o mal, porque pasaron 18 años sin venir a San Gregorio. "Para que sea justo tendrían que controlar a todos los comercios y venir más seguido, para así evitar la informalidad", afirmó.
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