Los municipios que han sido víctimas de la falta de suministro eléctrico no están dispuestos a irse de la pelea que ahora les enfrenta con la compañía eléctrica Endesa sin repartir, al menos, un par de sonoras bofetadas a la empresa.
Sumados ya más de la mitad de los municipios de Girona a un manifiesto en el que reclaman mejoras drásticas en el sistema, hay poblaciones que han decidido ir algo más lejos.
Es el caso de Caldes de Malavella y Palafrugell, que se han lanzado al boicot directo contra Endesa tras soportar días de cortes o, directamente, nula posibilidad de apretar ningún interruptor.
Palafrugell, por ejemplo, ha pasado de la impotencia a la ofensiva negándose a pagar a partir de ahora las facturas del alumbrado público que les extienda Endesa hasta que "consideremos recompensado el daño económico y de imagen que hemos sufrido".
El consistorio, dolido por la imagen ofrecida a los turistas y por unas pérdidas todavía por cuantificar, se muestra dispuesto a aguantar el pulso y ver si "ahora llegan a dejar al pueblo a oscuras por no pagar".
Menos drástica ha sido la actitud de Caldes, donde aprovechando la liberalización del mercado energético han decidido directamente cambiar de compañía eléctrica tras constatar "cómo nos han tomado el pelo", informa Europa Press. Una medida que su alcalde, Joan Colomer, ha invitado a imitar a todos sus vecinos, 500 de los cuales, aún hoy, seguían con problemas en el suministro.
El cambio de empresa, además, cuenta con el apoyo de uno de los socios del tripartito catalán. así lo ha asegurado el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Ridao, quien ha recordado a los ciudadanos que la desaparición del monopolio eléctrico les permite abandonar una compañía que "[a nosotros] no nos merece confianza".
Fuentes de Endesa consultadas por este medio han rechazado entrar a valorar estas medidas de protesta.
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