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sábado, 29 de agosto de 2009

`Escuadrón` sanducero movilizado por delitos

Se llama "Escuadrón en Defensa del Ciudadano". Son vecinos sanduceros cansados de ser víctimas de delincuentes. Aseguran que no quieren tomar el lugar de la Policía y se reunieron con su jefe.
Comprometerse con la problemática, coordinar acciones entre vecinos para prevenir delitos y exigir a las autoridades el cumplimiento de sus obligaciones, son las propuestas centrales de un grupo de ciudadanos preocupados por la situación de inseguridad.
El Escuadrón en Defensa del Ciudadano es la nueva organización que también analiza iniciar acciones legales contra el Estado por no cumplir su deber de defender la integridad física de la población y contra el Instituto de la Niñez y la Adolescencia (INAU) por su "negligencia y omisión", sostienen.
En su primera presentación en la noche del jueves, sus voceros Carlos Laborde y Sara Pavlichen, aseguraron que un grupo de abogados y escribanos que "por ahora no darán la cara" están estudiando la forma que adoptarán tales demandas.
Paralelamente, están organizando clases de defensa personal y aunque insisten en que armarse y hacer justicia por mano propia no es la solución, también piensan en instruir sobre tenencia y porte de armas.
Para ello cuentan con el apoyo del inspector retirado Luis Burgos, que fue subjefe de Policía en Paysandú y en Salto.
ACCIONES. Pavlichen es la impulsora del escuadrón. Hace unos quince días le robaron por cuarta vez su casa. Esta vez le llevaron una flamante computadora que su hijo de 13 años había comprado apenas un día antes, con sus ahorros de un año y medio.
Fue al gota de derramó el vaso, contó a El País. Se sintió ultrajada e impotente. Entendió que debía dar a su hijo una respuesta "digna" y enseñarle a "pelear por sus derechos".
El domingo siguiente se decidió y telefoneó al ministro Bruni a su casa. El jerarca le brindó su apoyo y llamó al jefe de Policía para que se conectara con ella, relató. Fortalecida por la respuesta habló con una amiga que lleva en su haber siete robos y decidieron actuar juntas.
El grupo comenzó a formarse, lo llamaron escuadrón sabiendo que el nombre impactaría en la población y pautaron que su acción debía seguir vías legales y ser independiente de la política partidaria. En los últimos días, varios referentes políticos de distintos partidos se acercaron a los organizadores.
Pavlichen aseguró que a todos se les agradeció la intención, pero se les advirtió que no permitirán su participación.
El escuadrón concretó su primera reunión abierta en la noche del jueves en la casa de su fundadora. Una veintena de personas fueron las que acudieron la convocatoria.
DEFENSA. Las críticas al Poder Judicial y la problemática de la minoridad infractora asociada al consumo de drogas, alternados con experiencias personales, fueron los temas que abundaron en el encuentro.
Laborde exhortó a los presentes a "prepararse y no tener miedo". "Esto se corrige desde el pueblo y no desde el sistema político; somos nosotros los culpables por permitir que pase y debemos reclamar los derechos que perdimos, porque es lo que merecemos y nos corresponde como ciudadanos", agregó. "Parece que los delincuentes tienen derechos y nosotros tenemos que aguantarlos", continuó e insistió en que la problemática afecta a toda la sociedad, por lo que no hay que esperar a ser una víctima para involucrarse en las soluciones.
Entender que los delincuentes usan tecnología e inteligencia, estar alertas a ciertos signos, generar una red protectora entre vecinos y modificar costumbres de "aldea" fueron algunas de las recomendaciones ofrecidas a los presentes.
"Las autoridades deben cuidar a los ciudadanos honestos, para eso la Policía debe tener facultades para actuar y no estar atada de manos; el Poder Judicial debe actuar, las leyes sobran y mientras los menores no pueden cumplir la pena, lo deben hacer sus padres. La edad de inimputabilidad debe bajar a 14 años", sostiene Sara Pavlichen.
EL TERCERO. El Escuadrón de Defensa del Ciudadano es el tercer grupo de vecinos que surge en Paysandú a fin de encontrar soluciones para la situación de inseguridad. El primero fue Unidos por la Inseguridad (UPLI). Comenzó a funcionar a fines de 2007 con una marcha por el centro sanducero y contaba con familiares de policías. Sus reclamos incluían mejores condiciones para el trabajo policial y bajar la edad de inimputabilidad.
El segundo grupo fue formado poco después en la zona noreste. Los vecinos afirmaban que el barrio era víctima frecuente de robos. Se organizaron para establecer un sistema de vigilancia, que según afirmaron, tuvo buenos resultados.
Aunque en teoría ambos grupos siguen funcionando, las acciones públicas han disminuido notoriamente. UPLI cuenta actualmente con un espacio en un programa radial.
Vigilantes y guardianes
Los grupos de voluntarios, de vecinos organizados para enfrentar la inseguridad no son nuevos. Algunos cobraron notoriedad con propuestas y vestimentas muy vistosas.
En esta categoría puede inscribirse a "Los Ángeles Guardianes", una asociación civil estadounidense que se caracteriza por el uso de camperas y boinas rojas. El grupo llegó en 2006 a Maldonado para propiciar la formación de grupos vecinales en Punta Ballena, Laguna del Sauce y la capital departamental. El grupo original se formó en el Bronx (Nueva York), un barrio muy golpeado por la delincuencia y el narcotráfico.
Más inclinados a la autodefensa y con la novedosa inclusión de un silbato para alertarse entre sí, otro grupo se formó en el barrio Reducto, de Montevideo. Alrededor de 300 vecinos pertenecientes a la comisión de seguridad barrial dieron forma a la iniciativa. En ocasiones colaboraron estrechamente con la comisaría de la zona para lograr la detención de delincuentes.
Hace muy pocos días surgió en Canelones, concretamente en la zona de Barros Blancos, otro grupo de perfil algo más radical. Autodenominados "Los Guardianes" puso sus miras en varias personas residentes en la Villa del Gallo, todos ellos con antecedentes. Mediante un correo electrónico amenazaron con "castigar" a los delincuentes por su cuenta. La Policía detuvo a algunos y fueron procesados.
El jefe de Policía se reunió con los vecinos
PAYSANDÚ S.K.
En la reunión sostenida en la tarde de ayer, representantes del Escuadrón de Seguridad Ciudadana, el jefe de Policía Roque Arámbula y el comando de la Jefatura acordaron trabajar en forma conjunta para formar las Mesas de Convivencia y Seguridad Ciudadana, estipuladas por la Ley 16.307.
El encuentro fue propiciado por el propio ministro del Interior, Jorge Bruni, quien en contacto telefónico con una integrante del grupo sugirió la reunión para dar lugar a un acercamiento con la Jefatura.
La idea, señalaron los integrantes del grupo, es generar espacios de intercambio e información entre instituciones, organizaciones y vecinos de la zona de influencia de cada una de las comisarías.
Arámbula resaltó a El País, la importancia de que la ciudadanía tome conciencia de que la seguridad es tarea de todos y de que participe y colabore en forma organizada.
Por su parte, Sara Pavlichen aseguró que las autoridades policiales fueron receptivas a sus inquietudes. "Fuimos a decirles que no queremos ser policías ni por un día, a aclararles que reclamamos seguridad y que estamos dispuestos a colaborar".
Los coordinadores del escuadrón comenzarán en breve a organizar las mesas de convivencia y además, procurarán contactarse con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), del que depende el INAU. "Los menores infractores son el mayor problema para la seguridad", afirmó.
La participación de menores en actos delictivos fue una constante en la reunión interna del grupo. "Hay una niña de 13 años que tiene cuarenta entradas a la Policía, ¿qué va a pasar?, ya no hay rejas, ni alarmas ni perros que valgan", se quejó uno de los participantes del encuentro de vecinos.
El País Digital

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