Maragall indigna a la comunidad educativa al suprimir el bachillerato en 13 institutos

El Departamento de Educación ha optado, de momento, por omitir el nombre de los institutos afectados, pero 13 centros, ocho de ellos en Barcelona, podrían quedarse sin los estudios de bachillerato el próximo curso. Comisiones Obreras cree que la medida afectaría a muchos más, una veintena sólo en la ciudad de Barcelona. La decisión, todavía en fase de estudio, ha alcanzado al departamento que dirige Ernest Maragall en el peor momento posible, en vísperas de una huelga general en la enseñanza pública catalana de profesores y estudiantes por el recorte de medios humanos y materiales.

La crisis y sus rigores presupuestarios, junto con la racionalización de medios, aparece como el motivo fundamental por el que Educación estudia suprimir el bachillerato en los institutos de un solo grupo por curso y menos de 20 alumnos por aula. En Barcelona, por ejemplo, se encontrarían en esta situación los de Roger de Flor, Sant Martí de Provençals, Rambla Prim, Gala Placídia, Collserola y Miquel Taradell, según CC OO. A estos habría que unir el de La Pineda de Badalona y el IES la Ribera de Montcada i Reixach.

Concretamente, la directora de este último instituto, Clara Vilardell, confirmó que recibió la notificación oficial el 23 de febrero, justo después de que se cerrara el periodo de preinscripción de la ESO, informa Ivanna Vallespín. Por ello, Vilardell considera que los padres "han sido engañados", porque deberán cambiar a sus hijos de instituto si pretenden cursar el bachillerato. Los profesores y padres de alumnos se manifestarán mañana ante los servicios territoriales de Educación en Sabadell.

La concentración coincidirá con el paro general convocado en la enseñanza pública. Los sindicatos convocantes opinan que los recortes de plantilla y de inversiones han empeorado la calidad de la educación catalana. "Sólo para este año se habrían necesitado 1.500 profesores para hacer frente al creciente número de alumnos", comentó ayer Xavier Massó, representante de la Aspec, informa Meritxell Álvarez.

Para Rosa Canyadell, de Ustec, la Generalitat trata de "imponer una línea de educación clasista", cerrando grupos de bachillerato y ciclos formativos en institutos que se encuentran, dijo, "en las zonas más desfavorecidas".