La Iglesia católica portuguesa decidió modificar algunos rituales de las misas para evitar la transmisión de la gripe porcina y recomendó a los curas que entreguen la hostia en la mano a los fieles en lugar de depositarla en su boca, indicaron el jueves fuentes eclesiales.
"La hostia será entregada en la mano y los curas deberán purificar muy bien sus manos", indicó a la AFP el padre Vitor Feytor Pinto, responsable de las cuestiones de salud de la Iglesia portuguesa.
El ritual del "intercambio de la paz será remplazado por un simple saludo de cabeza y las pilas de agua bendita deberán estar vacías", añadió el padre, que precisó que "la próxima semana, todos los curas portugueses serán informados de estas orientaciones de la conferencia episcopal", decididas en coordinación con las autoridades sanitarias del país.
Un obispo británico ya había aconsejado a las iglesias no poner más agua bendita en las pilas para tratar de frenar la pandemia de gripe porcina en Gran Bretaña, donde han muerto 17 personas.
Desde inicios de mayo, las autoridades portuguesas diagnosticaron 107 casos de personas infectadas por el virus A(H1N1), de las cuales 104 han "retomado su vida normal", según un balance del ministerio de Salud difundido el miércoles.
El virus, que combina elementos de la gripe humana, la porcina y la aviar, infectó oficialmente a más de 94.512 personas en el mundo y mató a más de 429, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 11 de junio declaró el estado de pandemia. (AFP)
"La hostia será entregada en la mano y los curas deberán purificar muy bien sus manos", indicó a la AFP el padre Vitor Feytor Pinto, responsable de las cuestiones de salud de la Iglesia portuguesa.
El ritual del "intercambio de la paz será remplazado por un simple saludo de cabeza y las pilas de agua bendita deberán estar vacías", añadió el padre, que precisó que "la próxima semana, todos los curas portugueses serán informados de estas orientaciones de la conferencia episcopal", decididas en coordinación con las autoridades sanitarias del país.
Un obispo británico ya había aconsejado a las iglesias no poner más agua bendita en las pilas para tratar de frenar la pandemia de gripe porcina en Gran Bretaña, donde han muerto 17 personas.
Desde inicios de mayo, las autoridades portuguesas diagnosticaron 107 casos de personas infectadas por el virus A(H1N1), de las cuales 104 han "retomado su vida normal", según un balance del ministerio de Salud difundido el miércoles.
El virus, que combina elementos de la gripe humana, la porcina y la aviar, infectó oficialmente a más de 94.512 personas en el mundo y mató a más de 429, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 11 de junio declaró el estado de pandemia. (AFP)
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