Una lluvia torrencial, con cerca de 70 milímetros caídos en una hora, inundó el viernes gran parte de la capital argentina por segunda vez en una semana, lo que obligó a suspender servicios de varias líneas de subtes y trenes y a cortar el tránsito en calles y autopistas.
El fenómeno climático afectó a Buenos Aires y numerosas localidades de su poblada periferia, que en su conjunto integran un conglomerado de unos 12 millones de habitantes.
Unos 66,9 milímetros cayeron en una hora, en el momento más fuerte de la tormenta que comenzó alrededor de las 16.45 horas locales (19.45 GMT) del viernes, pero luego seguía lloviendo sobre toda la ciudad, según datos del servicio meteorológico.
El agua inundó viviendas, calles y avenidas del centro y los barrios porteños, interrumpiéndose totalmente el tránsito en varios sectores de la ciudad.
En varios barrios se cortó preventivamante el suministro de energía eléctrica, dijo una vocera de la empresa responsable.
"Pedimos a todos los vecinos de la ciudad que no se mande a cruzar las calles cuando vea que están inundadas, que vea si está la gente de Defensa Civil que están ayudando a cruzar las avenidas con sogas", dijo el jefe de gabinete de la alcaldía porteña, Horacio Rodríguez Larreta.
Decenas de personas con el agua hasta la cadera, cruzaban avenidas porteñas, ayudados por sogas colocadas atravesando de vereda a vereda por efectivos de bomberos, según imágenes de televisión.
Un bote de goma a motor de un grupo especial de la policía rescataba gente y circulaba por calles del coqueto barrio Palermo, uno de los más afectados habitualmente por las inundaciones, ya que está construido sobre un arroyo entubado que desagota en el río de la Plata.
El agua anegó además varios tramos de las autopistas que conectan la capital con la periferia, lo que provocó un caos de tránsito en la hora pico del regreso en el último día de la semana, y obligó a la interrupción de algunas líneas del metro y del servicio ferroviario. La noche del lunes pasado, un fuerte temporal con lluvias de 88,5 milímetros en sólo una hora, había dejado inundada parte de Buenos Aires y sin luz a más de 100.000 familias.
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