El Gobierno tensa la cuerda con los sindicatos. A las propuestas para reformar el sistema de pensiones y los 'donde dije digo, digo Diego'sobre las bases para calcular las pensiones, hoy se suma la presentación de su propuesta de reforma laboral, pese a la petición de CCOO y UGT para que lo aplazara.
Pero el Ejecutivo quiere cumplir sus previsiones y abordar este asunto en la primera reunión del Consejo de Ministros del mes de febrero. Ni siquiera las presiones de los sindicatos le han hecho cambiar de idea. UGT y CCOO solicitaron este aplazamiento, el segundo después del que pidieron en enero, con el objetivo de facilitar el acuerdo de negociación colectiva que ultiman los agentes sociales.
Fuentes del Gobierno, sin embargo, quieren mantener la paz con los agentes sociales y aseguran que no se pretende plantear imposición alguna, sino sentar las bases para dialogar con empresarios y sindicatos, y concretar las reformas laborales que se necesitan.
Sin embargo, tras la controversia generada por la reforma de las pensiones que presentó el Gobierno, los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, pidieron en la Moncloa advirtireron de que, en el caso de que no acceda a su demanda, "mida mucho" lo que va a plantear.
Poco se conoce de la propuesta que pretende plantear el Gobierno, aunque algunos medios apuntan a que el Ejecutivo incluiría nuevos incentivos para los contratos indefinidos, a la vez que buscaría encarecer los contratos temporales y así cortar la temporalidad.
Bajo el nombre 'Líneas de actuación en mercado de trabajo', el documento también propondrá medidas para impulsar el trabajo de los jóvenes, aunque las medidas sobre este punto parece ser que no se presentarán hoy, según advirtió este jueves el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
Corbacho además señaló que el documento de partida del Gobierno incluye un compromiso de prioridades en empleo que se discutirán posteriormente en el diálogo social, entre las que se encuentra acabar con la multiplicidad de bonificaciones actuales para concentrarlas en sectores que requieran especial ayuda o la reforma del sistema de formación profesional.
Sea como fuere finalmente, lo cierto es que a pocos les ha gustado que el Gobierno no espere a posibles acuerdos entre patronal y sindicatos para presentar su plan de reforma laboral.
El portavoz de Trabajo de CiU en el Congreso, Carles Campuzano, afirmó que "una cosa es lo que nos gustaría que presentara y otra lo que nos tememos que hará" porque duda de que el Gobierno tenga la "inteligencia política necesaria" para la reforma. También, La portavoz del Grupo Mixto, Uxue Barkos, mostró su "desconfianza" ante la reforma "habida cuenta de la falta de rigor en el planteamiento de las últimas propuestas del Gobierno.
Desde la patronal CEPYME, su presidente, Jesús Bárcenas, espera una reforma de "calado", aunque después se discuta en el diálogo social en unas negociaciones que espera no vuelvan a romperse como ocurrió en julio.
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