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jueves, 17 de septiembre de 2009

LAS MUJERES EN LA CAMPAÑA ELECTORAL


En esta campaña electoral hay varios temas ausentes. Uno de ellos ­y que debe llamarnos a reflexión­ es cuáles son las propuestas políticas dirigidas a más de la mitad de la población, las mujeres uruguayas, más allá de que puedan existir algunas excepciones. Y tampoco se las ve como electorado, aunque sean mayoría.
Más allá de ser reconocidas jurídicamente como ciudadanas de pleno derecho, las mujeres tienen menor acceso a bienes y servicios, una menor y peor inserción en el empleo, una menor remuneración por igual empleo y bajísima presencia en cargos de decisión política, especialmente en cargos electivos. Las mujeres, junto con los niños, hacen parte importante de los sectores de pobreza del país, son las que fundamentalmente experimentan la violencia de los hombres en el hogar (87% de las víctimas son mujeres) , en el trabajo y en la sociedad, y son las que mueren por no tener una atención adecuada si deciden interrumpir un embarazo.
Durante el gobierno del Frente Amplio se avanzó en la construcción de políticas de equidad de género dirigidas a profundizar la democratización de la sociedad promoviendo derechos. Y, en este tema, para el FA el Estado juega un rol central para poder garantizar el efectivo ejercicio de los derechos de las mujeres. Un logro de este período fue la aprobación de la ley de Igualdad de Oportunidades y Derechos entre hombres y mujeres y la creación del primer Plan Nacional de Igualdad como política de Estado. El plan pretende sostener en el tiempo una estrategia de transversalidad para que, desde todos los ámbitos del Estado, se comprometan y se implementen políticas de equidad para las mujeres.
La creación y jerarquización del Instituto Nacional de las Mujeres en el Ministerio de Desarrollo Social, al que se dotó de recursos económicos y humanos, fue otro avance del gobierno del Frente Amplio. A diferencia de los gobiernos anteriores, las mujeres dejaron de estar asociadas exclusivamente a las familias y a su rol de reproductoras y cuidadoras, se intenta fortalecerlas en su autonomía y como protagonistas de sus vidas. Los cambios culturales no se dan de un día para otro. En lo que respecta al papel de las mujeres "viviendo para los demás", quedan tareas pendientes, como la ampliación y diversificación de servicios de cuidados a menores, discapacitados/as y ancianos/as, y la visibilización del trabajo no remunerado ya que las mujeres siguen siendo quienes, casi exclusivamente, asumen estas tareas que no se valoran, prácticamente se ignoran y frenan el ingreso de las mujeres al mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres, entre otras consecuencias. En materia legislativa, en relación a estos temas se facilitó el acceso de muchas mujeres a la jubilación a través de la Ley Nº 18.395 que dispuso computar un año a la historia laboral por cada hijo/a, se equiparó la licencia de padres y madres en relación a los hijos naturales y adoptivos, y se equiparó la normativa sobre trabajo doméstico.
Como vimos en notas anteriores, una de las principales preocupaciones de este gobierno fueron las políticas destinadas a los sectores más vulnerables de la sociedad. Junto al Plan de Emergencia y, posteriormente, el Plan de Equidad ­que, entre otras medidas, amplió considerablemente el monto de las asignaciones familiares­ se llevó adelante el programa Trabajo por Uruguay, que buscó contribuir a la reinserción laboral de las personas a través del desarrollo de habilidades laborales y sociales. En este programa el 80% de las beneficiarias fueron mujeres.
En materia de salud, además de la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud se incluyó la educación sexual dentro de la Ley de Educación. Los objetivos de la ley son garantizar el derecho a la información y a la educación sexual a través de la transformación de estereotipos de género y establecer el derecho a continuar en el centro educativo y contar con apoyo específico a las niñas y adolescentes que están embarazadas. Esta herramienta promueve, además, la reflexión crítica de las relaciones de género y la sexualidad en general. En materia de salud, además, se creó el Programa Nacional de Salud de la Mujer y Género en la órbita del Ministerio de Salud Pública, el cual promovió la inclusión de prestaciones relacionadas con la salud de las mujeres y el decreto de gratuidad en las consultas, análisis y ecografías durante el embarazo, papanicolau y mamografía. Debemos reconocer los avances que introdujo la aprobación de la Ley de salud sexual y reproductiva aunque resulta fundamental, en el próximo período, aprobar la despenalización del aborto.
La violencia contra las mujeres sigue siendo un delito que no da tregua en nuestro país. A partir de la información brindada al Parlamento por parte del Consejo Nacional Consultivo contra la violencia doméstica, este es el segundo delito denunciado. El gobierno del Frente Amplio se propuso darle respuesta a este problema a través de la instalación de servicios especializados de atención a mujeres víctimas de violencia en 12 departamentos del país, se creó el protocolo de atención a las víctimas por parte de la Policía, se elaboró una guía de procedimientos para el personal de salud y en el sistema educativo se confeccionó un mapa de ruta para la identificación y detección temprana de situaciones de violencia y abuso. En materia legislativa, se crearon fiscalías especializadas para la atención de la violencia doméstica con el fin de fortalecer a los órganos judiciales en la atención de estas situaciones. El avance más significativo en este tema es que ha salido de la esfera del mundo "privado" y se reconoce como un tema de derechos humanos, de asimetrías de poder entre hombres-mujeres y niños/as-adultos y que se torna imprescindible la acción del Estado para su reversión.
Con respecto a la participación política de las mujeres, todavía queda un amplio camino a recorrer más allá de la aprobación de la ley de participación política (ley de cuotas) en esta legislatura. Dicha ley se aplicó, por primera vez, en las elecciones internas de los partidos políticos, lo que produjo el aumento del número de mujeres en las convenciones partidarias. Pero para las elecciones nacionales y departamentales recién se aplicará en 2014 y 2015 producto, fundamentalmente, de negociaciones por las resistencias del Partido Nacional y del Partido Colorado, ya que esta ley requería una mayoría especial, dos tercios de los miembros de cada Cámara, por tratarse de una norma de carácter electoral.
1Nota realizada con la colaboración de Alejandra Moreni.
1Departamento de Datos, Estadísticas y Análisis del Ministerio del Interior. 2006 en "Fin de Año tuvo récord de violencia doméstica". "El País". 5/1/2007.
* Senador por la 609-FA, economista

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