El pa amb tomàquet, pa amb tomata o pa amb tomaca (literalmente, pan con tomate) es una típica receta de cocina catalana, valenciana y balear que consiste en frotar con tomate crudo y maduro una rebanada de pan, preferiblemente de pagès (Pan de Payés), previamente algo tostado o no, se aliña con sal y aceite de oliva al gusto. Si se desea, una vez tostado el pan y antes de untar el tomate, hay quien restriega ajo para darle sabor picante. Últimamente su popularidad y consumo va en aumento y es cada vez más conocido en otras zonas de España.
Usos
Sirve para acompañar diversos platos y es especialmente sabroso acompañando embutidos, quesos, tortilla y salazones.
Orígenes
El origen es confuso y desconocido, sin embargo, algunos historiadores apuntan que al inicio dicha receta servía para ablandar el pan duro en las masías que había quedado del día anterior, mientras otros, atribuyen el mérito a los trabajadores murcianos del metro de Barcelona que en los años 20 plantaban tomateras al lado de los raíles para untar el pan seco.[1] Ademas está considerado como uno de los mejores ejemplos que definen la dieta mediterranea.
Koiné cultural
El reconocido novelista y gastrónomo catalán Manuel Vázquez Montalbán, en su novela El premio (1996) recomienda romper la pulpa del tomate con los cantos de la costra de la rebanada para repartirla más fácil y uniformemente por su superficie y finalizar la receta "oprimiendo con dos dedos los cantos de la rebanada para que el aceite empape bien la totalidad". A continuación, hace decir a uno de sus personajes: [el pan con tomate] es "un prodigio de koiné cultural que materializa el encuentro entre la cultura del trigo europea, la del tomate americana, el aceite de oliva mediterráneo y la sal, esa sal de la tierra que consagró la cultura cristiana. Y resulta que este prodigio alimentario se les ocurrió a los catalanes hace poco más de dos siglos, pero con tanta conciencia de hallazgo que lo han convertido en una seña de identidad equivalente a la lengua o a la leche materna" (...) mientras "los charnegos, los inmigrantes catalanizados, adoptamos el pan con tomate como una ambrosía que nos permite la integración".
Usos
Sirve para acompañar diversos platos y es especialmente sabroso acompañando embutidos, quesos, tortilla y salazones.
Orígenes
El origen es confuso y desconocido, sin embargo, algunos historiadores apuntan que al inicio dicha receta servía para ablandar el pan duro en las masías que había quedado del día anterior, mientras otros, atribuyen el mérito a los trabajadores murcianos del metro de Barcelona que en los años 20 plantaban tomateras al lado de los raíles para untar el pan seco.[1] Ademas está considerado como uno de los mejores ejemplos que definen la dieta mediterranea.
Koiné cultural
El reconocido novelista y gastrónomo catalán Manuel Vázquez Montalbán, en su novela El premio (1996) recomienda romper la pulpa del tomate con los cantos de la costra de la rebanada para repartirla más fácil y uniformemente por su superficie y finalizar la receta "oprimiendo con dos dedos los cantos de la rebanada para que el aceite empape bien la totalidad". A continuación, hace decir a uno de sus personajes: [el pan con tomate] es "un prodigio de koiné cultural que materializa el encuentro entre la cultura del trigo europea, la del tomate americana, el aceite de oliva mediterráneo y la sal, esa sal de la tierra que consagró la cultura cristiana. Y resulta que este prodigio alimentario se les ocurrió a los catalanes hace poco más de dos siglos, pero con tanta conciencia de hallazgo que lo han convertido en una seña de identidad equivalente a la lengua o a la leche materna" (...) mientras "los charnegos, los inmigrantes catalanizados, adoptamos el pan con tomate como una ambrosía que nos permite la integración".
FUENTE WIKIPEDIA
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