A partir de este fin de semana los frigoríficos comenzarán a ajustar el precio de la carne a las carnicerías, trasladando la suba que tuvo el ganado gordo, en el marco de un mercado donde la oferta escasea.
El último ajuste (alrededor del 12%), elevó en $ 6 por kilo la media res, pero no incluyó los valores de la carne desosada que distribuyen los frigoríficos en las carnicerías en cajas. Ahora, desde hace varias semanas, hay varios frigoríficos que no están entregando carnes en caja en el abasto.
Según algunos datos recabados por El País el ajuste que se prepara incluirá a toda la carne (media res y cortes desosados), pero aún no se determinó qué porcentaje se aplicará (dependerá de cada empresa).
"Estamos muy preocupados porque trabajamos por debajo de los costos, en el marco de un mercado muy poco ofertado", aseguró a El País Fernando González, presidente del Frigorífico Copayan y directivo de la agremiación que reúne a las plantas dedicadas al mercado interno. Si bien las compras de ganado destinado al abasto siempre son cortas -las entradas a frigorífico son casi inmediatas- la falta de ganado gordo, porque los productores retienen sus animales esperando mayores subas del precio, se acortaron más todavía. La menor oferta del mercado se sumó al feriado de Carnaval y le dificultó a las empresas poder completar las faenas.
Los carniceros sostienen que el consumo de carne bovina "está firme" y esa firmeza se nota más en los barrios periféricos. "Principalmente en los barrios de poco poder adquisitivo cayó muy levemente el consumo y ese es un indicador de firmeza", aseguró a El País Hebert Falero, presidente de la Unión de Vendedores de Carne.
Mientras tanto, el precio del pollo -la carne aviar es la segunda en cuanto a consumo detrás de la roja- se mantiene estable entre $ 49 y $ 53 por kilo, dependiendo de si se trata de una avícola o de las grandes superficies.
Se están matando más de 400 mil pollos por semana y, según la Asociación Nacional de Avicultores, no se producirían ajustes en el precio hasta mediados de marzo, dependiendo de las subas que tenga el maíz, que es el principal insumo de las raciones que utiliza la avicultura.
La carne aviar está exonerada de IVA y la medida caducará el 31 de marzo próximo. La Asociación Nacional de Avicultores ya está trabajando en el armado de un estudio que entregará al gobierno, midiendo el impacto que tuvo sobre el consumo esta medida y apuntando a mantenerla vigente.
Los avicultores quieren juntarse con el nuevo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, una vez que asuma, buscando crear en la órbita de la secretaría de Estado, una oficina especializada sobre avicultura, donde se busquen alternativas para impulsar al sector hacia la exportación.
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